Llevan a cabo en el Museo Regional el conversatorio Las manos mágicas de las mujeres tejedoras de sueños, a propósito del Día del Huipil
Abril 11, 2025
Luis Daniel Nava
Chilpancingo
Artesanas nahuas, ñomndaa y na savi llamaron a revalorizar sus productos y pidieron crear una marca comunitaria que las proteja del plagio de las grandes marcas de ropa y que el gobierno de Evelyn Salgado Pineda las respalde con insumos y equipo de trabajo.
Al mediodía de ayer en el Museo Regional de Guerrero se llevó a cabo el conversatorio Las manos mágicas de las mujeres tejedoras de sueños, a propósito del Día del Huipil, celebrado el 7 de marzo.
Participaron las maestras bordadoras Violeta Bolaños Torres y Gabriela Guillermo Salazar, del pueblo nahua de Acatlán, municipio de Chilapa; Griselda Ramos Hilario, ñomndaa de Tlacoachistlahuaca, en la región Costa Chica, y Blanca Edith Ortiz Flores, de Cochoapa El Grande, en la Montaña de la entidad.
Las bordadoras hablaron del proceso de creación artesanal del huipil, faldas, manteles y servilletas, así como del significado cultural e histórico plasmado en los bordados.
También de la alegoría a la vida cotidiana, el trabajo, la flora y a la fauna. Destacaron que es un oficio que viene de generaciones y que les ha permitido sostenerse.
Asimismo, se alertó de la apropiación de estas creaciones por parte de empresas transnacionales como la china Shein y la española Zara, sin la autorización de los pueblos.
Griselda Ramos Hilario dijo que a la fecha esas grandes marcas no han plagiado los diseños de los pueblos de Guerrero, pero lo que sí está pasando es que revendedores, muchos de ellos en la capital, están buscando registrar marcas propias para vender más caro un producto que no elaboran.
“Lo que debería existir es una marca comunitaria del pueblo para que proteja el trabajo de todas las artesanas”, exigió creadora ñomndaa.
Violeta Bolaños Torres viene de una tercera generación de bordadores de huipiles y faldas en la comunidad de Acatlán. Sus abuelos iniciaron el trabajo y desde entonces les ha dado sustento y estudios a hijos y nietos. “Iniciaron muy jovenes por la necesidad. Allá el trabajo es sacar el sustento de la familia. Su madre, Isabela Torres –ya fallecida–, le inculcó el amor por el bordado.
Por su parte, Blanca Edith Ortiz expuso los huipiles elaborados en Cochoapa El Grande y el significado de sus bordados.
En entrevista, la bordadora de 18 años dijo que de niña aprendió el punto de cruz y luego a elaborar las blusas en el telar.
“Es una actividad que llevamos de generación en generación y mi familia no quiere que se pierda la identidad”, remarcó.
Lamentó que el trabajo de las artesanas de la Montaña no sea reconocido. “Mi propósito es darles a conocer a nivel nacional e internacional, que sean reconocidas”.
Asistieron la directora del Museo Regional, Maura Ortiz Carrasco y la promotora cultural Yesenia Tomatzin Alejo, así como el jefe de la Unidad Regional de Culturas Populares de Guerrero, Gerardo Guerrero Gómez, y Abel Bruno Arriaga, titular de la Secretaría para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos.