EL-SUR

Miércoles 17 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Acapulco 2021

Jorge Camacho Peñaloza

Marzo 26, 2021

Las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra.
Euripides de Salamina.

Nadie niega la importancia que tiene para el Estado, es el polo económico predominante, es del que dependen los presupuestos del gobierno estatal y municipales, es decir, de cada peso que gastan estos gobiernos noventa y siete centavos provienen del gobierno federal ya que la capacidad recaudatoria de los gobiernos y de contribución de los ciudadanos es muy baja situación que ha justificado en los gobiernos de los tres niveles la política de fomento al turismo.
Acapulco representa un polo de desarrollo y de atracción migratoria, tiene cerca del 25 por ciento de la población del Estado y es asiento de alrededor del Producto Interno Bruto (PIB), con una aún potente economía turística, con una riqueza natural incomparable, la bahía de Santa Lucía como la más bella del mundo, su isla La Roqueta, la vista bajando de la Escénica y al otro lado bajando a Puerto Marqués, y qué decir de La Quebrada, Pie de la Cuesta, la Laguna de Tres Palos, Revolcadero y Barra Vieja, además de su infraestructura hotelera en las zonas Tradicional, Dorada y Diamante, Acapulco es todo un referente de la economía del Estado, tanto de mercado como publica o economía estatal por la recaudación de impuestos.
Acapulco es la ciudad más conocida del estado en el país y en el exterior desde la época de oro de Le Dome, Le Jardin, Bocaccio, Baby’O y Armando’s Le Club, de Frank Sinatra, Elizabeth Taylor, Kirk Douglas, Sean Connery, Tom Jones, el senador Edward Kennedy, Barry Goldwater, Ava Gardner, Estefanía de Mónaco, Agustín Lara, María Félix y Cantinflfas, hasta la frugal época de los springbreakers estadunidenses, canadienses y europeos, de Baby’O, Palladium, Fantasy, Silvester Stallone y Luis Miguel, el Tianguis Turístico y el AcaFest; del Centro de Convenciones hasta el Mundo Imperial.
Pero Acapulco es más que todo eso, Acapulco es más que un polo turístico, es un centro poblacional de cerca de un millón de habitantes, un millón de necesidades, un millón de historias, un millón de reclamos, de los cuales la mayoría tienen algún grado de pobreza, de carencia, de déficit de bienestar, en medio de gobiernos, empresarios e inversionistas, de ciudadanos y ciudadanas que se han empeñado en hacer del turismo lo más importante, lo más valioso, lo más prioritario dejando a la mayoría de ese millón de habitantes en un Acapulco profundo de sobrevivencia, de angustia por tan sólo comer, por vender cualquier cosa, emplearse en cualquier cosa, obtener cualquier cosa incluso por las vías ilícitas de la violencia, de la actividad delincuencial.
Acapulco también es la Progreso, el Infonavit, los Palomares, Mozimba, Jardines, la Morelos, la Laja, la Cima, las Cruces, Renacimiento, la Zapata, el Coloso, que deben ser igual o más importantes que la Costera, la Escénica o el bulevar de Las Naciones, ahí viven la mayoría de los acapulqueños que hacen a Acapulco grande, maestros, comerciantes, estudiantes, taxistas, empleados turísticos y de servicios, talacheros, profesionistas, gente trabajadora de diferentes oficios que representan una fuerza social muy importante que se le ha desvalorizado por las políticas públicas y las inversiones turísticas.
Hoy Acapulco ya no es el Acapulco de antes, miles de problemas de todos conocidos que pareciera que se camuflajean en sus bellezas naturales o en el glamur de sus exclusivas plazas y restaurantes, pero siguen ahí, se lo han acabado las políticas monoturísticas, el narcotráfico, la inseguridad, la corrupción, la violencia, la incapacidad de sus administraciones públicas, ante lo cual Acapulco necesita un golpe de timón en la forma en que se le quiere, organiza, administra, impulsa, se vive, diferente a todo lo que ha sido, lo que funcionó, funcionó y lo que no funcionó no funcionó, pero ya no volver atrás para volver a probar lo que siempre se ha hecho, se necesita un nuevo impulso, nuevos bríos, nuevos liderazgos jóvenes que tengan la capacidad de ampliar la visión, de incluir a todos los sectores, abierto a todas las posibilidades que pueden surgir de cualquier acapulqueño, no limitarse a una sola visión por más buena que sea, Acapulco lo que necesita definitivamente son nuevos liderazgos.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A mi primo el de Acapulco, que se vaya poniendo abusado, dile que ya es la hora de un buen movimiento y no de resentimientos, para que Acapulco se enfile hacia el futuro y no hacia el pasado.