EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Si se uniera el movimiento indígena

Margarita Warnholtz

Octubre 28, 2016

Cuando el EZLN y el Congreso Nacional Indígena (CNI) anunciaron que postularán a una mujer indígena como candidata presidencial independiente para el 2018, se desató una gran polémica. Algunos afirman que con eso lo único que lograrán será dividir más a “la izquierda” o debilitar a Andrés Manuel López Obrador, que al igual que en 2006 con “La otra campaña”, provocarán que llegue la derecha al poder. Otros los critican simplemente porque consideran que han cambiado de línea. Otros más, apoyan y defienden la propuesta de los zapatistas.
Lo que se decidió en el quinto congreso del CNI fue hacer una consulta en sus territorios para nombrar un “concejo indígena de gobierno cuya palabra sea materializada por una mujer indígena” que contienda por la presidencia.
Como afirma Edgardo Buscaglia, en una reciente entrevista con Rompeviento, el EZLN junto con el CNI, son los únicos que plantean elegir una candidatura a través de un proceso democrático interno, “que es compatible con las mejores democracias del planeta”, a diferencia de los partidos políticos que nombran por dedazo a sus candidatos; y eso es sin duda un importante ejemplo para los partidos y para el país.
Sin embargo, si van solos difícilmente podrían ganar unas elecciones. Si quieren lanzar una candidatura para reorganizarse o para medir fuerzas, o resaltar nuevamente su presencia y la de los pueblos indígenas en la agenda política nacional, puede ser una buena manera de hacerlo. Pero si aspiran a contender para triunfar y generar un verdadero cambio en el país, tendrían que aliarse con otros sectores.
No con partidos políticos sino, para empezar, con las organizaciones y movimientos indígenas que no pertenecen al CNI, que son muchos. La lucha de los pueblos indígenas contra el embate del neoliberalismo, contra la represión, la pobreza, la violencia y todas las violaciones a sus derechos de las que son víctimas, no es exclusiva de los zapatistas y el CNI. Hay otros grupos que están en lo mismo, pero luchando desde otras trincheras; y que si el EZLN no los excluyera seguramente se unirían a la propuesta.
Unido, el movimiento indígena sería muy fuerte y atraería a muchos otros sectores de la sociedad, y podría constituirse una gran fuerza política que, surgiendo desde abajo, sin las corruptelas de los partidos políticos y similares, tendría posibilidades de ganar las elecciones y lograr el cambio que tanta falta hace.