EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

BAJO EL ALA DEL SOMBRERO

Asalto al cuartel Moncada

Carlos García Jiménez

Julio 24, 2020

In memoriam de Nicolás Carrillo Mercado, líder campesino de Tierra Caliente que durante 40 años mantuvo en alto la bandera roja de la causa campesina.

Este 26 de julio, los cubanos y muchos pueblos del mundo solidarios con las causas libertarias, celebrarán el 67 aniversario del asalto al cuartel Moncada, revuelta social que marcó el inicio del movimiento revolucionario que eliminó el hambre, la pobreza, el analfabetismo y las enfermedades en la más grande de las islas caribeñas.
Aunque esa revuelta –que también incluyó el asalto al cuartel Céspedes y el palacio de Justicia– fue derrotada por las fuerzas militares de la dictadura de Fulgencio Batista, sin embargo, significó la continuación de la Guerra Necesaria concebida por el padre de la Patria, José Martí, y el inicio de la Revolución Cubana liderada por el invicto comandante Fidel Castro Ruz.
Los 135 jóvenes combatientes de la autodenominada generación del centenario (en honor a los 100 años del natalicio de José Martí) con ese acto heroico despertaron la rebeldía del pueblo cubano en contra de la dictadura títere del imperio yankee. Ese despertar popular presionó a la dictadura para que los jóvenes sobrevivientes fueran sometidos a un juicio condenatorio, y luego exiliados del país. Durante el juicio Fidel Castro asumió su propia defensa exponiendo ante el tribunal el célebre alegato “La historia me absolverá”, que una vez filtrado a la luz pública se convirtió en proclama para la sublevación del pueblo cubano.
La historia posterior al 26 de julio de 1953, es vasta y llena de lecciones. Tras el exilio a México –del grupo principal de sublevados (1955)–, vinieron célebres pasajes históricos: la expedición del Granma, la guerrilla en la Sierra Maestra, la toma de las principales ciudades, el triunfo de la Revolución (1959), la reconstrucción del país, el bloqueo económico de Estados Unidos, invasión de Playa Girón, la declaratoria del camino al socialismo, la guerra fría, la hazaña internacionalista del Che Guevara, la caída del bloque socialista, el periodo especial, la muerte de Fidel Castro, y la Cuba libre actual.
“El Moncada nos enseñó a convertir los reveses en victorias.  No fue la única amarga prueba de la adversidad, pero ya nada pudo contener la lucha victoriosa de nuestro pueblo”, así recordó esa acción heroica Fidel Castro, líder indiscutible de esa revolución que aún hoy sigue rebasando fronteras.

Del Periodo Especial a la Agroecología

En la historia de la revolución cubana, el Periodo Especial en Tiempos de Paz (1990-2000) fue la más extrema prueba de fuego del pueblo cubano que le permitió resistir la adversidad económica y lograr su soberanía, con el mismo espíritu del 26 de julio.
El periodo especial, fue la respuesta del pueblo y gobierno cubano a la crisis económica y alimentaria generada por el recrudecimiento del bloqueo económico de los Estados Unidos (que propicio que también otros países del mundo occidental suspendieran relaciones económicas con Cuba), y la caída del bloque socialista (que por más de 20 años permitió la reconstrucción y el desarrollo de la economía cubana).
Sin suministros de combustibles, energía eléctrica ni refacciones foráneas la producción rural e industrial se detuvo. Al disminuir las exportaciones ya no hubo inversiones en actividades productivas y comerciales; la luz y el agua empezaron a dosificarse en horas específicas del día; y al caer la importación de alimentos, el racionamiento de los mismos fue más drástico.
Retornar al campo, a la agricultura tradicional, y a la producción de alimentos diversos fue la opción que permitió la sobrevivencia de la población cubana en los primeros cinco años del periodo especial. Este giro de 180 grados en la vida rural, fue evidente al ver varados tractores, bombas hidráulicas, camiones de carga y fábricas de origen estadunidense y soviético, que ya no disponían de combustibles y refacciones para su operación, ni mercados para las cosechas agrícolas tradicionales y de gran escala.
Esta situación empezó a cambiar hacia la segunda mitad de la década de los 90, una vez que el pueblo tomó conciencia y tomó en sus manos la nueva realidad. De este modo, para revertir el impacto de la revolución verde fomentada primero por los latifundios y agronegocios de Estados Unidos, y después por el enfoque productivista de los soviéticos, los cubanos rescataron la agricultura tradicional, simbolizada en semillas nativas, el uso de estiércol, la tracción animal, la asociación de cultivos, entre otros elementos. Luego, con la inventiva campesina, la labor de los investigadores y la incentivación del gobierno cubano, surgió lo que hoy se conoce como agricultura campesina agroecológica consistente en el uso de abonos orgánicos, el mejoramiento genético de semillas, la labranza de conservación, el manejo integrado de plagas, etc.
En 1997, bajo la dirección de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) –la organización mas representativa de los campesinos cubanos– la agroecología se generalizó a todo el país, gracias al movimiento De Campesino a Campesino, una forma de educación participativa surgida en México y Centroamérica; “el protagonista de los cambios es el campesino y no el técnico” es su principal postulado. Hoy toda Cuba es un sistema agroecológico ejemplar, presente no sólo en el campo, sino también en las ciudades y su periferia. Por ello, sus niveles de seguridad y soberanía alimentaria son de los más altos como pocos países en el mundo.
Así como en Agricultura el pueblo cubano y su gobierno convirtieron la derrota en victoria, también en Salud, Educación, Deporte, Democracia, Derechos humanos, entre otros ámbitos del bienvivir, han logrado resultados notables y el reconocimiento mundial. Por ello, este 26 de julio volverá a resonar por toda Cuba, y en muchos pueblos solidarios del mundo, el himno de aquella célebre hazaña:

Marchando, vamos hacia un ideal
sabiendo que hemos de triunfar
en aras de paz y prosperidad
lucharemos todos por la libertad…

A PLENO SOL: En tanto que funcionarios de Sader y de la delegación del gobierno de México en Guerrero declaran que la distribución de fertilizantes “fue todo un éxito y se rebasaron las metas”, la Coordinadora de Comisariados, en su función de Contraloría Campesina, ya realiza su propia evaluación, a mitad del camino. Los invitamos a retroalimentar este ejercicio de contraloría: ¿Cómo se observó la operación del Programa de Fertilizantes 2020 a ras de tierra? ¿Qué se debe mejorar y cómo? En tiempos de la 4T ¿hacia dónde debe reorientarse el Programa? Agradeceremos sus comentarios…

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