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Viernes 04 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Opinión  

Silvestre Pacheco León

CRONICA MUNICIPALISTA * Los logros de América del Norte en materia ambiental En el informe que la Comisión de Cooperación de América del Norte ha dado a conocer en estos días, acerca de la situación que guarda esta parte del continente americano en materia ambiental, enumera lo que podríamos llamar los logros de la lucha … Continúa leyendo Silvestre Pacheco León

Enero 18, 2002

CRONICA MUNICIPALISTA

* Los logros de América del Norte en materia ambiental

En el informe que la Comisión de Cooperación de América del Norte ha dado a conocer en estos días, acerca de la situación que guarda esta parte del continente americano en materia ambiental, enumera lo que podríamos llamar los logros de la lucha ecologista.

De acuerdo con ese documento que se ha empezado a difundir en los países del TLC, ha habido estos logros:

1.- Gran parte de la contaminación del aire y el agua que fue evidente en los últimos decenios, se ha eliminado.

2.- Además, en la región de los Grandes Lagos un buen número de especies vivas y en peligro de extinción se están recuperando.

3.- Se han reducido, aunque no eliminado, los niveles de contaminantes que crean la lluvia ácida.

4.- Las medidas de conservación, combinadas con incentivos económicos y reglamentarios, han permitido reducir el uso del agua en algunas zonas, aunque aún hay muchas regiones donde su uso es superior a la capacidad de recarga.

5.- Se están creando más parques para preservar el los paisajes naturales y áreas marinas, al tiempo que se mantiene el hábitat de la vida silvestre; en muchas áreas, sin embargo, resulta problemático el cumplimiento de las disposiciones legales.

6.- Canadá, Estados Unidos y Máxico cooperan ahora en diversos proyectos de protección ambiental.

7.- Existen mercados pequeños pero crecientes para productos “ecoeficientes” o respetuosos del medio ambiente.

8.- Están en desarrollo nuevas formas de medir la actividad económica que intentan incorporar los cambios ambientales al calcular la verdadera riqueza de las naciones.

A partir de esta evaluación macro de especialistas de los tres países sobre la situación ambiental en América del Norte, es conveniente un ejercicio más local para confrontar qué tanta cercanía hay de los hechos en esta región del continente con lo que pasa en la Costa Grande, por ejemplo.

Se decía en la primera reunión formal del Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable, realizada en Acapulco el jueves 17 del presente mes, que nuestro estado tiene el “privilegio” de carecer de industria, lo que había evitado la contaminación del agua y convertía a Guerrero en un punto de interés para los inversionistas en ecoturismo.

Sin embargo, y aun cuando es cierto lo de la industria, hay la conciencia de que la contaminación de los cuerpos de agua es grande y preocupante, pues no sólo el río Balsas sufre por la contaminación de pesticidas que emplean las empresas trasnacionales que explotan toda la región de la Tierra Caliente, sino el propio río Azul, el afluente del Papagayo, que vive lo indecible por las descargas de las aguas residuales liberadas nada menos que por la capital del estado, Chilpancingo.

La laguna de Tres Palos en Acapulco, la de Potosí en Petatlán y la de Las Salinas en Zihuatanejo, sufren las mismas consecuencias.

Todos los ríos de la Costa Grande, los nueve que desembocan en el Océano Pacífico están contaminados con las aguas negras de las poblaciones que atraviesan en su trayecto del Filo Mayor a la costa. El veneno que muchos pobladores usan para la captura del camarón langostino, así como las miles de toneladas de fertilizante que el gobierno casi regala, que no sólo contamina y degrada el suelo, sino también el agua, son males nada desdeñables.

La lluvia ácida en la costa es un mal reciente que se agrava cada día. El Puerto Industrial de Lázaro Cárdenas en la desembocadura del río Balsas y la termoeléctrica de Petacalco, son una fuente de contaminación que afecta la agricultura y también los recursos de contenido turístico.

En cuanto al agua potable, aun cuando suene reiterativo, es un problema que se agrava en todas partes pero sobre todo en ciudades como Zihuatanejo.

A fuerza de repetirse el hecho, cada día la población se va habituando a que el horario de suministro del líquido en los hogares se vea reducido.

En Zihuatanejo hace unos 10 años en cualquier día de la semana, a la hora que fuera, las tomas domiciliarias tenían agua. Hoy los privilegiados solamente en determinados días y con un horario reducido pueden disfrutar de ese servicio.

Los pozos profundos están exhaustos, el nivel de los mantos freáticos es cada vez más profundo, el costo del servicio se eleva cada día y las precipitaciones pluviales para la recarga son cada vez menos frecuentes.

Pocos saben que en el medio rural los pobladores se proveen de agua para sus casas mediante mangueras colocadas en arroyos, barrancas y ríos, cuesta arriba, y casi nadie tiene llaves para abrir y cerrar. En todos esos pueblos el agua es un desperdicio cotidiano que llega a las casas y cada quien tiene a su disposición cientos de litros de agua que no aprovecha adecuadamente, de tal manera que el desperdicio del líquido vital resulta hasta criminal. sin embargo nadie de la parte oficial hace nada.

Dentro de toda esta problemática, hay que agregar la falta de manejo de los desechos sólidos municipales. La mayoría de las ciudades carece incluso de rellenos sanitarios. Si bien nos va, hay un tiradero municipal a cielo abierto donde la basura se incendia como cosa natural, contaminando no sólo los mantos freáticos con los lixiviados, sino el propio ambiente con el humo de los incendios.

En Zihuatanejo donde la cultura ecológica es de lo más destacada en el estado, ya de manera oficial se clasifican y reciclan una parte, aunque mínima, de los desechos de la ciudad; hay varios centros receptores y se ha iniciado la producción de abono con los desechos orgánicos.

En estos días los pobladores de la playa de Las Gatas firmarán con la UNAM un convenio para iniciar los trámites que culminarán con el decreto de un parque natural para la protección de la zona de corales.

En este año también se iniciará el proceso para declarar como Area Natural Protegida el anfiteatro de la ciudad.

Pero el hecho irrefutable es que cada día se pierde en competitividad para atraer más turismo, ahora que las tendencias mundiales indican que los visitantes quieren estar en contacto con la naturaleza.

De todos modos resulta alentador saber que en América del Norte hay logros importantes en la lucha por la ecología.