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Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Cultura  

Presenta el INAH denuncia por obras que destruyen el patrimonio en Teotihuacán

La empresa que edifica un parque de diversiones rompió los sellos de suspensión y continuó con los trabajos en Oztoyahualco, una zona protegida

Abril 21, 2021

Parte de la construcción se hace junto a oquedades que se cree que fueron minas de donde los antiguos teotihuacanos extraían el tezontle con el que construyeron la gran ciudad Foto: Agencia Reforma

Agencia Reforma / Redacción

Ciudad de México

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) presentó ayer una denuncia de hechos por presunto daño al patrimonio arqueológico y quebrantamiento de sellos de suspensión en Oztoyahualco, área protegida de Teotihuacán donde se efectúan obras ilegales, aparentemente para construir un parque de diversiones.
Aunque las labores que involucran maquinaria y trascabos fueron suspendidas dos veces por las autoridades de la zona arqueológica, éstas continuaron, confirmó el director del sitio, Rogelio Rivero Chong.
Una vez presentada la denuncia ante el Ministerio Público de Texcoco, se espera que la policía ministerial revise y solicite al Instituto los peritajes correspondientes, dijo.
Reforma dio cuenta de la alerta que presentaron investigadores ante las autoridades por la construcción ilegal.
En Oztoyahualco, sitio que albergó la ciudad antigua de Teotihuacán, se hallan unos 24 basamentos arqueológicos que pueden ser domésticos o altares –no se sabe, pues no han sido excavados– y montículos, además de una caverna, explicó Rivera Chong.
A principios de marzo se suspendieron por primera vez las obras en el predio de 7 hectáreas, ubicado en el área B, pero los sellos fueron rotos.

Extracción y venta ilegal
de patrimonio

En una carta que enviaron en marzo al director del INAH, Diego Prieto Hernández para denunciar los hechos, los investigadores señalaron que, gracias a información de los vecinos del lugar, tienen conocimiento de que al abrir calles y caminos se han destruido montículos completos y extraídos objetos que incluso se ofrecen a la venta.
Y que en cuanto se conocieron las primeras noticias de la destrucción informaron al director de la zona arqueológica, el restaurador y arqueólogo Rogelio Rivero Chong, quien de inmediato ordenó la inspección y la suspensión de algunas obras.
Sin embargo, añaden, “los infractores no se han detenido e incluso han surgido nuevas obras en apenas unos días”.
“Hemos sabido que algunos vecinos preocupados por lo que se sucede en Oztoyahualco, están organizando distintas acciones para denunciar ante la opinión pública la destrucción, señalando que las acciones por parte del INAH han sido nulas o poco eficientes”, advierten.
Por ello, los investigadores solicitaron que “de manera urgente se brinde todo el apoyo jurídico a la zona arqueológica de Teotihuacán para que sean detenidas las obras que se realizan ilegalmente en Oztoyahualco, se investigue y de ser necesario se finquen las responsabilidades a quienes llegaron a causar daños al patrimonio arqueológico de Teotihuacán”.
Los firmantes, Rubén Cabrera Castro, Sergio Gómez Chávez, Jesús Torres Peralta, Claudia López Pérez y Olga Villanueva Sánchez también destacan que se debe brindar el apoyo jurídico necesario al director de la zona arqueológica para detener no sólo las afectaciones en Oztoyahualco, sino en otras áreas protegidas por decreto presidencial, “pues en los últimos meses se ha incrementado exponencialmente la construcción clandestina e ilegal incluso en los límites inmediatos del área A, afectando el patrimonio arqueológico de Teotihuacán, reconocido desde 1997 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco”.

Construyen en terrenos
de ex alcalde

Por la información e imágenes que han hecho llegar vecinos de Teotihuacán al Instituto, se calcula que los trabajos irregulares abarcarían 3 o 4 hectáreas.
El predio privado es propiedad del político y ex jefe de la Policía de la Ciudad de México, René Monterrubio, ex presidente municipal de San Juan Teotihuacán (2013-2015).
Sin embargo, no es el único de Oztoyahualco, aunque sí el más grande, que presenta construcciones irregulares. En un par, al menos, se presentan edificaciones prohibidas, sobre todo remodelaciones, detalló Rivero Chong.
Respecto del predio de Monterrubio, Rivero Chong explicó que se ha seguido el procedimiento previsto por la ley.
“Se han hecho las visitas de verificación y se suspendieron (las obras) a principios de marzo. El procedimiento administrativo marca tiempos. Se dan cinco días para presentar documentación que permita la regularización de las obras y, después de esos cinco días, si no se presentan, viene un periodo de alegatos por 10 días y, si no se presentan, se vuelve a hacer otra visita de verificación, que fue lo que hicimos, y se detectó que seguían laborando.
“Se hizo una segunda suspensión el 30 de marzo. Se dio nuevamente el periodo para presentar pruebas; nadie asistió. Regresamos para hacer la verificación y se detectó que seguían las obras”, explicó el restaurador.
Monterrubio acudió a la dirección de la Zona Arqueológica de Teotihuacán (ZAT) dos días después de la primera suspensión para saber las razones de ésta. Tras obtener información de la ley en la materia dijo que se acercaría al departamento jurídico para regularizar, pero no fue así, relató Rivero Chong.

Visión turística

Teotihuacán es un destino turístico, con unos 5 millones de visitantes al año –en cifras previas a la pandemia– que lo mismo acuden a “cargar energía” o apreciar el paisaje que para beber cerveza alrededor de la zona.
Consultado sobre la función que supuestamente tendría el lugar como parque recreativo, de lo cual el INAH no tiene confirmación, Rivera Chong respondió:
“Algunos empresarios de la región creen que el visitante viene a pasar un rato de esparcimiento y que necesita un parque de diversiones. No conozco si las intenciones son las de hacer un parque recreativo; no lo comentó el señor Monterrubio, lo dice la gente.
“Por ejemplo, el presidente municipal de San Martín de las Pirámides, cuando inició su gestión, entre sus promesas de campaña estaba hacer una rueda de la fortuna, tipo la de Puebla o la de Londres. El INAH ha negado (el permiso) porque va en contra de los valores por los que fue declarada Teotihuacán Patrimonio de la Humanidad, uno de cuyos criterios protege las visuales, el paisaje cultural”, refirió Rivero Chong.
Precisamente para proteger los vestigios del área B de Teotihuacán, el INAH adquirió hace una década terrenos en Oztoyahualco, parte de los cuales colindan con los de Monterrubio.
En varias partes de esta área se ubican oquedades que equivocadamente se piensa que son cuevas. Sin embargo, se sabe con toda certeza que son antiguas minas de donde los teotihuacanos extraían el tezontle con el que construyeron la gran ciudad.