EL-SUR

Martes 22 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Sociedad  

Aún es insuficiente la ayuda para que puedan votar, se quejan discapacitados

Sin rampas y a veces bajo la inclemencia del sol, cientos de personas discapacitadas salieron a votar este domingo 2 de junio

Junio 03, 2024

Fátima Montoya de 27 años, es miembra fundadora de Tapatías con Discapacidad y usuaria de silla de ruedas Foto: Agencia Reforma

Alejandra Carrillo / Agencia Reforma

Guadalajara

Sofía Torres de 26 años tiene una discapacidad que le impide la movilidad y fue a votar en una casilla ubicada en el Instituto de la Vera-Cruz, en la colonia De los Arcos donde no había a la entrada rampas que pudieran facilitar el acceso a personas con sillas de ruedas.
Hace sol, pero hay árboles frondosos en su camino, la casilla está cerca de su casa y en su barrio la conocen y la saludan en cada esquina, están atentas de ella.
Aunque tiene una discapacidad motriz puede caminar con autonomía. Entró a la casilla, le dieron sus boletas y en unos minutos apenas ya había salido.
“Para mí sí es importante hacerlo, venir a votar”, dijo.
“El reto más grande para las personas con discapacidad creo que son las propuestas para personas con discapacidad que la verdad que de ningún candidato ha habido propuestas para personas discapacidad. Eso es lo más difícil”.
Sin rampas y a veces bajo la inclemencia del sol, cientos de personas discapacitadas salieron a votar este domingo 2 de junio en Guadalajara.
Algunos pudieron votar en medio de la calle desde sus sillas de ruedas gracias a las casillas móviles, otros incluso salieron en sus camas con oxígeno a votar.

Sigue la brecha para
la discapacidad

Fátima Montoya de 27 años, otra de las fundadoras de Tapatías con Discapacidad y usuaria de silla de ruedas, dijo que aunque ha encontrado en este proceso electoral más accesibilidad que en el pasado, siguen siendo necesarias más medidas para dejar que otras personas con discapacidades menos visibles, como la sordera, la debilidad visual o algunas discapacidades mentales, puedan ejercer su derecho al voto.
“Encontrar espacios totalmente accesibles es complicado, sin embargo, a comparación de otras elecciones el espacio estuvo bien, no hubo rampas en mi casilla, pero el personal fue atento desde que detectaron nuestra condición de discapacidad, con atención personalizado.
“No tomaron en cuenta, sin embargo, que mi discapacidad es severa y no permitieron que mi madre, que es mi cuidadora, me acompañara. Asumieron que con darme la atención podría resolver el tema yo sola y lo resolví, pero quizá habría sido más cómodo que la dejaran apoyarme”.
Para Fátima, que fue a votar por la mañana también con su hermano, una persona con discapacidad intelectual acompañada por su madre, también son necesarios protocolos y alternativas para las discapacidades que no se ven, que son psicosociales o menos visibles que las sillas de ruedas.
“No hubo intérpretes en lengua de señas, ni boletas en braile, la atención se enfoca en discapacidades muy visibles, pero para muchas personas tan solo llegar implica un reto enorme solo por la movilidad, ahí han faltado mecanismos”, señala.
Para Cass Salazar, una mujer con autismo de 38 años, el reto más grande durante la votación es la espera casi insoportable bajo el sol y entre tanta gente.
“Estoy a punto de claudicar y no votar”, escribe desde la fila en su casilla mientras espera.
“Sí quiero votar, ya estoy formada, pero no sé si aguante. Desde mi perspectiva, el voto digital sería la solución. Siendo más realista quizá que otorguen turnos para poder ir y regresar, esto de estar horas bajo el sol es inhumano. Tengo varios amigos autistas que no votarán, porque aunque tuviera credencial de discapacidad, siento que me cuestionarían mucho porque no parezco autista”, dijo.
Sus propios hijos, que también son neurodivergentes, no pudieron acompañarle debido a lo estresante que resulta para una persona con esa discapacidad.
A pesar de las dificultades para la accesibilidad, las tapatías con discapacidad señalan que es importante acceder al voto.
“El hecho de darle visibilidad a la comunidad, que vean que sí se necesita y que vamos una minoría porque los demás no pueden ir. El tema de la capacidad jurídica ha sido algo que nos ha apelado muchísimo, la capacidad política va desde la autonomía de nuestro cuerpo hasta el derecho al voto, los derechos políticos y electorales, romper esa barrera es un logro y es un deber de los que podemos ejercer ese derecho aunque no estemos de acuerdo, aunque no estén para votar las propuestas que queremos y necesitamos. Debemos abarcar también la participación ciudadana que va más allá de votar hoy”, dice Fátima Montoya.
También señaló que no hay medidas en las casillas para contemplar atención prioritaria a las cuidadoras que, después de ayudar a las personas con discapacidad que acompañan, tienen que regresar a hacer su propia fila para ejercer su voto.
El ideal, en palabras de Sofía Torres, sería una sensibilización completa. Fátima está de acuerdo.
“Les ha faltado vernos como una comunidad que puede representar votos, nos ven como un acto de caridad más que como sujetos de derechos, la política pública para las personas con discapacidades se maneja mucho como un favor, como buena onda para hacer acciones mínimas o inexistentes para sujetos de derechos que somos, un sector de la población.
A nivel federal, estatal y municipal, las propuestas son asistencialistas, limitadas, basadas en el modelo anterior a la discapacidad en el que se nos ve como personas dañadas a las que hay que curar y no es así”.