EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Listas, dedazos y autodedazos

Jorge Camacho Peñaloza

Diciembre 08, 2017

El elector goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros. Ambrose Bierce.

El proceso electoral que nos llevará a las votaciones del 1 de julio de 2018 ya está en marcha: órganos electorales locales y nacional, partidos, frentes, suspirantes, aspirantes, tapados, destapados, precandidatos y candidatos designados y autoasignados ya están en plena efervescencia, y eso que aún no inician las campañas.
En los medios se habla de listas de candidatos elegidos, no por los militantes u órganos partidistas, sino por los dirigentes e integrantes de los grupos que controlan los partidos, toda una demostración de antidemocracia, de cochupos y arreglos en lo oscurito para designar a sus candidatos, los que se van a inscribir ante las comisiones de elecciones internas o encuestas para al final resultar ser los elegidos por medio de estos mecanismos que intentan parecer democráticos pero que no lo son.
En lugar de que emerja la democracia, como esencialmente se describen los procesos electorales, como método de participación y elección en la designación de candidatos, emergen listas hechas a modo de los grupos de poder o mandamases de los partidos. La ciudadanía debe reparar en esto a efecto de refinar su preferencia electoral o voto ante la urna, no se puede seguir simulando la democracia y entregando el poder a quienes no son electos democráticamente.
En los partidos la designación de candidatos es ya hasta un asunto de pronunciamientos personales y autopersonales, por ejemplo, Dante Delgado se pronuncia por Ricardo Anaya para candidato del Frente Ciudadano a la Presidencia de la República, los jefes de las tribus del PRD se juntan y se pronuncian por Miguel Ángel Mancera y Andrés Manuel López Obrador no se cansa de autonombrarse como el candidato de su partido Morena, en tanto que en el PRI pues ya no habrá ningún registro más para competir en la elección interna contra José Antonio Meade.
Si bien es complicado que todas las candidaturas salgan de un proceso electivo entre la militancia de los partidos, por lo menos deberían hacerlo en sus órganos internos mediante el voto secreto en urnas para poder hablar de democracia, pero no, en su lugar imperan el dedazo y las listas de oráculo, algo que no debemos ver como normal en la vida política del país porque ese tipo de métodos sólo producen gobernantes y representantes que sirven no a la sociedad sino al grupo que los eligió, les deben más a estos que a los votantes en la elección constitucional.
Las listas, los dedazos y las promociones y autopromociones de los mandamases de los partidos exhiben cómo en los partidos no hay visión de país y propuesta honesta de cambio y mejora, sino intereses personales y de grupo, ante lo que la ciudadanía mexicana debe ya marcar el alto y poner un ya basta; hay que dejar que los militantes voten por sus candidatos y la ciudadanía por los suyos.
Cada vez está más probado que los partidos cuando son dirigidos sin principios democráticos, son un peligro para los pueblos, de ahí la importancia de que hoy se estén impulsando candidaturas independientes ciudadanas, las que seguramente seguirán creciendo ante las aberraciones antidemocráticas de los partidos.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A todas las paisanadas sin partido, que en este proceso electoral pos meramente ya no le den su voto a candidatos de partidos, pos seguramente habrá mejores opciones con las candidaturas ciudadanas.