EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El reto del manejo de la basura en Guerrero en la 4T

Carlos Toledo Manzur

Febrero 14, 2022

 

No hay duda de que uno de los más graves y complicados problemas que enfrentan los ayuntamientos es el de los residuos sólidos urbanos, es decir la basura. En las ciudades más grandes de Guerrero el asunto hace crisis con frecuencia. En Acapulco ha sido declarada desde finales del año pasado, una emergencia sanitaria lo que en días recientes ha sido señalado por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda como una situación “inadmisible”. Como parte de las acciones para la contención a riesgos a la salud en Acapulco, cuyo Comité Interinstitucional se instaló recientemente con la presencia y apoyo del secretario de Salud federal, Jorge Alcocer Varela, se estableció un Plan Estratégico para la Atención de los Riesgos por los desechos urbanos. Por su parte la alcaldesa Abelina López Rodríguez ha hecho esfuerzos muy importantes para atender la situación con el reforzamiento de la infraestructura para el manejo de la basura, que ha incluido la adquisición de un número importante de vehículos para la recolección y la atención a los sitios de acumulación de desechos en distintos puntos de la ciudad.
Sin embargo, el problema en general es muy serio. De acuerdo con el Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos, elaborado por la Semarnat, en Guerrero se generan ¡diariamente! más de 3 mil 400 toneladas de residuos sólidos urbanos, lo que implica alrededor de 1 kilogramo per capita por día. Se estima que del total de residuos generados se recolectan solo el 78%. La recolección se hace de manera generalizada ya que del total solo 70 toneladas al día (apenas el 2%) se recoge de manera separada.
La situación con respecto a los sitios de disposición final en el estado es realmente deplorable, ya que la gran mayoría de ellos son simplemente tiraderos de basura, que se encuentran sin control y generando un daño ambiental y a la salud considerable. En efecto de los 116 sitios registrados, sólo 6 (5.2%) cuentan con geomembrana, únicamente 9 (7.8%) llevan a cabo captura de lixiviados, 6 (5.2%) hacen captura de biogas, 2 (1.7%) tienen báscula y 38 (32%) tienen cerca perimetral, mientras que 74 (63.8%) no cuentan con ninguno de estos elementos de infraestructura para el manejo de los residuos. Contar con sitios de disposición final que cumplan con todas las características que les hagan ser verdaderos rellenos sanitarios, requiere de una inversión considerable, que en estos tiempos de drástica disminución de los presupuestos ambientales parece difícil de conseguir.
La solución de fondo consiste sin duda en la promoción de una economía de tipo circular, en la separación, procesamiento y reciclado de la mayor parte de los residuos, de tal manera que se reduzca significativamente la fracción de ellos que llegan a los sitios de disposición final. En efecto, la composición de los residuos sólidos urbanos indica que eso puede ser perfectamente posible. Del total de basura que se genera, el 46% consiste en residuos orgánicos, principalmente alimentarios y de jardinería; el 32% esta constituido por materiales que son susceptibles de ser aprovechados, es decir material reciclable, como metales, cartón, papel, diferentes tipos de plásticos y vidrio, entre otros. Finalmente, la parte que no se puede reciclar por no ser susceptible de aprovechamiento consiste en el 22%.
El reto entonces consiste en primer lugar en lograr procesar la parte orgánica para convertirla en composta y destinarla a los jardines, a la agricultura peri urbana y al mejoramiento de las tierras agrícolas vecinas de los centros urbanos que bajo el modelo agro ecológico, requieren precisamente del fortalecimiento de su componente orgánico. En segundo en lograr la separación y canalización hacia cadenas económicamente rentables, de aprovechamiento y reuso de la fracción inorgánica aprovechable. Y finalmente reducir a una quinta parte la basura que tendría que ser enviada a los sitios de disposición final, lo que haría cinco veces más barata la construcción de infraestructura necesaria, ya que se multiplicaría su vida útil.
Una alternativa de economía circular y de procesamiento y reciclamiento de la mayor parte de la basura generada, implica la elaboración de una estrategia de política pública integral pero sobre todo requiere de un mecanismo exitoso de separación y canalización de los residuos. Una posibilidad para llevarlo a cabo es el establecimiento de unidades de separación de la basura revuelta, tal y como se recolecta en la actualidad.
Sin embargo otra alternativa, que es más coherente con la idea de la Cuarta Transformación, es la generación de conciencia ciudadana y organización popular, que permita que la basura sea separada en los hogares, que se establezca un sistema de procesamiento de la fracción orgánica para convertirla en composta en las mismas colonias y articular cadenas de comercialización para los materiales aprovechables que generen recursos para apoyar el esquema.
Como lo dijo la gobernadora Evelyn, el reto consiste “en establecer una estrategia de consumo responsable que nos permita disminuir la generación de estos residuos y un manejo ordenado de lo que produce la actividad humana”.

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