Sobre el proceso de integración del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) a la Secretaría de Cultura federal tras el decreto presidencial que extinguió su fideicomiso, dando fin a una historia de 31 años, becarios actuales del programa Jóvenes Creadores ven con esceptisismo este cambio, pero esperan que sea para bien.
“Nunca me imaginé que seríamos la última generación del Fonca como lo conocemos”, señala el escritor Ricardo Guerra de la Peña. “Creo que ningún organismo emanado del PRI está libre de pecado, pero al menos el Fonca, por lo que he visto, trabaja con transparencia. Los becarios que conozco cuentan con trayectorias y proyectos que sustentan por qué fueron seleccionados”.
“Desde mi perspectiva, me gustaría que, si se transforma, que los estímulos sean más abiertos a la comunidad, que, de alguna modo, se reconozca que llevamos una vida productiva siendo artistas y que, como artistas, quizá podamos enfocarnos más a que nuestra obra realmente impacte en el desarrollo de la sociedad”, reflexiona, por su parte, la coreógrafa Yuki Pastrana.
El director de teatro Héctor Flores Komatsu es más escépticos sobre lo que viene.
“Si de por sí ya había toda una burocracia que era un impedimento para el proceso artístico, lamentablemente, ya me imagino cómo va a ser ahora que forme parte de la Secultura”, previene. “Aunque la intención sea buena, ¿quién dice que con el tiempo no se abra el camino a más corrupción, a más compadrazgos, a más favores especiales, a que se apoyen trabajos que solamente estén alineados a la política del gobierno actual?”.
Modificarán proyectos por la emergencia sanitaria

En tiempos donde la movilidad está restringida y la interacción presencial no es posible, hay becarios del Fonca para quienes la pandemia los orilla a modificar sus proyectos.
El director de teatro Héctor Flores Komatsu, por ejemplo, tenía la intención de montar una puesta en escena con cuatro mujeres indígenas de distintas partes del país, lo que involucraba pasar tiempo con ellas en sus comunidades.
“Sí ha impactado tremendamente al proyecto, porque gran parte de lo que involucraba era ir y convivir con ellas en su lugar de origen para tener un mejor entendimiento de lo que son sus vivencias, su comunidad, y así tener una mejor forma de poder traducirlo a la escena”, lamenta.