EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El maestro Andrés Manuel

Jorge Camacho Peñaloza

Diciembre 20, 2019

 

La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular. Edmond Thiaudiére.

Que el poder reciba críticas es una condición sine qua non de las de las democracias, pues la crítica es el antídoto a los excesos del poder y sin ella puede caer en el autoritarismo, pérdida del sentido de la realidad, extravío en el placer de su ejercicio y en percepciones equivocadas de sus límites y funciones, y cuando se está ante un periodo de cambios políticos es necesario que el poder reciba críticas. Es por eso que no debemos parar en la crítica al poder, porque es consustancial a la democracia, a la salud de la vida política de la sociedad, y más cuando vemos que el poder se está ejerciendo equivocadamente como lo está haciendo Andrés Manuel López Obrador.
Se entiende, suponiendo sin conceder, que tiene un legítimo interés pedagógico de, todas las mañanas, dar clases de historia, política, ética, filosofía y de moral a sus feligreses, pero esto no lo debe extraviar perdiendo de vista que es un servidor público con facultades limitadas, que está inmerso en un sistema político federal compuesto por soberanías, poderes, instituciones y leyes que tiene la obligación de respetar, que el Poder Ejecutivo no es el único poder de la nación, que éste está instituido en Asamblea Constituyente por el acuerdo de los Estados Soberanos a través de sus diputados representantes en el pacto federal.
Que alguien le diga al presidente que en este país no sólo se vota por el presidente de la República, que sus votantes no son los únicos en nuestro sistema político electoral, que los gobernadores no son empleados del presidente como para que los esté evaluando, eso les corresponde única y exclusivamente a sus gobernados.
¿De dónde saca Andrés Manuel López Obrador que puede calificar a los gobernadores en las reuniones de las Coordinaciones Estatales para la Construcción de la Paz y la Seguridad, si desde que él propuso estos mecanismos él mismo planteó que los gobernadores sería invitados a formar parte de ellos? ¿Esa es la forma con que trata a sus invitados?
No presidente, no se equivoque, usted no es Tlatoani ni Tatich por más que le hayan entregado numerosos bastones de mando por parte de pueblos indígenas en el país. Forma parte usted de un Estado federal, no actúe como conservador ejerciendo el poder bajo premisas personales, es decir, autoritariamente, sujétese a los límites del poder federal y respete los alcances de los poderes de los estados soberanos que componen la República.
Porque así como López Obrador puede evaluar equivocadamente a los gobernadores, éstos también podrían juntarse, con el mismo erróneo derecho, los 32, y evaluar, en el mismo formato de una mañanera con la mayoría de los gobernadores y exhibir las pifias, omisiones y faltas que ha cometido, y seguramente salir reprobado.
Esta bien que a López Obrador le guste la pedagogía política, pero no puede ver al país como un salón y sentirse el maestro de todos los mexicanos y menos exhibir sus calificaciones; hay un sustento para el ejercicio autoritario del poder, es decir, para abrogarse facultades que no se tienen, para rebasar los límites del respeto a las instituciones políticas, a la democracia misma, que es creer que los cambios sólo pueden llevarse adelante mediante dictaduras. Cree que llegó al poder resultado de una revolución y no, el señor llegó a la Presidencia por canales institucionales, establecidos en la ley y no por medio del asalto al poder empujado por un movimiento como le dice a su partido.
Vuela vuela palomita y ve y dile: Al presidente AMLO, que la política no es un asunto de personas, sino de instituciones y convenciones, que no ande evaluando gobernantes porque entonces se convierte en un político malo.