EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Nadie se salva

Jorge Camacho Peñaloza

Febrero 09, 2018

 

 

La paz no es simplemente ausencia de conflicto; la paz es la creación de un entorno en el que todos podamos prosperar.
Nelson Mandela

Este ni es un tema de mi predilección, menos en etapa de proceso electoral, pero a como están las cosas en Guerrero con la violencia desatada no podemos obviarla, tenemos que deliberar pública y abiertamente sobre este problema, no acostumbrarnos a él, no aceptarlo como parte del paisaje de nuestro estado, indignarnos, rechazarlo, asombrarnos. Ahora esta semana tocó a dos sacerdotes.
Está a todo lo que da, nadie se salva, militantes, párrocos, universitarios, pueblos, ciudadanos, transportistas, comerciantes, profesionistas, y la llevan a cabo lo mismo delincuentes que policías institucionales y autonombradas comunitarias, familiares de víctimas, es un lugar común, un día sí y otro también, en Chilapa, Acapulco, Chilpancingo y en cualquier municipio del estado, en este año la violencia entró con bríos, muchos muertos, balaceras, masacres.
La violencia y cantidad de muertes en Guerrero demuestran que la delincuencia organizada puede operar y crecer sin problema, es decir delinquir, comprar amapola y mariguana a campesinos de la Montaña y Sierra, traficando drogas, llevando a cabo secuestros, extorsiones, cobro de cuotas, tener armas, transitar por el estado, asociarse con las policías e involucrarse con la sociedad y la política. También demuestra que el gobierno federal no tiene el mínimo interés en enfrentarla, porque se trata de un trastrocamiento de la seguridad derivado de un fenómeno delictivo que es de su competencia, la delincuencia organizada, digo que no tiene interés porque la violencia es recurrente en más ciudades que hemos mencionado, calles y colonias de las mismas, y no se ven operativos de seguridad.
Pero además, la delincuencia organizada cuenta con la protección de las policías municipales con algunas de las cuales está totalmente asociada, en este nivel de gobierno existe una gran complicidad que puede llegar hasta los mismos presidentes municipales, ahí están los casos de Iguala en septiembre del 2014, Acapulco, Zihuatanejo, Chilapa y Chilpancingo, situación que se repite en casi todas las policías municipales.
La obra pública de los tres órdenes de gobierno que pueda estar avanzando y beneficiando a miles de personas semana tras semana se mancha, queda en un segundo orden frente a los hechos de violencia, más si estos mismos beneficiarios llegar a sufrir directa o indirectamente un percance con la delincuencia.
Guerrero no puede seguir así, no puede ser más poderosa la delincuencia que todas las instituciones municipales, estatales y federales, las leyes, los procedimientos, las reglas, normas, aunque parezca que así sea; no puede ser más poderosa que los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Para cualquier irregularidad, anomalía en los cuerpos policiales hay recursos para solventarlas, aplicase todas las reglas a los efectivos, mandos, programas, recursos, inversiones y se verá cómo mejoran las cosas, no debe haber omisión y simulación institucional.
La violencia se está enseñoreando en el estado, están ocurriendo actos de violencia semana tras semana, día tras día sin que al parecer se haga nada. Quienes cometen estos aberrantes hechos obviamente no están conscientes del daño que hacen, lejos de entenderlo. ¿Dónde nace toda esta violencia, qué la motiva, cómo se puede combatir para disminuirla?, esta es una pregunta que debe ser reflexionada en toda la sociedad, en todos los ámbitos, no es un asunto solo del gobierno, de policías y ladrones, es un asunto que tiene que ver con valores y círculos virtuosos en la familia, el sistema educativo, empresarial, sindical, transportista, político, religioso, organizaciones sociales, todos podemos poner un grano de arena. No podemos permitir que la escena de los cuerpos violentados y de pérdida de vidas siga siendo la predominante. Ya basta con esta violencia, todos tenemos que hacer lo que nos corresponde, esto no sólo es tema de reuniones de gobierno sino de la ciudadanía y sociedad organizada, hay que pasar de la crítica y protesta a la propuesta.
Si queremos resultados diferentes no podemos seguir haciendo lo mismo, el gobierno tiene que hacer algo distinto y en la sociedad también debe hacerse algo diferente, no podemos seguir siendo sólo observadores cuando bien nos va o víctimas de la delincuencia, debe haber un golpe de timón en la política de seguridad pública y de combate a la delincuencia y en la sociedad para disminuir los riesgos de padecer un evento criminal.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A toda la paisanada y próceres con responsabilidad pública, que si queremos mejorar derecho, ya es momento de aplicar medidas sociales de prevención y políticas gubernamentales de seguridad totalmente distintas a lo que hasta hoy se ha hecho.