EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Cultura  

Que vean mi trabajo y digan “yo también puedo”: Cruz Contreras, artista de animación igualteco

Se mudó a Canadá para evolucionar en lo que le gusta: efectos especiales en animación cinematográfica. Haber contribuido en tres cintas nominadas al Oscar –incluida Monstruo del mar de la actual edición– no hace que deje de extrañar su tierra: “Sé que Guerrero está pasando por un momento de inseguridad muy drástico y esa es una de las razones por las que me gusta que la gente sepa qué hay detrás de las películas”, y sepa que siendo él de una ciudad de 100 mil habitantes ha llegado a donde está hoy. “Las artes y los deportes son buenísimos para sacar a la gente de los problemas”

Marzo 11, 2023

Cruz Contreras participó en la cinta ganadora del Oscar Spider-Man: Into the Spider-Verse, en 2018 Foto: Tomada de Facebook

Guillermo Rivera

El Sur / Ciudad de México

El artista de animación Cruz Contreras, originario de Iguala, Guerrero, recuerda cuando, hace algunos años, él y su familia se trasladaban a Chilpancingo para ver películas en el cine porque en su ciudad no había complejos cinematográficos. Hoy, Cruz ha logrado participar en tres películas nominadas a los premios Oscar de Hollywood.
Cruz, de 32 años, es “character FX artist” –en español, director técnico de efectos de personajes– en Sony Pictures, lugar al que llegó tras recorrer un largo camino a partir de 2016, cuando se mudó a Canadá para trabajar en un estudio de películas. Este domingo 13 de marzo, Monstruo del mar (The sea beast) podría convertirse en la segunda película animada ganadora del Oscar en la que Cruz jugó un papel destacado como animador. La primera triunfadora fue Spider-Man: Into the Spider-Verse (2018).
En entrevista con El Sur, Cruz recuerda aquellos primeros años de salidas familiares que lo hicieron imaginar su futuro. “Mi familia y yo somos amantes del cine. Nos encanta meternos en las salas sin ver qué vamos a ver previamente. Simplemente, vemos lo que está próximo”.
Fan de las películas animadas desde pequeño, cuando vio los efectos visuales de filmes como Harry Potter y la piedra filosofal, supo que él quería dedicarse a crearlos. Estudió la preparatoria en el Tec de Monterrey de Cuernavaca, institución educativa donde estrenaban entonces la carrera de Animación y Arte Digital.
“De aquí soy”, se dijo Cruz. “En la escuela aprendí las bases de funcionamiento de algunos programas, pero, para ser honesto, una vez que estás en un estudio (de animación), aprendes todo otra vez. Casi de cero, porque cada estudio tiene una manera de hacer las cosas”.
Los estudios, agrega, cuentan con herramientas exclusivas. “Cada que vas a otro lugar, a un nuevo estudio, entras en un periodo de entrenamiento para que aprendas su funcionamiento”.

“No conformarme me ha
aventado más y más lejos”

Cruz explica en qué consiste su trabajo. “Lo que hago es muy bonito. Nosotros nos llamamos animadores técnicos porque es una mezcla perfecta entre el arte y la tecnología. Tenemos que hacer, por ejemplo, que la ropa y el cabello (de los personajes de las películas) se muevan de una manera física y dinámicamente correcta para que cuando la gente vaya al cine no diga que se ve falso o que así no es”.
Los animadores técnicos, remarca, intentan apegarse a la realidad física. “Que se vea estético y bonito. Es difícil. Tenemos que dar fuerza. Si es un superhéroe, que su capa se vea heroica. Hay veces que funciona, pero no se ve bien. Hay veces en que se ve bien, pero no funciona. Tienes que encontrar un punto intermedio. Y sí, es mucha experiencia”.
Cuenta que, tras graduarse de su carrera, un amigo le envió un mensaje para avisarle que el estudio donde trabajaba buscaba a una persona. Cruz envió su documentación. Quien sería su jefe le dijo que, si podía comenzar al siguiente lunes, sería bienvenido.
Se mudó a la Ciudad de México. “Mi familia es de la idea de que hay que empezar en algún lado, me fui para allá”. Su familia también lo apoyaba al principio con el arrendamiento de su nuevo espacio.
“Trabajé ahí unos meses. Agarré experiencia”. Después se pasó a otro estudio, donde hacía comerciales de televisión. “Me gustaba mucho, aunque era más presión. Estuve ahí un año”.
Poco después se movió al Instituto de Investigaciones Eléctricas, en Cuernavaca. “Me querían para hacer modelos en 3D. Era bien pagado, buen ambiente laboral, pero no era mi sueño”. Esto sucedió en 2015, mientras impartía clases en el Tec de Monterrey.
En ese tiempo, un amigo le preguntó si estaba al corriente con las actualizaciones de Maya, un programa de animación. “No sabía nada de lo que me estaba diciendo. Me di cuenta de que me estaba atrasando”, relata Cruz.
Como los programas se actualizan constantemente, pensó que si no los usaba cuando buscara empleo sería difícil hallarlo o que lo aceptaran. Ese día recopiló su trabajo y envió su carpeta a varios estudios en el mundo. “Mandé más de 100 correos, a ver si alguien me contestaba”.
Un mes más tarde, ya en 2016, el estudio Moving Picture Company, en Vancouver, Canadá, le respondió. “Ellos fueron los que me movieron para acá y participé en películas live action como La torre oscura y La Liga de la Justicia”. Después encontró trabajo en Sony Pictures para participar en películas animadas.
–En perspectiva, ¿qué significa tu proceso profesional?
–Me pone a pensar. No creo en el destino, pero considero que todas las cosas las hice por alguna razón. Antes de irme a trabajar a Cuernavaca pensaba que no era lo correcto. Yo planeaba adquirir 10 años de experiencia en México e irme a Canadá después de los 30 a buscar trabajo. Pero Cuernavaca debió de estar en mi vida para llevarme a donde ahora estoy. Necesitaba llegar a un lugar y decir: ‘Ya me aburrí, necesito hacer algo más’. Si no, a lo mejor mi vida sería diferente. No lo veo como una ambición de querer más dinero, sino, más bien, que nunca estoy conforme y es curioso porque podría decirse que me gusta mi zona de confort, pero al mismo tiempo soy una persona aventada. Ahora me acuerdo y me digo: ‘¿cómo me vine solo, a un lugar cuyo idioma no lo tenía tan dominado? ¿Cómo le hablé así al director?’. No conformarme me ha aventado más y más lejos, (me ha hecho) sentir que puedo hacer más cosas.

En busca de los
propios proyectos

Ya instalado en Sony Pictures, Cruz participó en Spider-Man: Into the Spider-Verse, película ganadora del Oscar a la Mejor Película de Animación y al Globo de Oro en la misma categoría.
También estuvo involucrado en Más allá de la Luna (Over the Moon), igualmente candidata al Oscar. Ahora, por tercera vez, una película en la que intervino es nominada: The sea beast.
De su trabajo en este filme di-ce que “al principio, fue a ciegas. Con Spider-Man, (me involucré) sin saber qué iba a pasar, sin saber mucho del proyecto. Era un poco secreto. No sabía mucho y qué bueno que lo hice. Actualmente hay una especie de pláticas con Sony para intentar meterme en proyectos que más me gustan.
“Al principio, me asignaban. Pero ahora tengo una manera de hablar con mis supervisores para ver el ingreso a proyectos que yo escoja. A veces funciona, a veces no. Over the Moon es una película en la que quería participar porque me gustan los musicales”.
En cambio deseaba participar en The Mitchells vs. The Machines (2021) pero no pudo porque estaba involucrado totalmente con Over the Moon. “Ya tenía un contrato con Vivo, la película siguiente. No tenía tiempo para The Mitchells. Me dolió no participar. Me hubiera gustado trabajar ahí”.
–¿Es tu trabajo como lo habías imaginado?
–Hay de todo. Hay veces que te avientas mucho tiempo en un proyecto. Me pasó con Over the Moon, donde estuve más de un año, y además fue una película que terminamos en pandemia (de Covid). Fue una locura. Después necesitaba vacaciones, pero ¿qué haces en pandemia? Luego vinieron Vivo, Hotel Transylvania: Transformania y The sea beast.
Cruz tomó una semana de vacaciones entre esta última película y Spider-Man: Across the Spider-Verse, la secuela del filme de 2018 y que se estrenará en junio. “Hasta ahora, todo apunta que voy a tener vacaciones más largas, de unos dos meses”, presume, sonriente.

“Soy de Iguala y ahora estoy aquí”

Su labor en Over the Moon fue todo un reto, narra el animador guerrerense. “Llegaba (al estudio) y deseaba lo mejor. Ahora con The sea beast y Across the Spider-Verse estoy mucho más tranquilo. Han pasado algunos años y me siento mucho más relajado. De repente llegan cosas y me pregunto cómo voy a solucionarlo, pero se nota que hay más experiencia. Ya no me estreso como antes”.
–¿Qué opinas sobre los mexicanos que viven en Canadá?
–La comunidad mexicana es grande. Lo que he visto es que Estados Unidos y Canadá son muy diferentes. Mucha gente tiene la idea de que es difícil conseguir una residencia. Es difícil, pero creo que, comparado con Estados Unidos, la situación migratoria de Canadá es mucho más sencilla.
Además, reconoce, “se tiene la idea de que nos van a tratar mal, de que van a ser racistas. La verdad es que nunca me ha tocado algo así. Al contrario, creo que soy celebrado por ser mexicano”.
–¿Y qué piensas sobre los fenómenos sociales en Guerrero?
–Sí sé que Guerrero está pasando por un momento de inseguridad muy drástico, y esa es una de las razones por las que me gusta que la gente sepa qué hay detrás de las películas, porque quiero que sepan que yo, siendo de Iguala, siendo de esa ciudad de 100 mil habitantes, ahora estoy en donde estoy. Las artes y los deportes son buenísimos para sacar a la gente de los problemas. (Me gusta) que la gente vea mi trabajo, que vea las cosas que yo hago para que digan: ‘yo también puedo hacer eso’.
A pesar de su exitosa trayectoria profesional, Cruz confiesa que extraña México. “De hecho, siempre hago la pregunta-broma: ‘¿en qué momento van a abrir Sony Cancún?’. Trato de ir a México lo más que puedo, me gusta mucho”.

La animación,
arma poderosa

–¿Cuál es la relevancia de las películas de animación para contar historias?
–La animación es un arma muy poderosa, que llega a todos lados. Como Guillermo del Toro dice, la animación no es un género. Catalogamos películas animadas como un género, cuando en realidad es un medio para contar una historia. Una animación puede ser terror, comedia, drama, cualquier cosa.
Cruz recuerda Flee (2021), largometraje nominado al Oscar que aborda la vida de un homosexual que escapó de Afganistán a Dinamarca como refugiado. “Los comentaristas diciendo que las películas animadas las disfrutan los niños, pero que los adultos no las soportan. Es una falta de respeto, pero sobre todo es una mala concepción que se tiene de lo que es una película animada”.
–¿Tienes la inquietud de dirigir?
–Sí me gustaría, pero siento que todavía es un largo camino. Quiero agarrar mucha más experiencia para llegar directo.