La masacre de copreros en Acapulco el 20 de agosto de 1967 ¡no se olvida!

A pesar de que aún no son tiempos electorales, los aspirantes a un puesto de elección popular –unos más, otros menos–, ya están enfilados en una franca campaña con rumbo a las elecciones del próximo año. Como en los viejos tiempos, las encuestas inducidas, la entrega de dádivas, los eventos proselitistas y los mensajes difundidos en redes sociales, ya son el pan de cada día, como si el electorado fuera un simple consumidor de ofertas de mercado.
Cabe señalar que el calendario aprobado por el Instituto Nacional Electoral, marca el inicio formal del proceso electoral el próximo mes de noviembre y las elecciones el 6 de junio de 2021. En Guerrero se elegirán 127 cargos, entre ellos un gobernador, 46 diputados locales y 80 cuerpos edilicios (el ayuntamiento de Ayutla se renovará bajo el régimen de usos y costumbres).
Tras el tsunami de 2018, la inercia incipiente de la Cuarta Transformación (4T), los escándalos del factor Lozoya y el distanciamiento social obligado por la pandemia, las elecciones próximas ya no serán como antes. Así que los adelantados que aspiran a un puesto de elección, tendrán que renovarse y adecuarse a la nueva realidad, o ajustarse al veredicto de una ciudadanía que ahora es más reflexiva, crítica y actuante. Por eso, en este tema, cobran fuerza las palabras del presidente de México: “Esos políticos ambiciosos, fantoches y corruptos que andan ya alborotados. ¡Se van al carajo!”.

Lo que requiere Guerrero

En tal sentido, sin minimizar la elección de diputados y ediles municipales, es pertinente focalizar la elección de gobernador porque ésta determinará la tendencia del proceso electoral en su conjunto, y por tanto la alianza de grupos y partidos políticos.
En la perspectiva tradicional, y de acuerdo a los reportes de distintas empresas encuestadoras, las elecciones se advierten como una competencia en la que el partido Morena (no obstante, sus pugnas internas) se perfila con cerca del 50 por ciento de las preferencias, seguido por el otrora partido de Estado, el PRI, con el 18 por ciento, el PRD con el 7, el PAN con el 4 y el resto de los partidos y ciudadanos que aún no sabe su preferencia con el 21 por ciento. Sin embargo, estas estimaciones son relativas, y seguramente se van a modificar conforme se construyan las alianzas, se definan los candidatos, se conozcan las propuestas y compromisos de campaña, y se acerquen las elecciones. Así que, nada de lo que hoy existe es definitivo.
En otra perspectiva, la de la ciudadanía guerrerense que aspira a una verdadera transformación del actual estado de cosas, el escenario político de 2021 es diferente, y coincide con el mensaje que López Obrador expresó la semana pasada en la conferencia mañanera realizada en Acapulco: “Guerrero es mucho pueblo, un pueblo ejemplar, noble trabajador, con una gran tradición de lucha por la democracia y la justicia; un referente en las tres transformaciones sociales que ha vivido el país, y por supuesto, lo será en esta Cuarta Transformación… por ello merece gobernantes de primera”.
A pregunta expresa del periodista Misael Habana acerca de su opinión de cuál debe ser el perfil de quien suceda al gobernador Héctor Astudillo Flores, el presidente de México dijo: “Un gobernante –del partido que sea– debe tener como actitud servir al pueblo, tal como lo expresó Morelos en los Sentimientos de la nación”.
Luego, sin mencionar a nadie en particular, pero refiriéndose claramente a todos los que ya andan “alborotados” para ser candidatos, fue enfático al señalar que los políticos de ahora se vuelven arrogantes cuando llegan al cargo, cambian su fisonomía y actitud: “otra ropa, otro peinado, se vuelven presumidos, prepotentes, y lo peor, corruptos; están pensando que el cargo los va a hacer grandes”.
Con estas palabras, prácticamente, el presidente de México despreció una vez más a los que ya andan en campaña. Si, como en el viejo régimen, él decidiera al candidato, ya hubiera descarrilado a todos los “destapados” de su propio partido. Hoy en la era de la 4T se requiere una nueva forma de hacer política que esencialmente incluya a los ciudadanos organizados; y que incorpore nuevos conceptos en el ejercicio de la política, tales como: democracia participativa, gobernanza, gobierno abierto, transparencia y rendición de cuentas, contraloría y participación social, rescate de la agricultura campesina, impulso de la agroecología, eliminación del glisofato, empresa social, mercados locales, economía social y solidaria …un nuevo lenguaje, pues.
De acuerdo a lo anterior, a propósito de los “adelantados” que ya se sienten a un paso de ser candidatos, es oportuno compartir algunas características que se empiezan a comentar a ras de tierra, de quiénes podrían ser promovidos –desde la ciudadanía– a algún puesto de elección: Ser sincero y no arrogante en su relación con el pueblo, no tener antecedentes de corrupción en cargos anteriores, tener una plataforma de trabajo que contribuya a la transformación de la actual realidad, promover desde abajo la 4T, crear espacios de diálogo permanente con sus representados, establecer compromisos claros y mecanismos para hacerlos efectivos en caso de ganar la elección, entre otros.
A la luz de las campañas adelantadas y del pobre desempeño de los actuales gobernantes y legisladores, es importante que la ciudadanía tome en sus manos los asuntos de la política y lleve el debate de la próxima coyuntura electoral al terreno de la ciudadanía; es decir: al terreno de las asambleas comunitarias, foros y convenciones ciudadanas.
Para que Guerrero cuente con un gobernante de primera es preciso que, como cuando se siembran los cultivos agrícolas, se empiece a preparar el terreno desde ahora. Porque de cómo se cultive la reflexión y el debate, de cómo se promueva una nueva visión de la política, se moldeará el proceso electoral que se avecina y se evitará que se vuelvan a colar advenedizos chatarra y sin trayectoria en los puestos de elección popular. Es la hora de la ciudadanía
A pleno sol. En medio del actual debate entre “glisofato vs agroecología”, resulta interesante el video de #Ceprodites que ya circula en redes sociales (Facebook: Palabra Coyuquense). Muchas gracias estimado Carlos Guinto por esta labor de periodismo participativo a favor de la agroecología.