EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Sumar

Jorge Camacho Peñaloza

Septiembre 14, 2018

De eso se trata, de coincidir con gente que te haga ver cosas que tú no ves. Que te enseñe a ver con otros ojos. Mario Benedetti.

Guerrero es uno de los estados más atrasados del país, con mayor pobreza y marginación y menor desarrollo, economía en general precaria, salvo algunas actividades como el turismo y el cultivo de algunos productos; escasa actividad ganadera, comercial e industrial a gran escala; lo que ha dado respiro al empleo ha sido la informalidad, el autoempleo y el autocultivo, y esta situación se ha traducido en un incremento de la delincuencia común y organizada, del cultivo de amapola y mariguana, de la extracción ilícita de ingresos mediante la extorsión en toda la geografía del estado, el robo y secuestro conformando un contexto de violencia e inseguridad insostenible.
Se ha dicho mil veces que no obstante la aportación de los hombres y mujeres del sur a la construcción del país como nación soberana y de leyes, esta nación no le ha retribuido en la misma medida y que eso en parte es una de las causas del bajo nivel de bienestar de su población. Asimismo, que la violencia, inseguridad y nivel de pobreza y reclamo a niveles de la subversión en Guerrero es un asunto de seguridad nacional, que es tiempo de que la nación voltee a Guerrero.
El presidente electo Andrés Manuel López Obrador ya se había tardado en anunciar sus planes para Guerrero como lo ha hecho con el tren maya para los estados de la península de Yucatán, no obstante que en su discurso de la victoria en el zócalo de la Ciudad de México en la noche del primero de julio, anunció que en su gobierno tendrían preferencia los más pobres, y los más pobres del país están en Guerrero, por eso ahora que se anuncia una inversión importante para Acapulco como ciudad de alta violencia y pobreza, como parte de la inversión que hará el futuro gobierno federal en colonias marginadas de ciudades turísticas para que no haya opulencia en zonas hoteleras y pobreza en las colonias, es de reconocer y celebrar este interés del próximo gobierno federal y la unidad de propósitos del gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores y del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Sin duda uno de los retos del mandato del resultado de la elección del primero de julio es el de que los gobiernos federal, estatales y municipales, y los poderes públicos se pongan a trabajar más allá de los colores partidistas y diferencias ideológicas. De hecho, ya que andan muy reformadores, debería impulsarse una ley para que los gobernantes y representantes renuncien a sus partidos y se conviertan en representantes de toda la ciudadanía; se debe entender que cuando se es gobierno, se gobierna y se representa a todos, no se puede andar con partidismos porque eso fomenta gobiernos y legislaturas partidistas que sólo dividen a la sociedad.
Así se está observando en algunas posturas de los líderes parlamentarios del Congreso del Estado y en la Cámara de Diputados del partido Morena de López Obrador, así como en algunas y algunos funcionarios del próximo gobierno federal, en el sentido de que ahora sí va la suya, el revanchismo vulgar, no, no es por ahí, demuestren altura como lo está haciendo el presidente electo, sumando, sin altanería ni fanfarronear; cuando se es gobierno hay que dejar atrás los partidos, la contienda y oposición ideológica, se debe sumar en beneficio de la gente, eso que se perfila va a suceder entre Héctor Astudillo y López Obrador. Seguramente vienen más obras y acciones para Guerrero por parte del próximo gobierno federal y algunas concurrentes, con unidad en la pluralidad.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A las Morenas y Morenos que sienten que hora sí tienen la sartén por el mango, que no es que sea premonitorio, pero será mejor que se serenen, no sea que por altaneros sean los primeros que estrenen las renuncias que el presidente electo tiene listas en su escritorio.