EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

La elección aún no termina

Jorge Camacho Peñaloza

Junio 11, 2021

Porque cuando un hombre tiene dudas de si el acto que va a realizar es justo o injusto, y tiene la posibilidad de informarse de antemano si lo desea, estará actuando ilegalmente si no lo hace.
Thomas Hobbes.

Bueno ya se expresó la voluntad popular para elegir a presidentes municipales, diputados locales y federales y gobernador del Estado, la ciudadanía ha optado por un candidato o candidata, por una coalición u otra, pon un partido u otro, se entiende que su elección obedece no a la decisión individual de cada ciudadano sino a una única decisión general que al final del día, perdiéndose entre las urnas cada voto en particular, la decisión general de la ciudadanía señala a los y las ganadoras, ahí la importancia de que el voto sea secreto, no hay ciudadanos perdedores ni ciudadanos ganadores.
Sin embargo, una cosa es que se exprese la voluntad ciudadana y otra que se le deje expresar correctamente, es decir, que los órganos electorales tengan la capacidad para verificar esa voluntad ciudadana porque implica no sólo depositar la papeleta del voto en la urna y contarlas, sino que la boleta haya sido depositada libremente sin coacción, sin haber sido vendida o comprada. Porque si bien es cierto que la ciudadanía ya sabe que su voto sirve para poner y quitar gobernantes, también ya sabe que su voto se puede vender al mejor postor, también verificar que el marcado sea correcto, el conteo de las mismas para cada partido y candidato, así como los votos nulos, el llenado de actas de escrutinio que correspondan a las sábanas o cartulinas de cada casilla al término del cómputo y la suma correcta de votos de cada acta en los consejos electorales.
Una cosa es que los ciudadanos y ciudadanas ya hayan cumplido con su deber y responsabilidad de votar y otra cosa es que esos votos sean bien contados por los ciudadanos seleccionados para fungir como funcionarios de casilla y los servidores públicos de los órganos electorales, en ese tramo, en el de la verificación de la votación puede suceder cualquier cosa, los ciudadanos involucrados en este procesamiento de la votación pueden caer en sus inclinaciones políticas y tratar de influir o modificar el resultado de la votación para cada partido y candidato, se hizo en el pasado cuando hegemónicamente un partido dominaba las elecciones, el presente no puede ser la excepción ante una nueva fuerza política hegemónica.
Por lo anterior, el proceso electoral aún no termina aún y cuando se hayan contado los votos y entregado constancias a ganadoras y ganadores por parte del órgano electoral, está por iniciar la etapa de las impugnaciones a las irregularidades en el procesamiento de la votación y habiendo impugnaciones la última palabra la tienen los tribunales electorales, ya se verá ahí la calidad y legalidad del actuar de los responsables del procesamiento de la voluntad popular, nada garantiza, hasta el momento, que los ciudadanos y servidores públicos responsables del procesamiento de la votación no tengan intereses para que derive en un resultado confiable; y por el contrario, los candidatos y partidos que se sienten agraviados por contar con indicios de irregularidades, tienen el derecho de presentar sus impugnaciones y los tribunales de verificar si las pruebas que presentan son válidas para determinar la reposición de la elección.
En pocas palabras, una elección impugnada es una elección no terminada, una constancia entregada impugnada habla de una elección cuestionada, situación en la que la última palabra es de los magistrados de los tribunales electorales, que es el último tramo de la etapa de verificación de la elección, aún falta ver, hoy por hoy, de qué está hecha la democracia guerrerense.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A toda la paisanada, que ya le vaya enfriando al asunto, que muy bien en lo que le tocaba jugar, ahora le toca a los órganos electorales y los tribunales marcar los penales e invalidar los goles que estaban en fuera de lugar.