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Viernes 19 de Abril de 2024

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Cultura  

Confrontan reclusos de la Compañía de Teatro Penitenciario el machismo a través de Macbeth

Adaptan la famosa obra de Shakespeare para hablar de “matar a las masculinidades que matan, que someten a la mujer, que son feminicidas, que matan a inocentes”, explica el actor integrante de la agrupación, Ismael Corona, quien escribió la versión. La pieza se presenta en el penal de Santa Martha Acatitla, en la Ciudad de México, y el público en general puede acudir a verla, previa cita

Agencia Reforma Ciudad de México

Junio 16, 2022

Una de la escenas de MCBTH Foto: Cortesía de la Compañía de Teatro Penitenciario

Agencia Reforma

Ciudad de México

Al regresar victorioso de la batalla, Macbeth decide asesinar a su rey y apoderarse de la corona, guiado por las profecías de tres brujas.
En la tragedia de William Shakespeare, el mal nace del ansia de poder.
En una adaptación contemporánea de la Compañía de Teatro Penitenciario, a presentarse en el penal de Santa Martha Acatitla con la actuación de los propios internos, se confronta el machismo, los roles de género y se cuestionan los estigmas en torno a los comportamientos femeninos y las etiquetas sociales.
Se trata del segundo título de Shakespeare que esta agrupación lleva a escena, después de la puesta en escena de Ricardo III.
Uno de los actores de la compañía, Ismael Corona, propuso cambiar la narrativa de la obra original, donde Lady Macbeth, quien persuade a Macbeth de asesinar al Rey Duncan, se suicida.
“¿Qué pasaría si ella tomara todo el poder y cambia el final?”, plantea Corona, ex interno, quien se estrena en la adaptación de la dramaturgia, un trabajo al que se sumó toda la compañía.
MCBTH, como nombraron a la obra, también reflexiona sobre el poder: destruye o te destruye.
“O construyes, que es por donde queremos atinarle: que el poder sea constructivo”, matiza Corona, quien codirige el montaje con Itari Marta y Javier Cruz.
Durante el proceso de adaptación, Corona dice que se buscó reflexionar sobre las masculinidades y las propias violencias de los actores.
“Como somos personas muy machistas, pensaba en qué pasaría si otorgamos el poder a una mujer”, expone, algo que fue debatido al interior de la compañía como parte del proceso creativo.
Al poner en análisis su propia visión machista, Corona asegura que se encontró con actitudes defensivas entre los integrantes de la compañía.
Uno de ellos, Cándido, le reprochó a Ismael: “Tu dramaturgia es una mamada”. Y aunque no quiso compartir por qué opinaba eso, la crítica le provocó cierta satisfacción: “por lo menos provoqué ahí algo”, asegura.
Una ironía del destino es que Cándido tuvo que hacer de Lady Macbeth en los ensayos cuando Valeria, la única actriz de la compañía, tuvo que aislarse por Covid-19. Una personaje capaz de afirmar: “La guerra era juntos, no entre nosotros”.
En principio, Corona pensó en una Lady Macbeth que había perdido un hijo por la guerra, por Macbeth y el rey, pero, al tomar esa estructura, Valeria decide que no hablaría sobre un hijo sino de las mujeres.
“Habla de matar a las masculinidades que matan, que someten a la mujer, que son feminicidas, que matan a inocentes”, explica. “Lo chingón es que (el personaje de) Valeria empezó a hacer lo mismo, pero ahora en un cuerpo de mujer, con los mismos patrones, inconscientemente, pero ahora con el poder de mujer”.
Corona expone que MCBTH habla también sobre el ejercicio equivocado del poder.
En la obra, las órdenes de Lady Macbeth, que son órdenes de muerte, son ejecutadas por un personaje mudo.
Y cuando ella le pide que se encargue de su madre, quien le ha hecho ver la violencia desatada en el reino al comportarse igual que el hombre que la violó y la traicionó, el mudo lo interpreta como una orden para asesinarla.
Llena de remordimiento, la única salida posible es el suicidio, aunque el daño ya está hecho.
“La violencia no es cuestión de géneros sino de humanos, de personas”.
El papel de Macbeth terminó en manos de Cándido.
“Qué bueno que no estábamos en el mismo canal, pero terminamos llegando al mismo objetivo”, dice Corona, quien debutó como actor con la compañía en 2013 con Medea Material.
Durante el proceso de montaje, dos integrantes del elenco obtuvieron su libertad, pero otros continúan presos en Santa Martha.
Otro integrante, Toño, quien participó en montajes, como Cabaret Pánico, Esperando a Godot y Xolomeo y Pitbulieta, se suicidó en 2020.
“Este montaje de cierta forma es un tributo a él, poder despedirnos, y un tributo a nosotros para saber cerrar ciclos con nuestras personas que ya no están, con las personas que traemos arrastrando, familiares, por el mismo delito de quienes estuvimos encerrados ahí. No dejar esas energías en el aire”, agrega.
La compañía ensaya dentro del penal y representa una forma para los internos de tener un ingreso.
“A veces hemos estado a punto de tirar la toalla, pero siempre hay algo que de repente nos vuelve a conectar. No sé si somos nosotros y nuestra voluntad o a veces es simplemente la magia que se ha generado durante 13 años”, dice Itari Marta.
Las funciones dentro de Santa Martha Acatitla serán el 18 y el 25 de junio. Para asistir a la última función es necesario enviar nombre completo y CURP al correo [email protected].