EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Altura de miras

Jorge Camacho Peñaloza

Agosto 10, 2018

 

“La República necesita de todas las colaboraciones, las mayores y las ínfimas, porque necesita –queráis o no– hacer las cosas bien, y para eso todos somos pocos.”
Ortega y Gasset

Ya pasaron las campañas, las elecciones, ya hubo un resultado que configura una nueva correlación de fuerzas y ya hay un Presidente electo reconocido por el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, quien personifica el futuro régimen político que empieza a despuntar desde antes de su toma de protesta en el cargo el próximo primero de diciembre. Con 25 proyectos estratégicos, 50 medidas contra la corrupción, 32 coordinadores federales en los estados, tres actividades diplomáticas con representantes de gobiernos extranjeros, nombramientos para el gabinete legal y ampliado, dos reuniones con el Presidente de la República en funciones, una con un contendiente electoral, José Antonio Meade y un foro escucha para la pacificación y reconciliación nacional, Andrés Manuel López Obrador marca la agenda de la situación política del país y funcionamiento del próximo gobierno.
Más allá de todo lo anterior, lo importante es que con este nuevo gobierno le vaya bien a Guerrero y pueda dar un salto en la superación de los graves problemas que tenemos como estado. La expectativa es que a Guerrero la va a ir bien; Andrés Manuel ha estipulado que va a gobernar teniendo especial atención en los más pobres y los más pobres del país están en Guerrero.
En principio con los 25 proyectos prioritarios seguramente Guerrero será de los estados más beneficiados con los referidos a la construcción de caminos rurales, el de la reconstrucción para los afectados de los sismos, el de desarrollo urbano en colonias marginadas, con el de la duplicación de pensiones para adultos mayores, con los programas para discapacitados, de empleo para jóvenes y becas para estudiantes, el de créditos ganaderos y el de atención médica a toda la población, además de los programas normales de todas las dependencias el gobierno federal.
Pero además de la pobreza, uno de los problemas más graves que vivimos en el estado, la delincuencia organizada, es una facultad principalmente del gobierno federal, y la creciente actividad delictiva tiene un origen multicausal y estructural que requiere importantes montos presupuestales como los que se prevén serán destinados para Guerrero por el nuevo gobierno federal, no sólo para reforzar las instituciones de seguridad, sino para atacar el problema desde su origen socioeconómico. El punto es que el gobierno federal tiene mucho que hacer en Guerrero.
Por años, con presidentes de la República priístas y panistas, he escuchado a los gobernantes y políticos de todos colores del estado que el gobierno federal, la nación, México, tiene una deuda histórica con Guerrero por la aportación de sus habitantes a la construcción de la nación, que los problemas de Guerrero son un asunto de seguridad nacional. Hoy nuevamente esa voz tiene que hacerse escuchar y seguramente que va a ser escuchada porque uno de los principios del nuevo gobernante es la concordia, la reconciliación con todos los actores políticos, sociales, económicos y culturales, la convocatoria al trabajo en equipo, y porque uno de los principios del gobernador Astudillo es que Guerrero nos necesita a todos.
Los problemas del estado no los podrá resolver el gobierno estatal o el federal por separado, se necesita una alianza madura, la suma de esfuerzos, atribuciones y capacidades. Esto va a ser un factor clave en la segunda mitad del actual gobierno de Héctor Astudillo Flores y en la primera del gobierno de Andrés Manuel López Obrador; se va a necesitar diálogo, tolerancia, desprendimiento, colocar las necesidades de los guerrerenses por encima de las grillas, la soberbia y colores partidistas. Se requiere dejar atrás la política como lucha por el poder y hacer política como acción para resolver problemas colectivos, una colaboración en la que ambos gobiernos se vean como aliados ante una problemática de la que son corresponsables y se enfoquen en los problemas y las soluciones y no en las ideologías y partidos, en la que se respete la ley y las atribuciones de cada quien.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A toda la paisanada que ya llegó la hora de hacer política diferente porque el contexto político ya lo cambió el votante.