EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Lo que hacemos en las Universidades para el Bienestar

Román A. Hernández Rivas

Julio 28, 2020

La creación de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJG) ha despertado la atención de la opinión pública. Son varias las dudas, los cuestionamientos, las opiniones y las críticas que se han expresado hacia el trabajo que hacemos en estas escuelas: que no son necesarias, que se hace proselitismo político, que es educación pobre para personas pobres, que los estudios no tienen validez oficial, entre otras.
Algunas de estas dudas fueron planteadas en la entrevista que realizó el periodista Zacarías Cervantes al profesor Humberto Santos Bautista, publicada el 20 de julio en este mismo periódico con el titulo “Hay dudas de la capacidad de las universidades de AMLO para dar buena educación: Santos Bautista”. En este sentido, me parece oportuno aclarar en términos generales algunas de estas cuestiones.
Las UBBJG son un proyecto de reciente creación cuyo origen se remonta al año 2015 con el Programa de Escuelas Universitarias, coordinado por la doctora Raquel Sosa, e impulsado por el partido Morena. Para su funcionamiento en un inicio, estas escuelas requirieron la creación de asociaciones civiles a través de las cuales se realizaron las gestiones y trámites que permitieron la creación de 18 Escuelas Universitarias, algunas de las cuales consiguieron durante este proceso el Reconocimiento de Valides Oficial de Estudios (RVOE). Esta experiencia permitió imaginar y dar forma a lo que durante la actual administración federal es el Programa Prioritario de Universidades para el Bienestar Benito Juárez García.
Sin embargo, este antecedente ha sido aprovechado por algunas personas que intentan “golpear políticamente” a Andrés Manuel López Obrador, y encuentran en las UBBJG terreno suficiente para atacarle con argucias y sobre la base del desconocimiento. Por ejemplo, en febrero de este año, la Asociación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, presidida por Claudio X. González, consiguió notas en los principales medios de comunicación del país, dando a conocer un supuesto estudio que concluía que las UBBJG no alcanzan el RVOE, y que esto impide que estas instituciones expidan títulos universitarios. Lo que olvidaron aclarar, o en todo caso estudiar, es que el RVOE, es el acto por el cual la autoridad educativa determina incorporar al sistema educativo nacional un plan y programa de estudio impartido por un particular.
El 30 de julio de 2019, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto Presidencial por el cual se crea el Organismo Coordinador de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García (OCUBBJG), un organismo público descentralizado agrupado en el sector coordinado por la Secretaría de Educación Pública, cuyo objeto es, entre otros, la impartición de educación superior de calidad, y tiene la atribución de expedir certificados y títulos o grados académicos. Este decreto hace de las UBBJG, instituciones públicas que en sí mismas tienen validez oficial, y no necesita tramitar el RVOE, como sí lo tienen que hacer los particulares que ofrecen servicios educativos.
Otro de los cuestionamientos planteados alrededor de la creación de las UBBJG, es que estas escuelas no son necesarias, sino que más bien hay que fortalecer las universidades que ya existen. Incluso, en la entrevista al profesor Santos Bautista se asegura que “no se conoce un diagnóstico serio para propiciar la apertura de esas universidades”. Al respecto recupero un par de datos. De acuerdo con la encuesta intercensal 2015 del Inegi, en todo el país existían 3 millones 943 mil 544 estudiantes de nivel superior,11 Cfr. INEGI, Características educativas de la población, consultado el 25 de julio de 2020
lo que para la SEP representa una cobertura de menos del 34 por. ciento. En el estado de Guerrero, se contabilizaron 74 mil 560 estudiantes de nivel superior, lo que se estima representa una cobertura de menos del 22 por ciento de la población. En 2015, en Guerrero contábamos con un grado de escolaridad promedio de 7.8, sólo por arriba de Oaxaca y Chiapas.
Estas cifras reflejan una realidad excluyente, en la que sólo un porcentaje mínimo de la población puede acceder a la educación superior. La creación de las UBBJG pretende romper con la tendencia de hacer escuelas centralizadas para las grandes concentraciones poblacionales, además de establecer carreras con pertinencia cultural frente a las emergencias provocadas por la crisis civilizatoria que padecemos. Ninguna escuela sobra. Por el contrario, se necesitan más y mejores escuelas para que todos los jóvenes, hombres y mujeres tengan garantías para ejercer de manera plena y libre su derecho a la educación.
Otra duda planteada alrededor de las UBBJG es que estas escuelas fomentan el clientelismo político. En todo caso, lo preocupante es que el ejercicio del derecho humano a la educación protagonizado por miles de estudiantes provenientes de las comunidades más marginadas del país sea visto como un acto clientelar. Lo mismo pasa cuando se refieren a las Universidades para el Bienestar como “las Universidades de AMLO”, es como referirse a las Universidades Interculturales como “las Universidades de Fox”. Me parece un poco injusto el apelativo y con doble intención, ya que intentar criticar a AMLO cuestionando sin conocer el trabajo que hacemos en las UBBJG, y atribuir a los estudiantes la condición de “botín político” a disputarse entre instituciones, es caer en la misma práctica clientelar y demagógica que buscan criticar.
Finalmente, respecto a “la calidad” de la educación que impartimos en las Universidades para el Bienestar, en donde se piensa que hacemos una “educación pobre para los pobres”, me gustaría compartir que, en las Universidades para el Bienestar pretendemos dar cuenta de un modelo pedagógico construido sobre la base del concepto de Educación Fundamental, es decir una educación concebida en función de los intereses y las necesidades de la comunidad y de la vida cotidiana de las personas.
El concepto de Educación Fundamental fue la base sobre la cual, durante su periodo como Director General de la Unesco, Jaime Torres Bodet, junto con otros profesores crearon el Centro Regional de Educación Fundamental para la América Latina (CREFAL), y del cual dejaron constancia en el Ideario, Principios y Orientaciones Metodológicas, fechado en Pátzcuaro, Michoacán en 1952.
Entender el conocimiento desde el vivir cotidiano, implica pensar en un conocimiento eminentemente práctico, de aplicación inmediata, casi una técnica al servicio de las personas trabajadoras y del bienestar social. Desde la perspectiva de la Educación Fundamental, el conocimiento no se agota en esta relación de utilidad, sino que tienen otras finalidades, por ejemplo, que las cosas se hagan con plena conciencia de sus fines y no a ciegas; liberar la mente de prejuicios y temores; vincular a las personas y sus comunidades con la lengua literaria del país, pero también potencializar los conocimientos y saberes endémicos de cada matriz cultural; vincular a las personas y a las comunidades con la organización económica, jurídica, social y política del país, pero también ayudar a trascender el círculo de la localidad de origen, e incluso del país, fomentando el contacto con el resto de la humanidad para comprender y asumir las tareas y responsabilidades comunes como habitantes de este planeta.
Estamos empeñados, empeñadas en impartir este tipo de educación que, más allá de pensar si es de calidad o no, la concebimos pertinente, necesaria y urgente para resolver las problemáticas que nos impiden construir entre todas y todos una vida libre y digna.

* Coordinador académico de la UBBJ sede Xochistlahuaca