EL-SUR

Lunes 21 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Opinión  

Xavier Carreto A.

Graduados en decisiones electorales   Con la derrota del PRI en las elecciones del 6 de octubre concluye una etapa negra en la forma de ganar procesos electorales en nuestra entidad. De nada le sirvieron al gobernador Juárez Cisneros el uso abusivo de recursos públicos destinados a impulsar a los candidatos priístas a los cargos … Continúa leyendo Xavier Carreto A.

Octubre 15, 2002

Graduados en decisiones electorales

  Con la derrota del PRI en las elecciones del 6 de octubre concluye una etapa negra en la forma de ganar procesos electorales en nuestra entidad. De nada le sirvieron al gobernador Juárez Cisneros el uso abusivo de recursos públicos destinados a impulsar a los candidatos priístas a los cargos de presidentes municipales y de diputados locales, particularmente en el municipio de Acapulco, en donde no obtuvieron un solo triunfo.

Tampoco les valió a los priístas el haberle pagado dos y medio millones de dólares a Hugo Scherer y Francisco Montero para procurarles la mejor imagen; tiene razón Rodríguez Escalona: ganaron la campaña, así como no, pero lo más relevante es que perdieron los comicios. No les fue de utilidad, por otro lado, el haberse aliado con el partido de chismito del Niño verde –a quien corrieron del Baby’O– y la galanura de éste muy piropeado por las priístas guerrerenses. Insuficiente fue también el esfuerzo de algunos conductores de noticieros de radio y televisión locales, así como de directivos y reporteros de medios impresos por presentarnos a los priístas como la mejor opción para votar.

René Juárez fue reprobado por los electores guerrerenses como gobernante, aunque se niegue a reconocerlo. Zeferino Torreblanca, en cambio, obtuvo las mejores calificaciones por su desempeño como alcalde de Acapulco, cuyo trabajo reconocen la mayoría de los habitantes de este municipio, el cual fue el factor fundamental para la amplia victoria lograda por Alberto López Rosas, sumado al gran acercamiento de éste con los acapulqueños.

Este debe ser un buen momento de reflexión para el gobernador Juárez. Debiendo empezar a plantearse la oportunidad que todavía tiene, en estos casi treinta meses que le restan a su administración, para empezar a trabajar en serio a favor del pueblo de Guerrero, pues su desempeño deja mucho que desear como lo perciben muchos habitantes de este estado. En el sistema educativo las cosas andan muy mal y en cuestiones de salud los resultados no son mejores.

La nueva conformación del Poder Legislativo, como resultado de estas elecciones, en la cual el PRI ha perdido su mayoría calificada y en la cual tampoco alcanza la mayoría simple, ya que la suma de los diputados opositores será de 23 por 22 de los priístas, nos permiten ver el futuro del estado de Guerrero de manera optimista, pues esperamos que los integrantes de la próxima legislatura realicen sus labores cumpliendo cabalmente con sus responsabilidades, lo cual impedirá, entre otras cosas, que los recursos del erario se manejen discrecionalmente como ha sido la práctica de quienes han ocupado el cargo de gobernador en esta entidad federativa.

Los ciudadanos guerrerenses deberemos de poner más atención en el desempeño de nuestros legisladores, sobre todo en los representantes del Partido de la Revolución del Sur y del Partido del Trabajo, quienes tienen el antecedente de estar a disposición del Ejecutivo. Se tiene toda la confianza para que los diputados del Partido Acción Nacional cumplan con el compromiso de realizar un trabajo de procurar el bien común como se los exigen sus principios de doctrina. De los perredistas se espera que cumplan con las expectativas depositadas por el voto mayoritario de los guerrerenses; de su trabajo depende que los ciudadanos sigan confiando en ellos. Para los priístas es su última oportunidad para reconciliarse con los votantes, espero que se hallan dado cuenta que las facturas por quehaceres deshonestos y contrarios a los intereses de la sociedad se pagan caro y en el momento preciso.

Los políticos que han hecho del engaño a la sociedad su mejor estrategia para seguir disfrutando de los beneficios del ejercicio del poder no tienen futuro en esta madura sociedad guerrerense. Diputados priístas como Manuel Añorve, que no sólo se han enriquecido en el desempeño de cargos públicos sino que han envilecido el ejercicio periodístico, deben pensar, a pesar de su juventud, en su jubilación, pues no tienen nada que ofrecer a las expectativas de superación de nuestra sociedad.

No tengo duda que nos aguarda un mejor destino como sociedad ya graduada en democracia que ha sido capaz de elegir a sus gobernantes; sin embargo, este buen inicio debe ser complementado con una mayor participación en el quehacer de quienes hemos elegido. Que no se nos olvide que la ciudadanía consiste en saber equilibrar el derecho a decidir de quienes nos gobiernan y la obligación de participar al lado de ellos.