En julio de 2005, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de la ONU presentó el capítulo México del Índice de Desarrollo Humano (IDH). En ese reporte sobresalió Metlatónoc como el municipio más marginado del país y el más pobre del mundo. En 2011 un nuevo estudio del PNUD ubicó a Cochoapa el Grande como el municipio con el IDH más bajo del país. El hallazgo fue noticia nacional por destacar como el municipio más pobre entre los pobres. Metlatónoc, en 2005, y Cochoapa el Grande, en 2011, fueron motivo de alarma nacional por su situación de miseria, comparada con naciones africanas como el Congo o Zambia. Incluso se habló de la creciente “africanización” de la pobreza de los pueblos indígenas de la Montaña de Guerrero.
Tanto Metlatónoc, como Cochoapa el Grande, han sido escenario de promesas incumplidas. Desde Vicente Fox (PAN), Felipe Calderón (PAN) y Enrique Peña Nieto (PRI), han ensayado diversas políticas públicas que terminaron en fracaso total. En su momento, los gobernantes nacionales llegaron en helicóptero, acompañados por sus secretarios de Estado (SSA, Sedesol y SEP). Metlatónoc y Cochoapa el Grande son un ejemplo del fracaso de la política asistencialista y clientelar en que se manejaron los programas sociales en tiempos del PAN y del PRI. Los desastres sociales y económicos están a la vista. La corrupción permeó el corazón de los programas sociales.
En su Informe de Pobreza y Evaluación 2020, correspondiente al estado de Guerrero, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval, Cdmx, 2020) presentó resultados preocupantes sobre la situación social de la mayoría de los municipios indígenas de la Montaña de Guerrero.
En 2010, de acuerdo con el estudio de Coneval, los municipios indígenas con mayor porcentaje de población en pobreza extrema fueron Metlatónoc, Cochoapa el Grande, Atlixtac, Atlamajalcingo del Monte y Tlacoapa. Para 2015, los cinco municipios indígenas con mayor porcentaje de pobreza extrema fueron Metlatónoc, Cochoapa el Grande, Atlamajalcingo del Monte, Alcozauca y Acatepec.
Al término del mandato de Enrique Peña Nieto, los indicadores de rezago social avanzaron hacia una tendencia creciente de la pobreza indígena. Fueron limitados e insuficientes los esfuerzos de Héctor Astudillo, quien recientemente concluyó su mandato como gobernador de Guerrero. Se eterniza la situación de pobreza en los municipios indígenas de la Montaña de Guerrero. Sigue siendo un reto crucial la reducción de la pobreza moderada y la pobreza extrema.
En el marco de la Reunión con Autoridades de la Montaña de Guerrero, el 22 y 23 de octubre, Andrés Manuel López Obrador, en su carácter de presidente de la República, celebró reuniones de trabajo en Metlatónoc, Tlapa, La Ciénega (Malinaltepec) y San Luis Acatlán. Llegó acompañado por los titulares de la Secretaría de Salud, Bienestar, INPI y diversas representaciones de la SHCP, SCT y directivos de los Programas de Bienestar Social.
En los cuatro municipios indígenas, el mensaje principal del presidente de la República fue sobre el fortalecimiento e intensificación de los Programas Prioritarios de Bienestar (PPB). El reto, alcanzar la cobertura del PPB al 100 por ciento de beneficiarios a la población indígena de los cuatro municipios indígenas y de toda la Montaña. El planteamiento central es combatir la delincuencia a través del combate a la pobreza. En los cuatro municipios se informó del apoyo a los niños, a las madres solteras, de la producción para el bienestar, “Sembrando Vida”, pensión para personas mayores, jóvenes construyendo el futuro, la construcción de los Bancos del Bienestar, el apoyo en vivienda, subsidio en fertilizantes y “La Escuela es Nuestra”.
Además de los PPB, sobresalieron dos ejes de preocupación regional: los caminos y carreteras y las deficiencias del sistema de salud en la Montaña. Desde Metlatónoc y San Luis Acatlán, el presidente de la Republica recorrió en promedio 250 kilómetros de Tlapa a Metlatónoc verificó que hay 80 kilómetros de carretera con daños severos. El pavimento está hecho trizas y en ruinas el tramo carretero que comunica a pueblos na savi (mixtecos), me’ephaa (tlapanecos), nahuas y amuzgos. En la misma situación se encuentran los 170 kilómetros de la carretera Tlapa-Marquelia; además, las grietas de los puentes anuncian colapsos inevitables.
En San Luis Acatlán, el presidente de la Republica precisó su iniciativa de apoyar de forma directa a los 21 presidentes municipales de la Costa-Montaña. “Para empezar, vamos a entregar en promedio 100 millones de pesos a cada gobierno municipal. Con la experiencia que hay en Oaxaca, se pueden hacer por año hasta 20 kilómetros con esos 100 millones”. En síntesis, los 21 presidentes municipales recibirán un total de 2 mil 100 millones de pesos para hacer 420 kilómetros. Con este presupuesto debería quedar totalmente rehabilitada la carretera Tlapa-Metlatonoc (80 kilómetros) y la Tlapa-Marquelia (170 kilómetros).
Sobre la iniciativa de la entrega directa de los recursos financieros a los gobiernos municipales, conviene evaluar la experiencia de los alcaldes de Metlatónoc y Cochoapa el Grande, quienes, en julio del 2019, cada uno de ellos recibió 21 millones de pesos para la rehabilitación de caminos y carreteras. Los recursos financieros provinieron de la subasta del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado. En la ceremonia, el presidente de la República manifestó: “Me da mucho gusto que se entregue estos apoyos. Según me han informado, van a utilizar estos recursos para mejorar caminos que hacen falta, tanto en Metlatónoc como en Cochoapa el Grande”. Será de mucha utilidad conocer en campo la rehabilitación de dichos tramos carreteros.
El derecho a la salud, hospitales, médicos y la medicina, fue el segundo tema de preocupación regional. En Metlatónoc, el presidente reiteró que es necesario “consolidar el sistema de salud”. Anunció que, con la política de la descentralización de las secretarías del gobierno federal, en próximos días, en Acapulco estará la sede de la Secretaría de Salud. Manifestó que esta decisión no servirá de nada “si Guerrero no tiene sus servicios de salud bien establecidos, si no hay buenos centros de salud, buenos hospitales, equipos médicos, especialistas, medicinas…”.
Más allá de lo que la estadística refleje en los próximos años, en el recorrido del presidente de la República y la gobernadora de Guerrero por la Costa-Montaña, la lluvia no fue impedimento para recibirlos con júbilo y alegría desbordada. En la Montaña de Guerrero llueve y llueve y el pueblo indígena se mueve desde sus caseríos para rendir honor al presidente de la República. La música de viento toca y los corazones se empapan de alegría. Llega la noche y, sobre la carretera, hombres mujeres y niños esperan al hombre que siembra esperanza y porvenir para los pueblos indígenas de Guerrero. El gran reto: romper el umbral de la pobreza y construir un camino con mayor porvenir. Este es el gran desafío del tiempo que viene.