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La lucha contra cambio climático es de vida o muerte, dice Guterres al inaugurar la Cumbre

“Si fracasamos, el Ártico y la Antártida seguirán derritiéndose, los corales morirán, subirá el nivel del mar, más personas morirán por la contaminación y la escasez de agua y los costos de ese desastre se desbordarán”. Se trata de evitar un caos climático. “Necesitamos actuar más y con más ambición”, dijo el secretario general de la ONU a los casi 200 países que participan en la COP24, hasta el 14 de diciembre, en la ciudad polaca de Katowice

DPAKatowice (Polonia)

Diciembre 04, 2018

 

El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo ayer un dramático llamamiento a los casi 200 países que participan en la cumbre climática de la ONU en la ciudad polaca de Katowice para luchar con determinación contra el calentamiento global.
En la sesión inaugural de la Cumbre del Clima de Katowice (COP24), que dura hasta el próximo 14 de diciembre, Guterres aseguró que a nivel mundial el cambio climático se ha convertido en una “cuestión de vida o muerte” para muchas personas, regiones e incluso países enteros.
“Si fracasamos, el Ártico y la Antártida seguirán derritiéndose, los corales morirán, subirá el nivel del mar, más personas morirán por la contaminación y la escasez de agua y los costes de ese desastre se desbordarán”, dijo.
Guterres aseguró que el mundo se encuentra en grandes dificultades por el cambio climático, la urgencia de la situación no se puede minusvalorar. Se trata de evitar un “caos climático”, añadió. “Necesitamos actuar más y con más ambición”.
En la vigesimocuarta cumbre de la ONU sobre el cambio climático se debatirá cómo los acuerdos considerados históricos de la Cumbre del Clima de París de 2015 se pueden poner en práctica para intentar evitar que el calentamiento global llegue a los 2 grados Celsius e incluso, si es posible, limitarlo a 1.5 grados.
Las medidas comprometidas hasta la fecha para reducir los dañinos gases de efecto invernadero no son suficientes. El uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), que liberan dióxido de carbono, es una de las claves en este asunto.
Guterres aseguró que no hay tiempo para negociaciones interminables. La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera es la más elevada desde hace tres millones años. “Y pese a todo siguen aumentando las emisiones”, añadió.
Según las últimas previsiones, las emisiones de dióxido de carbono tienen que bajar un 45 por ciento con respecto a 2010 antes de 2030 y en 2050 deberían ser cero.
También advirtió a modo de alerta que ya desde hace tiempo se están sintiendo las consecuencias de los gases de efecto invernadero. Según las estimaciones de la Organización Meteorológica Mundial, los últimos 20 años han sido los más cálidos de los últimos 22 años.
Por su parte, el ministro de Desarrollo alemán, Gerd Müller, advirtió ayer del riesgo que conlleva hacer la vista gorda ante el calentamiento global y señaló que se trata de una cuestión de supervivencia de la humanidad.
La ciudad polaca de 300 mil habitantes es un curioso lugar para celebrar este COP24, ya que está ubicado precisamente en la zona industrial de Polonia. Sin embargo, precisamente por eso la ciudad podría ser adecuada, ya que ha cerrado muchas de sus minas y se ha reconvertido en una ciudad cultural con modernos servicios.
Los representantes de más de 200 países tienen ante si grandes tareas en las casi dos semanas de reuniones en Polonia. En primer lugar, debe aprobarse una regulación para implementar el Acuerdo de París en el que la comunidad internacional se comprometió a limitar el calentamiento global “por debajo de dos grados” Celsius, y en lo posible a 1.5.
Pero el planeta ya se ha calentado en torno a un grado e incluso si los países cumplen sus promesas anunciadas hasta ahora, el calentamiento llegará a unos tres grados, con consecuencias catastróficas, alertan los expertos.
Para impedirlo es necesario que los países presenten planes nacionales de protección climática más ambiciosos cada cinco años y elaborar informes regulares para monitorear la situación climática global. Además, se acordarán normas para elaborar los informes nacionales, con el fin de que sean fiables y comparables entre sí.
Otro de los puntos que deben acordarse es la forma de computar la existencia y protección de los bosques, que absorben el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.
Muchas tareas pendientes con un difícil punto de partida, después de que el presidente estadunidense, Donald Trump, anunciara la salida de su país del acuerdo.
Otra de las incógnitas se sitúa en Brasil, que alberga el “pulmón del mundo”, como se conoce la región del Amazonas. El próximo presidente, el populista de derechas Jair Bolsonaro quiere permitir que se siga talando la selva, al tiempo que amenaza también con abandonar el acuerdo.