La ola de frío que está sacudiendo Estados Unidos desde el pasado domingo ha dejado ya 58 muertos en todo el país, de ellos una treintena en Texas, el estado más afectado por su falta de preparación ante las tormentas invernales, y para el que el presidente del país, Joe Biden, emitió en las últimas horas una declaración de estado de desastre.
Las identidades de la mayoría de los fallecidos, según el último balance del New York Times, responsable del recuento, no se han dado a conocer y es posible que no se sepa el número real de víctimas hasta dentro de varios días mientras las autoridades centran sus esfuerzos en devolver la electricidad a los millones de hogares afectados.
“Es un proceso lento. Es posible que tengamos información preliminar en semanas, no en días “, explica al Texas Tribune Chris Van Deusen, portavoz del Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas, quien ha confirmado que, si bien se efectuando una encuesta estatal de muertes causadas por la tormenta, las autoridades del estado no dispondrán de una buena estimación hasta que se presenten los certificados de defunción.
La principal causa de muerte es el accidente de tráfico, seguida de la intoxicación por monóxido de carbono en hogares donde la familia trasladado generadores o incluso puesto en marcha vehículos en los garajes para calentarse, tal y como ocurrió el martes en Houston, donde murieron una mujer y su hijo.
Además, y según el balance del Times, al menos 17 personas han fallecido a causa de la exposición al frío.
En lo que se refiere al suministro eléctrico, a fecha de este viernes todavía había 185 mil hogares sin energía en el estado de Texas, a los que hay que añadir 73 mil personas que se han quedado sin electricidad en Luisiana y 111 mil en Misisipi. Sin embargo, responsables de seguridad han avisado de que aún es posible que se produzcan apagones limitados durante los próximos días.
Así las cosas, la medida aprobada por Biden permitirá a las familias y negocios solicitar

Avala Joe Biden enviar más ayuda a Texas

La medida aprobada por Joe Biden acelerará los fondos federales para una entidad que lucha con las consecuencias de una tormenta invernal que mató al menos a tres decenas de personas y provocó apagones generalizados y escasez de agua.
La medida proporciona una variedad de programas de asistencia del Gobierno central para personas e infraestructura pública, incluidos fondos para trabajos de emergencia y permanentes.
Con la declaración, se pueden otorgar apoyos para viviendas temporales y reparaciones del hogar, préstamos a bajo costo para cubrir pérdidas de propiedad no aseguradas y otras ayudas para que las personas y los propietarios de negocios se recuperen de los efectos de la tormenta.
Los fondos federales también están disponibles para compartir costos con los Gobiernos estatales y locales para medidas de protección de emergencia y medidas de mitigación de peligros.
Un total de 77 condados en Texas, de un total de 254, podrán acceder a la ayuda anunciada por Biden y se podrán agregar más a medida que lleguen las evaluaciones de daños.
El mandatario, quien la semana pasada ordenó apoyos iniciales para el estado fronterizo por la tormenta, planea viajar en los próximos días a la entidad.
El Gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott agradeció a Biden por la declaración de desastre mayor y dijo en un comunicado que era “un primer paso importante”.
Pero, agregó, la asistencia no fue para todos los condados como él había solicitado.
Por separado, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) aprobó ayer una exención de combustible de emergencia para que Texas evite la escasez de gasolina. La decisión permite a la entidad no tener que cumplir temporalmente con algunos requisitos ambientales.
Y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias ha enviado docenas de generadores y suministros, que incluyen combustible, agua, mantas y comidas listas a las áreas afectadas.
En tanto, las temperaturas más cálidas se extendieron ayer por todo el sur de Estados Unidos, brindando algo de alivio a la región. No obstante, el deshielo provocó la rotura de tuberías.
Como consecuencia de las tormentas invernales, al menos 300 mil personas estuvieron ayer sin electricidad en todo el país, muchas de ellas en Texas, Luisiana y Mississippi.
Por su parte, la congresista Alexandria Ocasio-Cortez ha estado este sábado en el Banco de Alimentos de Houston y ha anunciado que la campaña que ha lanzado para ayudar a los afectados ha recaudado ya 3.2 millones de dólares. “Cuando hay un desastre, no es solo un asunto de Texas, sino de todo el país. Nuestro país entero debe unirse y apoyar a los texanos”, ha declarado Ocasio-Cortez, elegida por Queens, Nueva York, para la Cámara de Representantes.