Los recintos culturales del país podrán comenzar a operar de manera restringida, a partir del 1 de junio, cuando el semáforo de alerta en la entidad de la República en la que se encuentren esté en color amarillo.
De acuerdo con lo expuesto en la conferencia matutina de ayer del presidente Andrés Manuel López Obrador, cada entidad tiene un color de alerta asignado (rojo, naranja, amarillo o verde) que cambiará semanalmente según evolucione el nivel de contagios.
Según explicó la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, los recintos culturales en espacios cerrados, como museos y teatros, podrán reabrir de manera restringida con el semáforo en amarillo y, plenamente, con el semáforo en verde.
“En el espacio público abierto habrá restricciones menores para el espacio abierto y mayores para el caso del espacio público cerrado, me refiero a templos religiosos, museos, cines, teatros, que es parte del espacio público, restaurantes, pero que van a tener que operar de manera reducida”, explicó Márquez sobre las medidas con el semáforo en amarillo.
No se detalló, sin embargo, qué quiere decir una reapertura de manera restringida, por lo que se esperan los lineamientos que deberán seguir los recintos.
Durante la presentación del llamado “Regreso a la nueva normalidad”, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, mostró el mapa del país con los colores del semáforo tal como se encuentran en este momento.
Si la reapertura se llevara a cabo hoy, por ejemplo, 11 entidades con semáforo en verde, entre las que están Chiapas, Zacatecas y Nuevo León, podrían abrir sus recintos culturales por completo.
Sonora, Tamaulipas y Oaxaca están en amarillo y podrían abrir sus recintos culturales de forma restringida.
Los demás estados, al encontrarse en rojo y naranja, no estarían en condiciones de reabrir de ninguna forma sus recintos culturales.
De acuerdo con el mapa del semáforo, además de un color asignado, cada estado tiene un indicador de la tendencia de los contagios.
De esta forma, por ejemplo, se espera que la Ciudad de México sea de las últimas entidades en abrir sus recintos culturales, pues está en color rojo, con una tendencia de contagios alta.

Atisban retorno incierto

Tras casi dos meses cerrados, los recintos culturales del país por fin tienen un atisbo de cuándo podrían reabrir sus puertas al público, aunque la incertidumbre aún impera.
El panorama menos alentador lo tienen los 13 estados en rojo, en nivel de alerta máxima, como la Ciudad de México, donde es todavía imposible vislumbrar una fecha de retorno.
“Entendemos lo que está sucediendo y, sin duda, nos sumamos a todas las estrategias que tengan que ver con la emergencia sanitaria, por supuesto, pero, sin duda, económicamente para nosotros es bastante preocupante”, lamenta Itari Marta, presidenta de la Red Espacios Culturales Independientes Organizados de la Ciudad de México.
Aunque los espacios culturales capitalinos están realizando iniciativas conjuntas, como un banco de boletos, y ya se aprobó que puedan ser seleccionadas para recibir créditos como pequeñas empresas, el costo del regreso sin fecha también será alto.
Desde la mañana de ayer circuló en redes un documento que el gobierno de la Ciudad de México reconoció como un borrador en el que se exponía, entre otras medidas, que los foros escénicos tendrán que reabrir sus puertas con un tercio de su aforo.
“Eso nos pondría, evidentemente, en una situación de inviabilidad, pero, por eso, tenemos que generar nuevos mecanismos de colaboración entre la IP, la sociedad civil organizada y el gobierno”, opina Marta, quien dirige también el Foro Shakespeare.
Con ello está de acuerdo Boris Schoemann, director del Teatro La Capilla, quien estima que se necesitará de un esfuerzo conjunto entre recintos para poder retomar la confianza del espectador.
“Nos vamos a tardar mucho en poder volver a dar la confianza al público, que vuelva a entrar a las salas pequeñas, como La Capilla y la Sala Novo. Intuimos que, en cuanto podamos reanudar, lo vamos a tener que hacer con un cupo limitado”, pondera.
El regreso todavía lejano para los espacios en las entidades en rojo, con la espera que agrava su situación, se sumará al costo afrontar la garantía de dar seguridad.
“Tenemos que tomar una cantidad de medidas muy fuertes, grandes, que obviamente a nivel económico van a implicar muchas cosas, y sabemos que este año va a estar extremadamente castigado”, añade Schoemann.
Los recintos culturales en el resto de las entidades, aunque en una situación menos complicada, aún no obtienen un respiro y continúan con incertidumbre.
Tal es el caso de los cuatro estados con el semáforo en naranja, que incluyen, por ejemplo, a Veracruz.
“Nosotros ya sabíamos que Veracruz tienen un retraso en el repunte de la curva, entonces ya ha habido señalamientos de las autoridades de que íbamos a tardar más en llegar a la punta y recobrar la normalidad”, explica Claudia Bautista, propietaria de la Librería Hyperión, de Xalapa.
Como parte de un gremio particularmente castigado por la crisis, Bautista asegura que poco cambia el panorama con el anuncio del semáforo de alerta y la vuelta la “nueva normalidad”.