Francisco Morales / Agencia Reforma

Ciudad de México

Científicos mexicanos investigan, de modo pionero, la capacidad del fitoplancton para capturar dióxido de carbono (CO2) en una de las corrientes dominantes del Golfo de México.
Si se considera que estas plantas microscópicas, que habitan en el océano, procesan el 50 por ciento de todo el CO2 en el mundo, como un procedimiento vital para la producción primaria de oxígeno, las implicaciones ambientales del estudio son grandes.
Presentado el martes en la sede del Conahcyt, el proyecto, titulado Florecimientos de fitoplancton en un remolino de la Corriente del Lazo, consta de seis grupos de trabajo provenientes del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), la UABC, la UNAM, el IPN y otras instituciones colaboradoras, y tiene como responsable técnico al experto en oceanografía física Julio Sheinbaum, hermano de la candidata oficialista Claudia Sheinbaum.
La investigación, una de los cinco apoyadas en la convocatoria de Ciencia de Frontera del Conahcyt, en la modalidad Sinergias, se lleva a cabo, específicamente, en un remolino de 400 kilómetros cuadrados de diámetro en la Corriente del Lazo, en el Golfo de México.
Si bien la importancia del fitoplancton para la captura de CO2 está ampliamente documentada, nunca se había medido su capacidad de forma tan meticulosa en los florecimientos alojados en un tipo de remolinos llamados anticiclónicos (que giran en sentido de las manecillas de reloj), y que se encuentran en todo el mundo.
“El fitoplancton es muy eficiente para la captura de carbono que está en la atmósfera y en el control de lo que es el cambio climático”, contextualizó Sheinbaum.
“Y parte de lo que está en juego en todo esto que estamos tratando de entender es, precisamente, cómo es que este atraimiento ocurre, qué es lo que le pasa después a este dióxido de carbono, que se convierte en carbono de diferentes características y cómo se transporta a distintos lugares”, abundó.
Para entender este proceso de manera global, los remolinos anticiclónicos son una pieza clave que no había sido propiamente estudiada.
Como parte del coloquio Sinergias, el oceanógrafo Enric Pallàs-Sanz, también del CICESE, detalló la compleja, e incluso peligrosa, toma de muestras llevada a cabo en el remolino de la corriente del Golfo.
Por otro lado, Víctor Camacho, experto en el ciclo de nutrientes de zonas costeras de la UABC, presentó algunos de los resultados obtenidos en el área de biogeoquímica.
Entre ellos, destacó que pudo comprobarse que, desafortunadamente para el panorama del calentamiento global, el remolino anticiclónico estudiado se comportó como fuente de liberación de CO2 a la atmósfera.
El coloquio Sinergias, que busca dar difusión de los resultados de los proyectos apoyados en la convocatoria de Ciencia de Frontera, continuará hoy a las 17:00 horas en la sede del Conahcyt (Insurgentes Sur 1582) con la presentación de DAMA, Descubrimiento Acelerado de Materiales Antibioincrustantes, a cargo de Gregorio Vargas Gutiérrez.