Aurélie Daly

El Día Mundial del Libro fue celebrado ayer en el Centro Cultural Domingo Soler con lecturas de las obras de Jorge Ibargüengoitia y Rubén Bonifaz Nuño y un recital poético-musical de textos de Federico García Lorca.
Jorge Ibargüengoitia fue recordado en su 30 aniversario luctuoso y Rubén Bonifaz Nuño, algunos meses después de su muerte, ante una centena de personas que se reunió para compartir textos de los dos escritores mexicanos y más allá, celebrar su gusto por la lectura.
En una primera ronda, leyeron Lucero Castro, Loeria Agüero y Enock Rodríguez, textos de Jorge Ibargüengoitia. La actriz y bailarina, Loeria Agüero leyó el cuento La ley de Herodes en el que, a través del relato de la anécdota vergonzosa de un examen médico en Estados Unidos, recuerda sus lecturas marxistas y reinterpreta el imperialismo americano. El músico y titerista, Enock Rodríguez, compartió El episodio cinematográfico y la directora y actriz Lucero Castro, un texto donde el escritor relata recuerdos de niñez, en particular un episodio sabroso, de una maestra, incapaz de pronunciar correctamente su apellido.
En una segunda ronda, homenajearon a Rubén Bonifaz Nuño. La escenógrafa, actriz y directora de teatro, Norma de Anda, compartió con el público tres poemas, Tú das la vista a mis pupilas ciegas, A tu puerta llamé, no estabas, y Que fácil sería para esta mosca. El actor, Salvador Solís, leyó Y nuevamente abril a flor de cielo y Centímetro a centímetro y la actriz Adriana Suástegui, Aunque bien sé que no me extrañas.
Para continuar la noche, la conductora del evento, la escritora Alondra Berber, invitó al público a pasar en el teatro para escuchar a Adolfo Jiménez y Blanca Reyna Aguirre quienes ofrecieron un recital poético-musical de textos de Federico García Lorca, en un recorrido de las ciudades que inspiraron al poeta, Granada y Córdoba, entre otras.
Excelente guitarrista de flamenco, Adolfo Jiménez transportó al público en los confines del Viejo Mundo.
El que tocó con José Mercé, La Susi, Camarón de la Isla y Paco de Lucía, en Candela, el sitio de encuentro de los guitarristas madrileños, regaló una hora de sus composiciones, en el puro estilo flamenco, en un ambiente de casa andaluz, con decorado de patio y fuente.