Hace seis años el pueblo de Cherán dijo ¡basta! Basta al saqueo de sus bosques, al despojo de su territorio, a la violencia y a los asesinatos de comuneros. Se organizaron y con la fuerza que hace la unión expulsaron al crimen organizado y a los talamontes. Después se deshicieron de los partidos políticos y decidieron elegir a sus autoridades a su manera. Fue una larga y difícil lucha y ahora, finalmente, hay paz en su territorio y tienen un concejo de gobierno que dirige el pueblo y que es elegido por asambleas. Conquistaron su autonomía y están aprendiendo a vivir con ella.
Tuve el honor de ser invitada por el Concejo Mayor de Gobierno Comunal a participar en una de las mesas de discusión que fue parte de las actividades con las que, durante tres días, se celebró el “Sexto Aniversario por la Lucha de la Defensa de Nuestros Bosques”.
Me tocó escuchar a la orquesta típica Kuerajperi, integrada por jóvenes y niños del pueblo y a la banda sinfónica de la casa de la cultura, que tocaron más que nada música purépecha. Además de su excelente interpretación hablaron de la importancia de preservar su cultura. Se ve que, ahora que ya pueden vivir en paz, están retomando las distintas manifestaciones culturales que forman parte de su identidad purépecha.
También noté una importante participación de jóvenes y niños, particularmente en los concursos infantiles de canicas, balero y trompo, así como la carrera de burros que se realizó por las calles principales. El juego de pelota purépecha, que estaba programado como cierre del evento, se canceló, pues no llegó el equipo invitado, pero los jóvenes del equipo local, alguno de ellos con tatuajes, otros con cortes de cabello estilo punk, estaban listos con sus bastones para jugar.
Visité el vivero de la comunidad, donde tienen más de un millón de pinos de diversas especies locales, con los que están reforestando las miles de hectáreas que fueron devastadas en los últimos años por la tala ilegal. Actualmente están trabajando además en la certificación del vivero, que cuenta con tres naves y tiene un sistema de riego automatizado para el cual utilizan agua de un manantial cercano.
Junto al vivero se encuentra la planta resinera y más adelante el aserradero. La explotación racional de la madera es una de las principales actividades económicas de la comunidad pero se había perdido, pues el crimen organizado les impedía prácticamente acercarse a sus bosques. Contaban, por ejemplo, que de alrededor de mil resineros que solía haber, para 2011 quedaban sólo 200, pues los demás abandonaron su trabajo después de que algunos fueron asesinados simplemente por estar en el bosque. Ahora ya hay casi mil otra vez.
La otra actividad económica importante en Cherán es el comercio, el centro del pueblo está lleno de tiendas y puestos de diversas mercancías. Pero parece que la mayor fuente de ingresos la constituyen las remesas ya que, según me contaban, casi la mitad de los cheranenses está trabajando en Estados Unidos; y fueron ellos los que apoyaron económicamente al pueblo durante el levantamiento.
Conocí también a Ezequiel Jiménez, un joven que ganó una beca para participar en un programa de verano en la universidad de Stanford, California el año pasado. Es historiador y, como otros profesionistas locales, está trabajando para su comunidad.
En síntesis, encontré un pueblo orgulloso de tener finalmente su destino en sus manos, orgulloso de su identidad y construyendo, no sin dificultades, una nueva forma de gobernar.