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Miércoles 11 de Diciembre de 2024

Guerrero, México

Cultura  

Delinea el San Francisco Ballet en una obra con el mexicano Isaac Hernández preguntas sobre la IA

Monta la compañía estadunidense la coreografía Mere mortals (Simples mortales), con el bailarín originario de Jalisco como uno de los protagonistas

Febrero 06, 2024

Isaac Hernández durante su interpretación en la obra Mere mortals Foto: Cortesía del San Francisco Ballet

Rebeca Pérez Vega / Agencia Reforma

Ciudad de México

El uso de la inteligencia artificial (IA) plantea paradojas filosóficas al mundo contemporáneo, y, quizá, con su popularidad, esta herramienta podría abrir la caja de Pandora.
Bajo ese cuestionamiento, el San Francisco Ballet delineó la coreografía Mere mortals (Simples mortales) con el bailarín mexicano Isaac Hernández (Guadalajara, Jalisco, 1990) como uno de sus protagonistas.
Esta pieza ya abrió formalmente la temporada 2024 de la reconocida agrupación estadunidense, bajo la dirección artística de Tamara Rojo, pareja de Hernández, y volverá a tener funciones del 18 al 24 de abril.
Se trata de una experiencia sensorial inmersiva en la que la música y la danza se cruzan para poner sobre los reflectores la antigua leyenda de Pandora y hacer una alegoría al mundo tecnológico, buscando reflexionar sobre las consecuencias que puede acarrear el uso y abuso de la IA.
La historia centra su atención en la primera mujer mortal moldeada por los dioses, quien recibe de Zeus una botella como regalo bajo la advertencia de no abrirla bajo ninguna circunstancia. Con la curiosidad a tope, la mujer abre el frasco y libera así todos los males del mundo; lo único que no sale a flote es la esperanza, lo que crea una atmósfera llena de incertidumbre.
“La idea del cambio inevitable nos resultó interesante en la adaptación de este mito. La curiosidad de Pandora está en todos nosotros, y el deseo del cerebro humano de ir más allá y progresar es algo que no podemos retractarnos ni borrar. Inventamos internet y la inteligencia artificial; es algo que no podemos eliminar de nuestra realidad.
“Por lo tanto, las cuestiones en torno a esto, las cuestiones morales en torno a esto, son muy relevantes”, ha descrito Carmen Kovacs, dramaturga de la puesta, con coreografía de Aszure Barton.
La música, sonorizada en vivo por la Orquesta del San Francisco Ballet, corrió a cargo de Sam Shepherd, mejor conocido como Floating Points, uno de los músicos electrónicos más destacados de la escena internacional, quien recientemente ha hecho colaboraciones con la Sinfónica de Londres.
La obra es protagonizada por cuatro personajes principales: Prometeo, Epitimeo, Pandora y Esperanza.
Hernández, primer bailarín del San Francisco Ballet desde 2022, encarna al primero, quien a pesar de ser una deidad decide robar el fuego a los dioses para entregarlo a los humanos, pero, en su camino, creará el caos.
“Fue un gran reto crear un lenguaje que nos permitiera diferenciar a este dios de los demás mortales, físicamente es muy demandante pero muy satisfactorio”, dijo el mexicano en un comunicado.
Kovacs, quien reescribió la historia detrás del mito, ha resaltado que el personaje de Hernández es central en esta trama.
“En lugar de representar a Zeus como un personaje independiente en el escenario, fusionamos un toque de Zeus en Prometeo. En el escenario emerge como una figura destacada, a menudo moviendo los hilos, literalmente, del grupo en su conjunto”.
Satisfecho con la puesta, Hernández añadió: “Me llena de orgullo saber que hoy en día y a solo un año de estar aquí ya hemos creado una pieza que tiene todo el potencial de revolucionar nuestra industria y a la vez tocar temas de interés común que nos permite traer a un público más diverso al ballet”.