Jorge Camacho Peñaloza
Junio 29, 2018
No es el fuerte el que gana, el que gana es fuerte. Franz Beckenbauer.
Llegamos casi al final de la competición, han sido semanas de exponer las virtudes de los contendientes. Contra lo que señalaban las apuestas y encuestas han caído grandes de la contienda aún estando arriba en los pronósticos. La final está cerca y pueden seguir presentándose sorpresas para quienes pensaban que ya tenían segura la victoria, si no pregunten a los alemanes campeones del futbol que quedaron fuera del Mundial. Está demostrado que los grandes equipos pueden perder los partidos aunque las apuestas los ponga como favoritos. Y así le va a pasar a cierto candidato quien durante toda la campaña sostuvo que iba arriba en las encuestas, pero que en el partido del próximo domingo seguramente le va a pasar como Alemania, saldrá derrotado, no por un coreano pero si por un mexicano al que le dicen el Mero Mero.
En este Mundial antes de los partidos se ha especulado mucho, como con las encuestas electorales, y a España, Argentina, Alemania, de nada les ha servido tener altos los pronósticos de victoria si en los partidos han perdido o empatado. Así las encuestas electorales han fallado en la predicción del resultado de numerosas elecciones siendo emblemática la última de Estados Unidos en donde se le daba la victoria a Hillary Clinton y ya en la votación resultó victorioso Donald Trump.
Aquí lo que cuenta no son los pronósticos sino los goles y los puntos, y lo que hacen o dejan de hacer los demás contendientes, así mismo es en la elección, no porque todo el mundo creía que Alemania ganaría a Corea los teutones ganaron, no, así va a pasar con cierto candidato que cree tener la elección ganada y va a salir derrotado. Existe un alto porcentaje de jugadores que han rechazado responder a las encuestas o que han contestado que aún no saben por quién votar, no sabemos qué va a pasar con ellos en el partido del domingo. No porque algunas encuestas digan que un candidato va arriba significa que ya ganó, no, aquí lo que cuenta son los votos del partido del domingo, lo que hagan o dejen de hacer los votantes ese día y puede ser que esos electores den su voto al candidato que ha demostrado ser el más capaz.
Lo que es un hecho es que el próximo domingo jugaremos un partido definitivo, tenemos que fijarnos bien en la elección que vamos hacer, no se trata de cualquier partido, se trata de uno del que México tiene que salir campeón, tenemos que jugarlo con inteligencia, no con ocurrencias, tenemos que pararnos bien frente a la historia para no volver a repetir caudillismos que han retrasado la maduración de las instituciones y la vida ciudadana que debe regir en una democracia moderna; o votamos por el equipo que representa el pasado o votamos por el equipo que representa el futuro.
La historia del país va a cambiar para bien o para mal, podemos ganar el futuro o perder libertades. De ganar México avanzará como nunca a las siguientes rondas del desarrollo económico y del bienestar si votamos por el candidato que tiene más experiencia, conocimientos y honestidad; si pierde, perderemos libertades porque el candidato que presume ir arriba en las encuestas le ha dado la espalda a la democracia y a los ciudadanos, gobernaría con autoritarismo pues de otra forma no podría cumplir lo que ha prometido si no pasándose por el arco del triunfo la ley y los consensos. Nosotros los ciudadanos tenemos el balón en las manos, el próximo domingo metamos muchos goles a favor de México.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A toda la comarca que la moneda está en el aire, que ni los pronósticos ni las encuestas pueden decir quién va a ganar el próximo domingo, que nadie se haga el sorprendido, que nadie puede cantar victoria hasta que termine el partido.