EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Borrón y cuenta nueva

Jorge Camacho Peñaloza

Abril 30, 2021

El primer paso no te lleva a donde quieres ir, pero te saca de donde estás.
Anónimo.

El éxito de Acapulco como destino turístico y como polo de desarrollo propició altas tasas de crecimiento económico y poblacional durante las últimas décadas del siglo pasado y las dos primeras del presente, dinamizando la economía y finanzas públicas del estado, el crecimiento de las inversiones y la generación de empleo.
Se consolidó la zona del Acapulco Dorado en la Costera Miguel Alemán y se continuó con los complejos turísticos de Punta Diamante y rumbo a la playa Bonfil, pero a su vez crecieron las colonias, las unidades habitacionales, las zonas urbanas periféricas empezando a invadir la zona rural y con ello la demanda de agua potable, drenaje, electricidad, servicios públicos municipales de recolección de basura y tratamiento de residuos sólidos, construcción de escuelas, servicios de salud, transporte público, pavimentación de calles, abasto, iluminación, seguridad pública, vivienda, espacios públicos, regulación sanitaria y cambio del uso del suelo; todo ello se fue “resolviendo” como fue saliendo, sin planeación y previsión convirtiéndose todo al final en un monstruo de mil cabezas, aunado a la entrada de grupos de la delincuencia organizada que penetraron en la sociedad y varias áreas de gobierno en sus tres niveles, y con gobiernos municipales ineficientes e insensibles se ha generado un caos que requiere de una cirugía mayor.
Han pasado varias administraciones municipales con diferentes niveles de eficiencia y eficacia que han intentado resolver la grave y pesada problemática de Acapulco, pero al final del día se han quedado cortas sin lograr resolver el grave deterioro social, turístico y de seguridad pública. Han habido también presidentes municipales muy eficientes y con completísimos currículums pero carentes de sensibilidad social y humana, otros muy populares y sensibles pero carentes de eficiencia.
El actual proceso electoral es una oportunidad para que la ciudadanía acapulqueña defina que tipo de administración municipal requiere Acapulco, no voy a mencionar aquí que la ciudadanía de Acapulco debe hacer conciencia de los problemas que tiene la ciudad y puerto porque sí que la tiene. La mayoría de los acapulqueños conocen perfectamente la problemática por la que atraviesa el municipio, no se le tiene que contar mucho para que entienda los problemas, lo que sí se tiene que hacer en este poco más de un mes que se tiene para llegar a la urna y votar por el próximo presidente municipal, es detenerse un poco para pensar qué tipo de presidente municipal necesita Acapulco, que tampoco se necesita mucho para saberlo luego de dos distintos perfiles que ha habido como mandamás del Palacio del Papagayo.
En este proceso electoral se vislumbran claramente dos posibles futuros para Acapulco: uno el populista, el que representa la posibilidad de un gobierno que se precia de alta sensibilidad social pero que su exceso de lo mismo lo haría caer en un desempeño que haría a un lado muchos problemas serios y estructurales que tienen que ver con el corazón mismo de Acapulco como es la reactivación del turismo o el problema de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA), el de la falta de agua para la ciudad, el de la ineficiencia administrativa del Ayuntamiento o el de la conducción de la política de seguridad pública, que seguramente pasarían por alto por sólo estar enfocado a programas clientelares y para la consolidación de un proyecto político y partidista, se trata de una candidatura que tiene claramente como prioridad un proyecto político más que las necesidades de la población; es un proyecto que trae a cuestas agravios, odios, divisionismo y confrontación que los trasladaría en el día a día del desempeño del gobierno municipal sin atender la compleja problemática.
Por otro lado, hay un proyecto qué está pensando en un futuro de soluciones, de trabajo sin distinciones políticas ni sociales, de cerrar la página de las confrontaciones y el divisionismo que han generado algunos políticos y gobernantes entre los acapulqueños, un proyecto de entusiasmo y alegría por servir y resolver, un proyecto de borrón y cuenta nueva, de reset dirían los chavos, de reinicio, de borrón y cuenta nueva para volver a empezar para quitarle a los acapulqueños la carga de los errores del pasado de gobiernos ineficientes.
El primer proyecto, el populista, el que va a priorizar lo político lo representa Abelina López, el segundo, el proyecto de la solución de los problemas de Acapulco lo representa el candidato Ricardo Taja, ambos representan futuros diferentes que el acapulqueño y la acapulqueña deben saber distinguir en poco menos de un mes para no poner en riesgo por tres años más el futuro de Acapulco, que el 6 de junio la ciudadanía dé un reset, un borrón y cuenta nueva al pésimo desempeño de su actual gobierno y ponga Acapulco en el rumbo de un futuro más ordenado, con mayor bienestar y seguridad.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A la acapulqueñiza que llegó la hora y ya era hora que Acapulco llegara una nueva cara, fibra y vibra positiva para ponerse a trabajar duro y recio porque frente al caos y la actual ineficiencia, pues hay prisa.