Europa Press

Madrid / Bruselas

El dramaturgo cubano Yunior García, uno de los principales promotores de las marchas contra el gobierno de Cuba convocadas para este lunes, se encuentra en España después de que el pasado fin de semana no pudiera llevar a cabo sus planes de desfilar por las calles de La Habana tras sitiar las fuerzas de seguridad su vivienda.
Fuentes gubernamentales informaron de que García, fundador del movimiento Archipiélago que convocó las protestas del 15-N, aterrizó en Madrid hacia las 14.00 horas tras haber solicitado un visado de turista.
El opositor cubano, que viajó en un vuelo comercial, llegó a España acompañado por su mujer, Dayana Prieto, precisaron las fuentes, sin que por ahora esté claro cuáles son sus planes de futuro ni las circunstancias en las que se produjo su salida de la isla.
Horas más tarde, él mismo confirmó en Facebook que se encuentra en España, aunque no ofreció más detalles sobre sus intenciones. “Llegamos a España, vivos, sanos y con las ideas intactas”, aseguró. “Tenemos que agradecer a muchas personas que hizo posible este viaje”, añadió, asegurando que “muy pronto” contará “la odisea”.
De hecho, su llegada a España pilló por sorpresa incluso a Archipiélago, que en una publicación en su perfil en Facebook dijo haber conocido la noticia tras publicarla Europa Press. Horas antes, el movimiento había dado a García y Prieto como “desaparecidos”.
El matrimonio había sido visto por última vez el martes por la mañana y desde entonces se desconocía su paradero, por lo que Archipiélago había reclamado “de forma urgente fe de vida”, ante la sospecha de que pudieran haber sido detenidos. Tampoco sus familiares sabían donde estaban, según contó al portal 14ymedio la madre de Prieto.
García, que concedió a última hora del día una entrevista con el cineasta Ian Padrón, aseguró que salió de Cuba porque, aunque asumía que no le iban a detener para evitar convertirle en un símbolo, daba por hecho que iba a quedar “silenciado”, aislado en su casa y sin apenas de comunicación. Asimismo, declaró que “Cuba no necesita más mártires”, aludiendo en particular a casos como el de Oswaldo Payá.
“Nunca en mi vida pensé en emigrar”, dijo, para acto seguido matizar que espera que no sea para siempre. “No he pedido asilo (en España) porque mi idea es regresar a Cuba”, aseveró.
El dramaturgo entendió que puede haber críticas a su decisión, algunas incluso de “fuego amigo”, pero insistió en que optó por abandonar la isla para poder seguir denunciando lo que pasa dentro de ella.
También dio por hecho que el gobierno le “dejó salir” —”por qué? No tengo ni idea”—, pero instó a las autoridades a no “celebrar”. “Creen que tuvieron una gran victoria. Se van a sorprender”, señaló.
García tuvo que cancelar el domingo su marcha en solitario por las calles de La Habana tras sufrir un “bloqueo cruel, ilegal e inhumano” después de que su casa amaneciera “sitiada” por funcionarios del gobierno “vestidos de civil”, “haciéndose pasar por pueblo”, según denunció en redes sociales.
Tampoco el lunes muchos cubanos pudieron salir a las calles a protestar contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel, que optó por reforzar la presencia de las fuerzas de seguridad en las principales ciudades para disuadir a la población de sumarse a las marchas. Además, numerosos opositores fueron detenidos durante la jornada mientras que otros fueron hostigados frente a sus viviendas para evitar que salieran.
El movimiento cubano Archipiélago, impulsor de las últimas protestas, reconoció su “sorpresa” por la salida de la isla del dramaturgo Yunior García, uno de sus miembros más destacados, aunque dijo que lo considera un “víctima” del “aparato represor” del gobierno de Miguel Díaz-Canel.
“Hemos conocido a través de Europa Press sobre la llegada a España de Yunior García y su esposa Dayana Prieto”, publicó la plataforma en su cuenta de Facebook.
Estados Unidos elogió este martes el “valor” y la “voluntad” del pueblo cubano que “se enfrentó a la represión del gobierno” para “hacer oír sus voces” en las protestas convocadas del 15 de noviembre.
La Unión Europea mostró ayer su “apoyo inequívoco” al derecho de los ciudadanos de Cuba a manifestarse pacíficamente y exigir cambios en la isla, al tiempo que reclamó a La Habana la puesta en libertad de los detenidos arbitrariamente durante las protestas.