Lourdes Chávez

Chilpancingo

El director del proyecto de conservación Guerrero Jaguar, Fernando Ruiz Gutiérrez, acudió con su equipo de trabajo a un predio cercano a la colonia Universidad, al sur de la capital del estado, a buscar posibles indicios de una pantera negra que habrían visto los vecinos en los días previos, y que el domingo movilizó a bomberos del municipio y de la Procuraduría de Protección Ecológica del estado de Guerrero (Propeg), sin resultados.
Ayer en la tarde, los conservadores colocaron tres cámaras trampa en un predio donde los vecinos indicaron que vieron al felino, para tratar de obtener evidencia de la presencia en la zona.
Sin embargo, estimó que las probabilidades de una confirmación son bajas, porque muchos perros entran y salen del terreno, que además está rodeado de casas.“Tampoco hay acceso fácil desde aquí a la zona boscosa que se encuentra al  poniente de Chilpancingo. Difícilmente un animal grande andaría en este lugar, porque no le sería fácil moverse”.
Explicó que  en un recorrido preliminar, ayer sólo identificaron rastros de animales pequeños y perros que entran y salen del lugar.
Recordó que antes, en Zumpango, vecinos también reportaron avistamientos de un posible puma, del que no se tuvo confirmación. Explicó que el problema con los felinos grandes es que no es fácil identificarlos a simple vista porque se mueven muy rápido, “rara vez se detienen o caminan lentos”. Por lo tanto, es difícil tener certeza de un registro de este tipo, sin herramientas adecuadas como las cámaras trampa, que contienen sensores de movimiento para tomar fotografías y video de manera automática.
Indicó que como el predio donde habrían ocurrido los avistamientos es muy pequeño, sólo van a colocar tres cámaras que indiquen qué es lo que se mueve ahí.
Aclaró que deberán esperar unos días para ver qué es, “la gente dice que es una pantera negra”.
Subrayó que ahora lo importante es precisar que no hay motivo para generar pánico, porque no hay registros de ataques de felinos a un ser humano en México, no de manera intencional. Aclaró que el felino le tiene miedo al ser humano, porque es su único depredador.
Por lo tanto, insistió en que la población debe ser consciente de que no hay razón para sentir alarma, “y evidentemente los perros darían una alarma constante ante la presencia de un jaguar, que no representa ningún peligro para las personas”.
Guerrero Jaguar tiene 12 años realizando labores de conservación en el estado, con resultados importantes.
En la edición de El Sur del 14 de enero de este año, Ruiz Gutiérrez confirmó que mediante cámaras trampa, obtuvieron evidencia de que en la sierra de Atoyac existen condiciones para la reproducción del jaguar, especie en peligro de extinción.