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Sábado 05 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Opinión  

Arturo Martínez Nateras

LOS PAPELES DE LECUMBERRI * La profecía de José Revueltas  El oceáno de documentos de los archivos secretos contiene infinidad de sorpresas y es el expediente de la confesión estatal de sus crímenes. Estoy investigando para editar un libro. Cada cuando me dé la gana entregaré materiales para su publicación. No es poca cosa contemplar … Continúa leyendo Arturo Martínez Nateras

Agosto 02, 2002

LOS PAPELES DE LECUMBERRI

* La profecía de José Revueltas

 El oceáno de documentos de los archivos secretos contiene infinidad de sorpresas y es el expediente de la confesión estatal de sus crímenes. Estoy investigando para editar un libro. Cada cuando me dé la gana entregaré materiales para su publicación. No es poca cosa contemplar el espectáculo de mirar a Echeverría, a Martínez Dominguez, de esperar la presencia de Rubén Figueroa, de Mario Moya Palencia, etc., declarando como inculpados y presuntos responsables. Este es ya un magno logro de la perseverancia. Se ha generado una confianza crítica e incrédula, pero las actuaciones del fiscal especial Ignacio Carrillo Prieto y sobre todo las ya más de 250 denuncias son muestras de lo posible si cada uno desempeña su papel.

José Revueltas, en nombre de la mayoría de los presos políticos lo sentenció. Lean ustedes. El 12 de noviembre de 1970, en diligencia que transcurre entre las 14:35 y las 15;30, el juez Eduardo Ferrer Macgregor dicta sentencia dentro del penal de Lecumberri contra 46 procesados recluidos y 22 en libertad provisional o bajo protesta. Hubo una asistencia de unas 20 personas entre familiares y periodistas.

Esa tarde Manuel Marcué Pardiñas habló, Elí de Gortari se negó a acudir y no fue presentado. Enseguida reproduzco el texto de José Revueltas quien habló en nombre de todos tal y como lo reporta Fernando Gutiérrez Barrios, director de la DFS.

“Aceptada la lectura de la sentencia, me dirijo a los actores y en especial a las autoridades judiciales; nuestras sentencias impuestas por la dictadura del gobierno son el reflejo de la inconciencia de los colaboradores judiciales en este falso proceso político; a ustedes jueces que funcionan como tales y que tratan de castigarnos en nuestro físico, más no en nuestro espíritu, como sucedió el día primero de enero del presente año, hubiera sido mejor mandarnos al paredón. Me dirijo a las autoridades judiciales y al Presidente de la República Díaz Ordaz para decirles que seguiremos luchando con las armas en la mano (sic) y así mientras nuestros cerebros tengan vida continuaremos en la lucha sin importar que las penas sean de 20 o de 40 años; y si ahora ustedes están allí, con el tiempo habrá quien les juzgue, tal vez las generaciones futuras lo harán y si no a sus hijos o a los hijos de sus hijos, o a los hijos de los hijos de sus hijos, lo que hago extensivo a todos los funcionarios judiciales”. (Expediente 11-4-70 H-40 L-12)

Hasta aquí la transcripción literal. Fausto Trejo y todos los presos políticos cantamos La Internacional, gritamos porras a la UNAM y al IPN, les aventamos monedas cada vez que mencionaban las multas por reparación de daños, etc.

En resumen dignidad, convicciones y rebeldía. Al volver a la crujía C María de la Luz Núñez Ramos, entonces joven estudiante madre de 22 años preguntó: ¿Cuantos años les echaron? Cada uno habló de su cuota ?¿Y a ti? Catorce. ¡Tan poquitos! Pretenden destruirnos, acabar con la alegría de la lucha, con el amor por el pueblo pero no van a lograr despojarnos del derecho a la felicidad, a la alegría y a la esperanza.

No pudieron y hoy, 33 años después la premonición se cumple. No es poca cosa participar, contemplar y actuar como acusadores, testigos de cargo, cuerpo del délito. ¿Será posible la justicia? No debemos desmayar. Por lo pronto allí están ellos, sentados en el banquillo de los acusados. La Comisión de la Verdad somos nosotros si hablamos y testimoniamos con verdad; si no mentimos y si quienes tienen la obligación histórica de la autocrítica, la emprenden.