Sobre el proyecto de resolución del magistrado electoral Reyes Rodríguez, hay que empezar diciendo lo siguiente: ninguna ley secundaria puede estar por encima de los derechos constitucionales de los ciudadanos.
Para él sí. Aunque le dedica largas parrafadas a ese derecho en su anteproyecto, al final, y basado en una ley secundaria, Rodríguez confirma que el Consejo General del INE puede retirar a un ciudadano una candidatura aunque ésta haya sido ratificada en dos encuestas por los electores guerrerenses.
Esa ley que el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, acaba de decir que va a aplicar sin miramientos, y si es a sus enemigos, mejor.
Es increíble que a estas alturas de la llamada transición a la democracia, los organismos electorales se comporten facciosamente (INE) o leguleyamente (Tribunal).
No entiendo por qué regresar el expediente al INE, si el magistrado Rodríguez ya tiene todo claro. Está proponiendo que a Adela Román, Pablo Amílcar Sandoval y Luis Walton se les aplique una sanción menor, y que a Félix Salgado se le ratifique la sanción de la cancelación del registro de su candidatura a gobernador.
Al candidato que, después de una brutal campaña mediática aprovechando las denuncias de violación sexual y que lleva dos semanas sin hacer campaña, sigue adelante en las encuestas de preferencias electorales, como lo acaba de confirmar la que levantó el periódico El Financiero.
Esto no lo vio el magistrado Rodríguez, que solamente ve lo que está en el expediente. La realidad externa no existe. Él está para aplicar la ley, no para impartir justicia.
Lo ideal sería que a los cuatro precandidatos de Morena se les aplique la misma sanción, y que se deseche el retiro de la candidatura. Con el antecedente de que alguien que trate de engañar a la autoridad electoral y no presente, recurriendo a diferentes argucias, un informe de gastos de precampaña puede perder una candidatura, será suficiente en el futuro para “inhibir este tipo de conductas”, como dice el proyecto del magistrado Rodríguez.
Además, el espíritu de la ley debe considerarse. Y éste es castigar a aquellos precandidatos que pretendan deliberadamente ocultar el uso ilegal y masivo de recursos, y no creo que sea el caso en ninguno de los cuatro precandidatos sancionados.
Ha sido la estrategia de Morena no tener precandidatos ni hacer precampañas. Incluso escoge nombres rimbombantes para ocultar la condición de precandidatos de sus aspirantes a un puesto de elección popular.
Bueno, pues ahora ya conocen las consecuencias de esa simulación.
Y los abogados de Félix Salgado, que han demostrado que son pésimos, le recomendaron que dijera mentiras, como que él no era quien aparece en un video.
Antes le recomendaron que no respondiera públicamente a las acusaciones de violación sexual presentadas por dos mujeres. Apenas anteayer dijo que son calumnias que forman parte de una guerra sucia y pidió a sus denunciantes que no se prestaran a ésta.
Pero de allí a retirarle la candidatura hay un abismo. Los mismos partidos opositores al gobierno de Andrés Manuel López Obrador; la comentocracia que se dice escandalizada por la presidencia autoritaria que encabeza, debieran ser los primeros interesados en que se derrote en las urnas, en la lid democrática, a un político al que han pintado como un monstruo. Y debiera hacer lo propio el candidato a gobernador del PRI-PRD, Mario Moreno.
Que no le quiten este derecho a los guerrerenses.