EL-SUR

Miércoles 09 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Opinión  

Marcial Rodríguez Saldaña

De campañas, poemas y cansiones  Las campañas electorales constituyen una extraordinaria oportunidad para que todos los actores sociales manifiesten a plenitud sus inquietudes, demandas, aspiraciones, anhelos, deseos, sentimientos, ideas, proyectos y propuestas. Los ciudadanos y grupos sociales aprovechan las campañas para reclamar las promesas incumplidas, para hacerse escuchar, para exigir que los candidatos se comprometan … Continúa leyendo Marcial Rodríguez Saldaña

Julio 31, 2002

De campañas, poemas y cansiones

 Las campañas electorales constituyen una extraordinaria oportunidad para que todos los actores sociales manifiesten a plenitud sus inquietudes, demandas, aspiraciones, anhelos, deseos, sentimientos, ideas, proyectos y propuestas.

Los ciudadanos y grupos sociales aprovechan las campañas para reclamar las promesas incumplidas, para hacerse escuchar, para exigir que los candidatos se comprometan a recoger como propias sus demandas tan diversas.

En el medio rural, las exigencias se orientan a los servicios básicos como introducción de agua potable, atención médica, mejoramiento de la infraestructura educativa, apoyos para el fomento a la producción y comercialización, rehabilitación de carreteras, remodelación de templos para practicar la religión, etc.

En las áreas urbana y suburbana, las exigencias se dirigen a la pavimentación de calles, drenaje, seguridad, empleo, recolección de basura, mantenimiento del sistema de iluminación pública, estacionamientos, cultura, transporte, circulación fluida en las vialidades, trámite expedito en los servicios administrativos, garantías para la convivencia en la urbe, etc.

Los candidatos y sus equipos de campaña diseñan estrategias para ganar la confianza de los electores y su voto el día de la elección. Unos basan su trabajo en las costosas campañas publicitarias, ante la falta de estructura territorial; otros hacen promesas como en los viejos tiempos, ofreciendo a diestra y siniestra cuanto creen que puede generar simpatías, a pesar que los receptores perciban que se trate de un engaño, como regalar agua un día y haber tenido sedienta a la población durante décadas; y otros más fundamentan su proselitismo en el trabajo político, dialogando con todos los sectores sociales, haciendo propuestas viables, posibles técnica y financieramente, lo cual es más eficaz en términos de credibilidad y de resultados electorales.

Así como existe un estilo personal de gobernar, así también lo hay para hacer campañas electorales. Llama la atención que el aspirante del PRI a la Presidencia Municipal de Acapulco, haya pretendido congratularse con las mujeres del puerto, dedicándoles un poema como una expresión de romanticismo que tanto y con justa razón encanta, apasiona, cautiva, provoca ensueños, dichas y hasta enamora a las destinatarias.

No se trata de restar méritos al esfuerzo literario hecho poema, que escrito del puño y letra del autor, publicó un diario de circulación estatal el domingo pasado, pues no habría razón para ser tan exigentes en la rima o en la prosa al estilo de los clásicos como Homero, Cervantes o Dante inspirado en Beatriz cuando escribió La Divina Comedia. Lo que sí puede pedir una posible electora, susceptible de ser convencida por el romanticismo electoral y un lector atento a lo que aparece en los periódicos que se venden al público, es que el “famoso” poema, cuide que no lleve faltas ortográficas que se corrigen en los primeros años de estudio de la lengua española, como escribir “cansiones” con “s” y no “canciones” con “c”, pues así difícilmente se conquista a una dama y menos aún se ganan votos.