EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El dengue, un riesgo latente en Guerrero

Fernando Lasso Echeverría

Agosto 01, 2005

El dengue es un padecimiento febril, causado por un virus que es transmitido por medio de la picadura de un mosquito, en estado infectante. Este mosquitos es diferente al que transmite el paludismo.

Del virus causal del dengue, se conocen hasta la fecha cuatro variedades capaces de provocar esta enfermedad en el ser humano y son conocidos como tipo I, II, III y IV. El primer tipo circula en nuestra entidad desde los inicios de los años 80; los tipos II y IV, llegaron a nuestro medio en 1985 y el II en 1996, es decir, actualmente los cuatro virus circulan en todo nuestro estado y por ello, cada uno de los habitantes de Guerrero estamos expuestos a padecer varias veces dengue, pues el hecho de contagiarse con uno de los cuatro virus, no crea inmunidad en contra de los otros tres.

Ahora bien, la primera infección por dengue provoca un padecimiento molesto pero no grave en la persona infectada, el cual se caracteriza por fiebre, dolor muscular y articular muy severos (lo que le da el nombre popular de quebrantahuesos), dolor de cabeza y especialmente de ojos y en muchas ocasiones una erupción cutánea parecida a la rubeola o al sarampión, que cede con una semana de reposo en casa y la ingestión de neomelubrinas o tempras para la fiebre y el dolor (no requiere la toma de antibióticos y no se debe tomar aspirina).

Sin embargo, con una segunda infección por otro de los virus que provoca dengue (y que circulan en nuestro entorno), tenemos un riesgo altísimo de padecer la grave variedad de dengue hemorrágico, el cual puede ser mortal, si el paciente no es atendido oportunamente en un hospital, en el cual le proporcionen los cuidados necesarios.

¿Qué significa esto? pues resulta que con un porcentaje muy elevado de la población con el antecedente de una infección por dengue –después de 25 años de haberse presentado los primeros casos en el estado– el dengue hemorrágico en la población irá en ascenso; cada vez será más frecuente esta grave variedad de dengue si no se toman las medidad preventivas que lo eviten.

Dentro de las expectativas que se manejan (y le aseguro distinguido lector, que esto no es ciencia ficción), está la de que pudiera ocurrir un año de éstos, un brote epidémico tan grave de dengue hemorrágico, que la infraestructura hospitalaria existente en el estado, podría ser rebasada e incapaz de atender a todos los pacientes que sean llevados para su atención.

Este preocupante panorama, se ve agravado si recordamos que no existen vacunas contra esta enfermedad, ni medicamentos específicos que actúen contra el virus y es por ello, que las únicas medidas útiles contra la diseminación de este padecimiento, son las que se llevan a cabo contra el mosquito que lo transmite.

La Ssa practica la fumigación contra el insecto y la aplicación de larvicidas que atacan la larva (maromeros) en su etapa acuática, sin embargo, es imposible abatir la densidad de mosquitos a un nivel que logre interrumpir la transmisión, sin la estrecha colaboración de la población, pues es de hacerse notar que este insecto díptero, se reproduce dentro de los domicilios o alrededor de ellos, en todos aquellos recipientes (cacharros) que puedan colectar agua de lluvia, como llantas viejas, trastes de cocina inservibles, botellas vacías, botes, etcétera).

Una buena descacharrización de las casas habitación evita criaderos del mosquito y hacen difícil su reproducción y por lo mismo al no haber mosquitos o disminuir notablemente su número por falta de medios adecuados para su desarrollo, se frena la transmisión del dengue. Por supuesto, para ello es necesario que la población esté debidamente informada, para que participe en estas acciones y que por otro lado, los ayuntamientos apoyen, con vehículos las actividades de descacharrización.

Es indudable pues, que la lucha contra el dengue es responsabilidad de toda la sociedad; hagamos cada quien lo que nos corresponde.

 

 

*El autor es médico dermatólogo y ex presidente de la Federación Médica del estado de Guerrero