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Cultura  

Alistan la ofrenda del Museo Dolores Olmedo en el Parque Urbano Aztlán de la Cdmx

Ricardo Sánchez / Agencia Reforma Ciudad de México El Museo Dolores Olmedo concreta esta semana su primera colaboración con el Parque Urbano Aztlán –la otrora Feria de Chapultepec– con una instalación de una ofrenda en el sitio que será abierta al público el viernes, y donde, en un futuro cercano, abrirá un nuevo recinto que … Continúa leyendo Alistan la ofrenda del Museo Dolores Olmedo en el Parque Urbano Aztlán de la Cdmx

Octubre 27, 2021

Ricardo Sánchez / Agencia Reforma

Ciudad de México

El Museo Dolores Olmedo concreta esta semana su primera colaboración con el Parque Urbano Aztlán –la otrora Feria de Chapultepec– con una instalación de una ofrenda en el sitio que será abierta al público el viernes, y donde, en un futuro cercano, abrirá un nuevo recinto que mostrará sus colecciones.
Pero el espacio de La Noria, en Xochimilco, continuará en actividad, aseguró Dolores Phillips Margain miembro del comité técnico del fideicomiso del museo y nieta de la famosa mecenas a quien debe su nombre.
La de Aztlán, detalló, será una sede secundaria dentro del terreno del parque en la segunda sección del bosque, y a donde se traerá parte de las colecciones de obra de Frida Kahlo y Diego Rivera.
“La Noria se quedará como la sede (principal) del museo, y va a ser centro cultural. Ahí vamos a retomar actividades sociales; poder de nuevo invitar a las colonias y a las comunidades cercanas al museo de regreso a la quema de Judas, o al altar de Dolores.
“Tenemos mucho interés de volver a retomar todos los talleres, que siempre fue una de nuestras pasiones. Es lo que nos urge ya poder volver a retomar”, dijo Phillips Margain, despejando los rumores sobre la desaparición del museo en Xochimilco.
“Se vuelve centro cultural y va a seguir siendo la sede”, zanjó.
A decir suyo, se trata de una forma de continuar con el sueño y el legado de su abuela.
“Ella quería que el pueblo gozara; les deja el goce de su colección. Nosotros nos estamos asegurando de poder extender ese goce a comunidades más grandes por medio de una nueva sede. Pero La Noria no desaparece”, insistió.
“Lo que nos interesa es también hacer intercambios mucho más ricos con museos, y teniendo esta nueva sede nos va a permitir poder hacer eso”.
Si bien anteriormente se había informado que el museo contaría con un nuevo recinto de 6 mil metros cuadrados y tres niveles para albergar sus obras, Phillips Margain acotó que eso todavía se está definiendo.
Sin embargo, insistió en la oportunidad de acercarse a un público más amplio desde esta nueva sede, e incluso poder ser considerado dentro del circuito galerístico de la San Miguel Chapultepec.
“Eso nos encantaría y es justo lo que tendríamos planeado. También poder hacer apoyo a nuestros artistas aquí en México.
“Entonces, (el nuevo espacio) es una extensión, no reemplaza, extiende. Nos da la posibilidad de tener planes culturales mucho más ricos de los que teníamos en La Noria”, concluyó.

Un festejo a México

Con calaveras que representan a aztecas, a conquistadores españoles y hasta a los próceres de la patria, el Olmedo recrea en su tradicional ofrenda de Día de Muertos pasajes clave en el surgimiento de México.
Presentada durante 25 años en el recinto de La Noria, y cancelada en 2020 por la pandemia de Covid-19, la tradición no sólo vuelve bajo el título de Ofrenda a nuestros antepasados, sino que por primera vez es desplegada en una sede distinta, el Parque Aztlán.
“La ofrenda consta de 27 escenas que representan desde la fundación de México Tenochtitlan hasta la Consumación de la Independencia”, explicó a Reforma Josefina García, directora de colecciones del Olmedo.
“Esta temática se escogió pensando que justamente este año celebramos el bicentenario de la Independencia, que era un buen tema para trabajar y representar en la ofrenda. No podíamos pasarlo de largo”, refrendó, a propósito de la efeméride festejada hace un mes.
Así, en una curiosa coincidencia, el recorrido empieza precisamente en Aztlán, con el grupo de indígenas que partió del mítico sitio y peregrinó hasta encontrarse con la señal de dónde habrían de asentarse: el águila devorando a una serpiente, postrada en un nopal en medio de un lago.
“A partir de ahí, las diferentes escenas de la ofrenda, diseñada por el museógrafo Jean Renaud Dubois Langlet, dan cuenta de los distintos auges y caídas que precedieron al México independiente.
Es decir, del esplendor de la Gran Tenochtitlán, con varias estampas de la vida cotidiana, a la destrucción de sus edificaciones para erigir iglesias; del icónico encuentro entre Moctezuma y Hernán Cortés, a la captura del tlatoani, o del llamado a la insurrección por parte del cura Miguel Hidalgo, a su destitución como cabecilla del movimiento y posterior decapitación.
“Es una exposición que toma mucho tiempo de trabajo. Por lo general, son nueve, diez meses que se trabajan en la investigación, en la planeación, en la elaboración de las piezas de cartonería. Este edificio donde estamos ahorita se construyó especialmente para la ofrenda”, detalló García sobre el espacio de 700 metros cuadrados, el primero del nuevo parque en abrirse al público, junto con una tienda de recuerdos del museo.
“Todo empieza cuando decidimos la temática, y luego Jean hace toda la investigación junto con Josefina; se crea el guión, se crean las escenas, se empieza a hacer su distribución y la planeación de cómo las figuras se van a ir poniendo”, agregó Phillips Margain.
A lo largo de las salas, donde hay pasajes como la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México o la firma del Acta de Independencia, también aparecen personajes como La Malinche, José María Morelos y Pavón, Vicente Guerrero, el Pípila o un Agustín de Iturbide que se sueña emperador.
Todos ellos a escala natural y en la técnica artesanal de cartonería, hechos por la familia Linares, pues el propio Pedro Linares –reconocido como el creador de los alebrijes– fue uno de los artesanos favoritos de la propia Olmedo, junto con Carmen Caballero, según cuenta García.
“Yo creo que es la ofrenda en la cual tenemos más piezas. Tenemos cerca de 120 piezas de cartonería”, compartió Dubois Langlet, quien reconoció que el nuevo espacio permitió una mayor libertad para el montaje de la ofrenda, que tomó cerca de tres meses.
Finalmente, la ofrenda concluye con un tradicional altar que tiene a Olmedo como figura principal, acompañada por Frida Kahlo y Diego Rivera, franqueados todos por calaveras que representan distintas danzas tradiciones mexicanas: la del venado, la de los chinelos o la de los viejitos, entre otras.