EL-SUR

Viernes 18 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Opinión  

Xavier Carreto A.

Lo que nos jugamos en esta elección  Para los guerrerenses y para los acapulqueños, en lo particular, las elecciones locales de mañana 6 de octubre, representan la posibilidad de hacer un lado muchos de los obstáculos que impiden el desarrollo de nuestra entidad y de nuestro municipio, por ello es muy importante que todos los … Continúa leyendo Xavier Carreto A.

Octubre 05, 2002

Lo que nos jugamos en esta elección

 Para los guerrerenses y para los acapulqueños, en lo particular, las elecciones locales de mañana 6 de octubre, representan la posibilidad de hacer un lado muchos de los obstáculos que impiden el desarrollo de nuestra entidad y de nuestro municipio, por ello es muy importante que todos los que formamos parte del listado nominal de electores salgamos a sufragar por aquellos candidatos que creamos que representa mejor el interés de la ciudadanía.

Si queremos dejar atrás toda esa nefasta cultura de la manipulación y compra del voto que en cada proceso electoral, sea local o federal, realizan los gobernantes y dirigentes del Partido Revolucionario Institucional utilizando los recursos públicos, debemos sufragar a favor de aspirantes comprometidos con la sociedad y no con el gobierno.

Si aspiramos a hacer a un lado ese desmedido uso de los medios de difusión, en donde la mayoría de los directivos y reporteros se han mercantilizado para engañar a la sociedad, prestándose al juego sucio de los priístas, debemos votar por candidatos con actitudes diferentes.

Si, por otra parte, pretendemos que esta sociedad nuestra sea cada vez mejor, debemos empezar por tener gobernantes que tengan una clara vocación de servir, utilizando de manera correcta los recursos del erario para beneficio de este pueblo que quiere superar el martirio como único destino.

Hemos comentado, en otras colaboraciones publicadas en El Sur, de la importancia que tiene para la superación de la sociedad guerrerense el contar con un Poder Legislativo ocupado no sólo en aportar nuevas leyes o poner al día las que ya no respondan al interés del pueblo, sino que los diputados fiscalicen la aplicación honesta y eficiente del dinero del pueblo, así como el cumplimiento de los programas de gobierno. Así también contar con Cabildos que se desempeñen con responsabilidad en cada uno de los 77 municipios de este estado, ya no queremos saber más de la miseria en que viven, sobre todo, los habitantes de las regiones de la Costa Chica y La Montaña por el quehacer corrupto de la mayoría de los alcaldes que forman parte del PRI.

En un ensayo de Gabriel Zaid: Escenarios sobre el fin del PRI, publicado en el número 103 de la revista Vuelta –que dirigió Octavio Paz hasta su muerte–, en junio de 1985, el destacado intelectual mexicano anotaba: “Un terremoto que acabara con la ciudad de México podría acabar con el PRI”. El escenario catastrófico de Zaid se ha cumplido a medias, pues casi cuatro meses después, el 19 de septiembre, un fuerte terremoto provocó enormes daños en nuestra ciudad capital y el PRI continúo su caída, –iniciada con el movimiento estudiantil de 1968–, pues ante la pasividad del presidente De la Madrid, se arranca y consolida un movimiento social que tiene como principal actor político a la sociedad civil.

Han sido igualmente importantes, en este proceso del fin de la era priísta, la ruptura con el PRI de Cárdenas y Muñoz Ledo; las traumáticas elecciones del 6 de julio de 1988; la constancia civilista y democrática del Partido Acción Nacional, fundado en 1939 por Manuel Gómez Morín, convencido de que el legado de Francisco I Madero había sido traicionado, a esto debemos agregar la vocación de lucha de Manuel Clouthier, a quien el presidente Fox ha reconocido como su padrino político. También tenemos que ha contribuido a esta larga caída priísta, la plena libertad de prensa que se está viviendo en México, nacida del golpe al periódico Excelsior, que incluye a la radio y a la televisión, pero que en Guerrero todavía nos falta mucho por caminar.

Debemos agregar, en esta enumeración de factores adversos al PRI, la ruptura lenta, pero constante, del pacto corporativista entre sectores sociales y el gobierno, no es lo mismo este proceso electoral que el de hace tres años, donde el PRI tenía el apoyo de más organizaciones de la sociedad, en el caso de Guerrero y la alcaldía de Acapulco.

Hace falta todavía a esta transición política guerrerense mayor presencia del Partido Acción Nacional; más seriedad a muchos de los integrantes de el Partido de la Revolución Democrática; más trabajo de los universitarios y de las asociaciones de profesionistas; con gusto se ve las acciones comprometidas de la iglesia católica en estos comicios.

Mañana 6 de octubre es un buen día para empezar a superar nuestros ancestrales rezagos y debemos empezar por tener gobiernos honestos y responsables, para esto sólo hace falta la férrea decisión de los ciudadanos guerrerenses para sufragar con plena conciencia. Ojalá, aunque fuera un milagro, tuviéramos resultados similares a los obtenidos en las elecciones realizadas en el Distrito Federal en el año de 1997, donde de 71 cargos disputados, entre otros la jefatura de Gobierno, las diputaciones federales, las posiciones en la Asamblea de representantes, el PRI no logró ninguna, debiendo conformarse con las representaciones plurinominales.