Raymundo Riva Palacio
Marzo 01, 2019
ESTRICTAMENTE PERSONAL
El gobierno ya estableció, de manera preliminar, lo que aún no resuelven los peritos internacionales. El helicóptero en el cual perdieron la vida el 24 de diciembre pasado la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, su esposo el senador Moreno Valle, un asistente y los dos pilotos, no fue consecuencia de un atentado o un incidente exterior a la nave, ni por condiciones climatológicas adversas, o por un error humano. Su caída fue por una falla en el helicóptero. O al menos, esto es lo que deja de manifiesto el subsecretario de Comunicaciones y Transportes, Carlos Morán, al dar a conocer este jueves la grabación entre el piloto Roberto Coppe, y la torre de control del aeropuerto “Hermanos Serdán”. Su explicación, sin embargo, genera más dudas que certidumbres, que se añaden a las suspicacias de haber intentado reservar por el resto del sexenio el contenido de las grabaciones.
Vayamos por partes:
1.- La grabación comienza a las 14 horas con 34 minutos y 17 segundos, y el último contacto es a las 14 horas con 35 minutos y 40 segundos. “Treinta veintisiete sin tráfico”, reportó Coppe. “Te llamamos cruzando la estación el Bravo Oscar Noviembre”. Estas palabras pertenecen al alfabeto fonético de la Organización de Aviación Civil Internacional, la OACI, que corresponden a la matrícula XABON del helicóptero siniestrado. La clave XA identifica a las aeronaves que se utilizan con fines comerciales. La XB corresponde a aeronaves particulares sin fines de lucro, y las XC a gobiernos.
Coppe reportó a las 14 horas con 35 minutos y 20 segundos, que estaba a seis millas del aeropuerto (10.8 kilómetros) del aeropuerto. Había salido de la casa del empresario José Chedraui, que no tiene permiso para operaciones de ese tipo, pero que por su ubicación es utilizado de manera regular por políticos.
El piloto, que se formó en Mexicana de Aviación y de ahí saltó a manejar helicópteros, tenía mucha experiencia y era cercano a Moreno Valle. Tenía todos sus permisos en regla, como también estaba el helicóptero, de manufactura italiana, que recién había estado en mantenimiento.
2.- El total de tiempo en el que mantuvo la comunicación Coppe con la torre de control fue de un minuto y 23 segundos. Los expertos señalan que no hay nada inusual porque los helicópteros mantienen poca comunicación con los controladores aéreos. Durante ese tiempo, la grabación no muestra ninguna alteraciones del piloto con el helicóptero, un AgustaWestland AW109SP que utilizaba el senador Moreno Valle, quien ese día viajaba con su esposa a la Ciudad de México para comer con sus padres en su casa de las Lomas de Chapultepec. Tenían programado regresar para la cena navideña con la madre de la gobernadora Alonso.
El helicóptero es una de las naves más reconocidas en el mundo. “Los operadores, los pilotos y los mecánicos generalmente dicen que les gusta la velocidad, el poder y el comportamiento de los varios modelos A109”, escribieron en 2008 los críticos de la publicación estadunidense especializada Rotor&Wing International. “Elogian la calidad en el manejo de la nave y sus controles, así como su confiabilidad de sus motores y el apoyo de sus fabricantes”. El helicóptero es usado por una treintena de gobiernos y particulares en más de una decena de países.
El mismo tipo de helicóptero siniestrado en Puebla tuvo dos accidentes mortales previos, en 2012, donde murió Juan Armando Hinojosa García, íntimo amigo del ex presidente Enrique Peña Nieto, quien realizó un viaje de Metepec a la Ciudad de México en una noche de malas condiciones climatológicas, donde lo urgieron a no utilizarlo, y en 2016, donde tres militares murieron en una nave de la Fuerza Aérea Mexicana, por razones que no se revelaron.
Morán dijo ayer que no habían hablado nada sobre el siniestro porque “no había nueva información”. Al contrario. Dio mucha información nueva y generó más dudas. Como botones de muestra:
Pese a saber que el helicóptero no había despegado del aeropuerto “Hermanos Serdán”, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, escondió el sitio original de despegue.
Morán no mencionó nada sobre las condiciones climatológicas, que de acuerdo con la Asociación de Pilotos, eran “óptimas”.
Morán dijo que la investigación de este tipo de siniestros, “dependiendo del tipo de accidente, puede tardar entre seis meses y dos años o más”. El dictamen de los peritos canadienses y estadunidenses no está concluido, y sin embargo, el subsecretario adelantó resultados sin aclarar en qué sustentaba sus afirmaciones.
La investigación en tierra de las autoridades federales, que comenzó con horas de retraso por la tardanza en comenzar a cerrar la zona y recoger evidencia –una pieza, reveló Morán, nunca fue encontrada–, incluye declaraciones ministeriales de testigos en la zona del accidente, donde hay una coincidencia en muchos de ellos que señalan que el helicóptero cayó en llamas.
Entre la última comunicación entre el piloto y la torre de control, y la primera llamada de los controladores aéreos que ya no obtienen respuesta de Coppe, pasaron cuatro minutos con 29 segundos, que no se sabe qué sucedió, pero que Morán adelantó que fue accidente.
El 24 de enero su jefe, el secretario Javier Jiménez Espriú, dijo que la caída del helicóptero había sido “inusual”, al haber chocado en tierra en posición invertida y en un ángulo de 60 grados. Dijo en ese entonces que todas las posibilidades estaban planteadas, pero no enumerarían las hipótesis para evitar especulación. Morán dio ayer la versión oficial de la SCT. ¿Por qué lo hizo? No se sabe, pero sembró más dudas y sospechas sobre lo que sucedió aquél mediodía de Navidad.
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