EL-SUR

Sábado 28 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Cartas  

Cuestiona que Tenorio presente a Chavarría como el candidato de la izquierda

Señor director: Mucho le agradecería el permitirme compartir lo siguiente: Dice el señor Tomás Tenorio que los perredistas nos encontramos en el dilema de elegir entre dos proyectos distintos: el de la izquierda social representada por Armando y el gerencial por Zeferino. Sin embargo, me parece que nuestro pueblo –y no sólo los perredistas– efectivamente … Continúa leyendo Cuestiona que Tenorio presente a Chavarría como el candidato de la izquierda

Mayo 25, 2004

Señor director:

Mucho le agradecería el permitirme compartir lo siguiente:

Dice el señor Tomás Tenorio que los perredistas nos encontramos en el dilema de elegir entre dos proyectos distintos: el de la izquierda social representada por Armando y el gerencial por Zeferino. Sin embargo, me parece que nuestro pueblo –y no sólo los perredistas– efectivamente ve dos proyectos, pero en una forma más llana y menos ideologizada: uno que proviene de nuestra universidad, a la que se ha saqueado y colocado en los últimos lugares de aprovechamiento y otro de un ayuntamiento con una gran obra pública.

Suscribirnos a “las constancias públicas del pensamiento de cada uno” de los representantes de estos proyectos podría ilustrarnos sobre lo que ellos dicen de sí mismos, pero tal vez pudiera ser más productivo atenernos a sus hechos para definir “cuál es la alternancia que terminarán proponiendo al PRD”.

En este sentido si se afirma que Armando representa “un proyecto congruente con la historia del PRD, que se identifica con las causas sociales”, ¿por qué Armando no es fundador de nuestro partido? ¿Dónde estaba en 1988 y en la resistencia de 1989? ¿Por qué se negó a darle la bienvenida a Cárdenas en 1994 en un acto con universitarios cuando éste era candidato a la Presidencia de la República y él era secretario general académico de la UAG? ¿Por qué impulsó que en las escuelas con su mayor ascendencia, Héctor Vicario fuera padrino de generación cuando acababa de suceder la masacre de Aguas Blancas? ¿Por qué en 1997 postulaba públicamente a Ángel Aguirre                                 Rivero como el gobernador más democrático que había tenido Guerrero, cuando en una treintena de municipios se luchaba arduamente contra los fraudes electorales orquestados por su gobierno? ¿Por qué fue candidato externo a la diputación federal en 1997? ¿Por qué no apoyó la candidatura a gobernador de Félix Salgado en 1999 ni se sumó a la lucha contra el fraude? ¿Por qué no marchó un solo día en el éxodo por la democracia? ¿Por qué votó en contra de los Acuerdos de San Andrés? ¿Por qué, por qué…? Son muchas preguntas.

Que Zeferino es gerencial, ya quisiéramos que la UAG tuviera “una buena recaudación y una buena administración”. Que Zeferino “carece de sensibilidad y visión social”, ¡pues para eso estamos los perredistas! A la eficiencia de Zeferino hay que agregarle el programa del partido, las demandas de nuestros compañeros.

Es por ello que el programa de gobierno y el gobierno mismo no deben surgir de Armando o Zeferino por separado, debe incluir lo mejor de ambos y de la sociedad, debe involucrarse a los trabajadores, a los campesinos, a los indígenas, a todos los que estén dispuestos a sumarse. Queremos un gobierno para todos, no para la secta de Armando o la de Zeferino. Ambos, por separado, no representan al PRD y, entonces, nuestro dilema sería unificar al partido, construir un programa entre todos, un gobierno para todos.

Respecto al método de selección comparto el respeto a nuestros estatutos: Zeferino se legitimaría rotundamente. Hay que confiar en nuestro pueblo y en nuestra militancia, y empezar a expulsar a todos los que cometieran ilícitos. Efectivamente, no debemos vivir con “el petate del fraude” y Zeferino está obligado a demostrar que también ha convencido a la mayoría de los perredistas preparando ya la probable elección con una coordinadora de dirigentes del PRD y no del FCA.

Sólo quienes no tienen ningún compromiso ni incidencia con la militancia del PRD pueden temerle a una elección interna. Por supuesto, también quienes nunca la han practicado y ven en el PRD la causa de todos los males.

 Atentamente
Martín Hernández González