EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

De ciclones a ciclones

Jorge Camacho Peñaloza

Mayo 17, 2019

 

Cuando se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto.
Lucio Anneo Séneca

Ya inició la temporada de ciclones de este año, del 15 de mayo al 30 de noviembre para el océano Pacífico, mientras que para el Atlántico arranca 15 días después, el 1 de junio. Se prevén menos meteoros que en 2018 cuando se registraron 22 tormentas con vientos mayores a 63 kilómetros por hora, de los cuales 10 fueron huracanes que alcanzaron la categoría 4 y 5.
Para 2019 se pronostican 19 fenómenos meteorológicos de los cuales se prevé que 8 sean tormentas tropicales, cinco huracanes nivel 1 y 2, y seis categoría 3; el pasado miércoles se efectuó la reunión nacional de Proyección Civil en Ixtapa Zihuatanejo con la presencia de los secretarios de Seguridad Pública y Proyección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño; de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, y el de Marina, José Rafael Ojeda, con la anfitrionía del gobernador Héctor Astudillo Flores.
Qué bueno que desde ahora se empiecen a organizar las directrices de prevención, atención y superación de situaciones de crisis derivadas de fenómenos metereológicos en el país y sobre todo en nuestro estado, porque no cabe duda que hemos tenido varias experiencias dolorosas que han costado vidas por no haberse prevenido a tiempo como fueron los huracanes Paulina en 1997, que dejó 228 muertos y más de 150 mil damnificados, y la tormenta tropical Manuel en 2013 en el que perdieron la vida 123 personas, 97 de ellas en Guerrero resultado del doloroso alud que enterró a la comunidad de La Pintada en la Costa Grande.
Ambos fenómenos arrasaron varias comunidades dejando a miles de personas sin hogar ni trabajo, la creciente de los ríos y las barrancas se dejó venir ablandando la tierra y colinas de puentes de las carreteras del estado, se echaron a perder cosechas y muchas personas tuvieron que sufrir el desplazamiento obligado a otros lugares para vivir, todo por no prever a tiempo.
La acción preventiva es aquella que nos permite prever riesgos y la manera de evitarlos, la que nos puede ayudar a evitar crisis y emergencias causadas no sólo por catástrofes naturales sino por catástrofes causadas por los humanos, estas últimas pueden generar crisis personales, familiares, comunitarias y las que son de mayor envergadura, las crisis políticas.
En Guerrero hace falta mucho por hacer en materia de prevención de ciclones no sólo naturales sino que también políticos, y lo que lo ha impedido ha sido esa cultura muy arraigada del “no pasa nada”, que no es otra cosa que la omisión, desinterés o pérdida de la realidad que muchas veces provoca el poder, esa prevención que no se ha tenido para evitar los ciclones de la delincuencia organizada, de las llamadas policías comunitarias, de la CETEG, de la ineficiencia de alcaldes y alcaldesas y funcionarios estatales que no están a la altura de la responsabilidad pública; esos ciclones que hacen igual o más daño al estado porque lo mantienen rezagado en materia de desarrollo impactando en bajos niveles de bienestar de la población.
Ahí están los ciclones del 12 de diciembre de 2011 y del 26 de septiembre de 2014: los ciclones UPOEG y el ciclón Frente Unido de Policías Comunitarios del Estado de Guerrero; el ciclón de los desplazados de Chilapa; el ciclón de los desfalcos a las arcas públicas, en fin, numerosos fenómenos que provocan desastres políticas y sociales por no prever y prevenir a tiempo, mismos que podrían evitarse con legalidad, eficiencia, inteligencia y profesionalismo, para evitar improvisación, reacción y simulación.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A Claudia Sheinbaum que no se qué espera para realizar el rito de pedimento de lluvias en pleno Templo Mayor, pues no pudo prever el ciclón de la contaminación, pos asimismo como cuando la toma de protesta de su Tatich mayor que le pidió permiso a los dioses para su gobernación.