Mauricio Ángel / Agencia Reforma

San Luis Potosí

Mientras estaba en el cementerio de Real de Catorce, lugar que analizaba como posible locación para filmar su adaptación al cine de la novela Pedro Páramo, de Juan Rulfo, Rodrigo Prieto conoció a una anciana que hablaba con los muertos.
Todos la tomaban por loca, pero Prieto, quien se preparaba para debutar como director, quedó fascinado al escucharla contar que diario se encontraba ahí con sus difuntos padres.
“Le pregunté si veía a otros muertos, y me dijo que sí, que bailan y comenzó a bailar. Pensé: ¡Qué bonito, aquí está, esto es’”, recordó.
Con aquella memoria explica que al tomar en sus manos un emblema de la literatura nacional, sobre un pueblo habitado por muertos, no quería perder de vista que para los mexicanos lo fantástico es normal.
El mismo Prieto no es una persona ordinaria: su talento como cinefotógrafo se ha traducido en cuatro nominaciones al Oscar y es, a nivel visual, tanto el hombre de confianza de Martin Scorsese como de Taylor Swift, con quien ha grabado cuatro videos.
Pero al dirigir este filme que estrenará Netflix a nivel mundial el 6 de noviembre, ha preferido no pensar en todo lo que ha construido, sino en la herencia que carga y abordar la película desde sus propias conexiones familiares para que su visión sea muy personal.
“La novela tiene algo que a mí me mueve mucho y me obsesiona: ¿qué pasa cuando de una generación a la siguiente, a veces sin siquiera conocerse, el caso de Pedro Páramo y Juan Preciado (padre e hijo), hay secretos, dolores, todo tipo de cosas que se transmiten, a veces por la sangre? Es muy misterioso.
“Algo que me mueve es pensar en mis generaciones pasadas, en cosas que han hecho o dicho que me parecen terribles o bellas. En mi familia han habido fanáticos, gente muy apasionada políticamente en todos los extremos, trato de entender, eso lo busco también en los personajes de Pedro Páramo”, explicó Prieto.
La charla se dio en mayo de 2023, en un hotel de este estado, en el que la producción creó su versión de Comala.
Este, su propio Comala, le trae ecos familiares al cinefotógrafo de Barbie, Amores perros y El lobo de Wall Street, ya que es la tierra de su abuelo, quien fue electo como gobernador en 1923, aunque Álvaro Obregón, entonces presidente de México, no reconoció su triunfo.
Su Pedro Páramo, que será visto por primera vez este sábado en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), le ha servido a Prieto como espejo para reflexionar con su trabajo sobre temas que le hacen hervir la sangre, como el abuso de poder y el dogmatismo.
“Cuando veo gente que ha tenido privilegios y eso hace que se sientan superiores a otras personas, me molesto mucho. Es un tema que va a estar en la película porque está en la novela”, dijo.
Como fotógrafo registra más de 70 créditos, en los que ha aprendido que el lugar en el que coloca la cámara modifica la historia y a los personajes.
Siempre lo tuvo claro: de niño jugaba a hacer películas y ahí no distinguía entre la fotografía y la dirección, le parecían parte de lo mismo.
“Rulfo fue fotógrafo también, quizá es una razón de que Pedro Páramo sea una novela que se presta a la interpretación visual.
“Para mí es realmente una oportunidad para ahondar en el rollo emocional de otra forma, no solamente con aspectos de cámara e iluminación, sino de trabajar con actores”, relató.
Para guiar a su elenco base: Juan Manuel García Rulfo, Tenoch Huerta e Ilse Salas, Prieto ha utilizado algunos recursos aprendidos a cineastas que admira.
De Julie Taymor, con quien trabajó en la Frida (de Salma Hayek), lo inspira que siempre busca ir más allá. De Scorsese destaca que no da órdenes, sino que busca conversar y termina sus frases con la pregunta: “¿tú qué opinas?”.
“Me he dado cuenta de que, sin pensarlo, estoy aplicando cosas que le he visto a otros directores. Todo eso que he vivido con ellos, ahí está.
“La pasión de (Alejandro) González Iñárritu es algo que siempre admiré; de Ang Lee, la precisión; el disfrute de Greta Gerwig, también de Cameron Crowe, que goza lo que está haciendo; y la locura, intensidad y brillantez de Oliver Stone con su energía”, finalizó Prieto.