El gobierno del presidente Joe Biden retiró ayer una propuesta de su predecesor de ampliar la cantidad y tipos de datos biométricos recolectados por las autoridades estadunidenses de inmigración.
La agencia de ciudadanía e inmigración (USCIS por sus siglas en inglés) dijo que retiraría la propuesta sometida a comentarios del público en septiembre como parte del objetivo del gobierno de reducir “barreras y cargas indebidas” del sistema de inmigración.
La agencia dijo en un comunicado que el Departamento de Seguridad Nacional seguirá recolectando datos biométricos “donde se considere apropiado”. Estos datos incluyen impresiones dactilares y fotos de los solicitantes de ciudadanía y escaneo del iris de personas detenidas en la frontera.
La propuesta del presidente Donald Trump, de ser aprobada, hubiera permitido a USCIS recolectar otros datos tales como impresiones de voz y el ADN a cualquiera que solicitara el ingreso a Estados Unidos y sus familiares, incluidos niños.
El gobierno de Trump sostenía que ayudaría a controlar la seguridad, reducir el fraude y volver más eficiente el sistema ya que, por ejemplo, la gente podría conocer el estado de sus solicitudes con la sola voz. El ADN, según las autoridades de entonces, serviría para asegurar que los solicitantes eran miembros de la misma familia, y no se lo almacenaría.
Pero los detractores sostenían que agregaría pasos innecesarios a un proceso de inmigración de por sí gravoso y desalentaría a la gente de ir a Estados Unidos al tener que someterse a una recolección de datos tan intrusiva.
Por otro lado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos obtuvo registros telefónicos e intento acceder al correo electrónico de tres reporteros del Washington Post que investigaban la interferencia rusa en las elecciones presidenciales del país de 2016, según informó ayer el diario estadunidense.
Los reporteros Ellen Nakashima, Greg Miller y Adam Entous recibieron cartas informándoles de dicha investigación y estas no decían cuándo el departamento aprobó la medida de obtener los registros ni por qué los buscaba así como que solo habrían mostrado las llamadas realizadas y recibidas durante tres meses del año 2017, pero no el contenido de las conversaciones.
Por su parte, el Departamento de Justicia confirmó las cartas que recibieron e indicaron que se había seguido la normativa en este asunto.

Imputan a cuatro ex policías de Minneapolis por la muerte de George Floyd

Un gran jurado de Estados Unidos imputó ayer a cuatro ex agentes de la policía de la localidad de Minneapolis en relación con la muerte del afroamericano George Floyd, que falleció asfixiado durante una detención policial a manos de Derek Chauvin, un policía que fue declarado culpable de todos los cargos.
En un documento judicial al que tuvo acceso la cadena de televisión CNN, el jurado indicó que los agentes habrían violado los derechos constitucionales de Floyd. Así, los agentes Tou Thao y J. Alexander Kueng fueron acusados por no intervenir cuando Chauvin hizo un uso “injustificado de la fuerza”.
Ellos tres, junto a un cuarto agente, Thomas Lane, se enfrentan ahora a los cargos de no ofrecer a Floyd la asistencia médica necesaria. “Los acusados vieron a George Floyd tirado en el suelo necesitando asistencia y no se la dieron, por lo que actuaron deliberadamente con indiferencia cuando había un claro riesgo de ponerlo en peligro”, recoge el texto.
Chauvin fueron acusado, además, de hacer un uso excesivo de la fuerza en un incidente que tuvo lugar en septiembre de 2017 con un menor de 14 años, tal y como confirmó el Departamento de Justicia.
Los documentos indican que Chauvin habría “retenido al adolescente por la garganta y le habría golpeado la cabeza con una linterna”. Además, fue acusado de colocar su rodilla en el cuello cuando este se encontraba en el suelo.
Estos cargos no forman parte de la investigación llevada a capo sobre las prácticas de la policía de Minneapolis (Con información de Agencias).