EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Maniqueísmo político

Jorge Camacho Peñaloza

Mayo 05, 2017

Los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error. San Agustín.

Desde el año pasado en su permanente campaña por la Presidencia de la República, el actual candidato del partido Movimiento de Regeneración Nacional, Andrés Manuel López Obrador, anda promoviendo la firma de un denominado acuerdo político de unidad por la prosperidad y el renacimiento del país, con el que supuestamente convoca a mujeres y hombres, pobres y ricos, a pobladores del campo y de la ciudad, religiosos o libre pensadores, a ciudadanos libres y militantes de todos los partidos, argumentando que los problemas del país vienen de los de arriba y que con los de abajo no tiene diferencias con nadie, proponiéndose el bienestar material y el bienestar del alma para la felicidad de todos. Así de sencillo.
Más claro no podría exhibir Andrés Manuel López su forma maniqueísta de hacer política y entender la realidad, sostener que sólo hay de dos, el bien y el mal, hombres y mujeres, los de arriba y los de abajo, habitantes del campo y de la ciudad, religiosos y libre pensadores, vida material y vida espiritual, nada más allá de estos polos de existencia, blanco y negro.
Nada más falso sostener que no tiene diferencias con los de abajo, para empezar económicamente, y espiritualmente, los de abajo trabajan o viven en la angustia de las carencias y la pobreza, mientras que López Obrador no trabaja, vive de dudosas aportaciones como la que se dice que recibía del ex gobernador de Veracruz Javier Duarte, y espiritualmente vive relajado sin carencias. Y lo más importante, claro que mucha gente de abajo, como les llama López Obrador, no piensan como él, no son maniqueístas, con y sin militancia política, con y sin religión en particular. La realidad es más plural que el mundo de López Obrador, más que blanco y negro.
Propone gobernar con rectitud, seguramente como lo hizo su candidata al gobierno del Estado de México Delfina Gómez, descontando ilegalmente el diez por ciento a sus trabajadores; desterrar la corrupción, como lo hace su recaudadora de Las Choapas, Veracruz, Eva Cadena, recibiendo ilegalmente dinero para Morena y por legislar a favor de ciertos sectores empresariales; abolir la impunidad, como él, día a día, haciendo campaña violando las leyes electorales sin ser sancionado por el INE, y actuar con austeridad, como ejemplarmente se exhibe Eva Cadena con su Mercedes Benz. No hay tal rectitud, ni interés por combatir la corrupción, la impunidad y la austeridad, él mismo es un ejemplo de lo contrario.
La forma maniquea de entender la política y la realidad de López Obrador, anula el pluralismo ideológico, la multiplicidad de formas de vivir, la libertad, polariza, dejando fuera de su reducido espectro y concepción a una porción muy superior de la sociedad a la que lo sigue y que lamentablemente entiende igual las cosas, a partir de sólo dos cosas, los de arriba y los de abajo, el bien y el mal, un maniqueísmo muy peligroso para las libertades y derechos ciudadanos.
Esta forma de hacer política tiene muchos adeptos en lugares en los que hay escaso desarrollo de la política como Guerrero, en dónde la pobreza hace que muchas personas, no todas, crean que su situación es un destino manifiesto, mala suerte o por designio divino, por culpa de los malos y que sólo un mesías que ofrezca felicidad y vencer al mal con el bien es capaz de transformar.
Lo que no se alcanza a entender es que esa forma de hacer política es una estrategia para llegar al poder, no es una oferta política realista y objetiva, que debe ser desenmascarada como ya está pasando claramente con el caso de la diputada Eva Cadena ejemplo nacional de corrupción, de los muchos que van detrás del dirigente de Morena sólo para alcanzar candidaturas sin ningún compromiso programático. Ya mañana veremos reunidos en Chilpancingo a quienes ven como adversarios a los que no vamos a estar ahí, somos más.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A Juan y a todo el equipo de El Sur, que les mando mis más cálidas felicitaciones por los 24 años de circular y por ayudar en el estado a crecer a la democracia, aunque los gobernantes nos estén quedando a deber.