Israel Sánchez / Agencia Reforma

Ciudad de México

Al aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 sin cambio alguno al proyecto enviado por el Ejecutivo, los legisladores han mantenido lo que expertos califican como el gasto “más regresivo y centralista de la historia del país” en materia cultural.
Aún sin publicarse el documento final, para los especialistas no cabe sino esperar el proyectado gasto de 15 mil 28 millones de pesos para el sector, de los que una cuarta parte son para el megaproyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura, perpetuando los mismos alcances y objetivos.
“Y las mismas precariedades que ya vimos el año pasado: todo lo que está sufriendo el INAH, la drástica reducción en las investigaciones y los problemas que hay en mantenimiento y operación de zonas arqueológicas. Sin embargo, sí podemos destinar cantidades inmensas a Chapultepec”, opina en entrevista Carlos Villaseñor, experto en gestión cultural.
Y es que mientras Chapultepec, proyecto emblema de la actual administración, concentrará 3 mil 823 millones de pesos, el INAH y el INBAL recibirán 4 mil millones de pesos y 3 mil 327 millones, respectivamente, encarando un déficit previsible e imposible de sortear con el bajo de nivel de ingresos autogenerados.
“Pesa más Chapultepec que las instituciones responsables de la custodia, salvaguarda, promoción y difusión de nuestro patrimonio”, considera Villaseñor, quien impulsó una reserva al presupuesto para redirigir 250 millones de Chapultepec a 2 mil 121 centros y casas de cultura de todo el país.
Una iniciativa descentralizadora que, al dotar con 100 mil pesos a cada uno de tales espacios, busca que se beneficie a 115 millones de personas en más de mil municipios, frente a los 15 millones de visitas que recibe Chapultepec al año.
No obstante, Morena y sus aliados rechazaron las mil 994 reservas presentadas desde la oposición.
“Es lamentable que la mayoría de la ciudadanía representada en la Cámara haya dado la espalda a la primera reserva ciudadana en materia de cultura. En particular, porque estaba planteada con sus mismos datos y propósitos, que ahora queda claro que es mero discurso”, reprocha el especialista Carlos Lara, también impulsor de la reserva para federalizar el gasto, y quien tilda el presupuesto no sólo de centralista, sino “regresista”.