Agencia Reforma

Guadalajara

El actor Daniel Giménez Cacho recibió ayer el Premio Mayahuel de Plata por su carrera en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), y en su discurso lamentó el distanciamiento que tiene el gobierno mexicano con los ciudadanos, en medio de los grandes problemas que azotan al país.
“El momento que vivimos en nuestro país está muy difícil. Asesinatos, desapariciones, violencia, impunidad, corrupción, destrucción del entorno, por no hablar del poder de destrucción que tiene el narco. Desde mi situación de privilegio no puedo evitar sentir rabia, dolor, tristeza, pero lejos de dudar sobre la utilidad de mi trabajo, tengo la claridad de que la creatividad y la cultura son el camino.
“Es triste comprobar cómo ha crecido la distancia con quienes nos gobiernan y, aunque hay tanto que hacer, hay pocas cosas que tenemos en común para trabajar juntos. Por ahora sólo podemos recordarles sus obligaciones y faltas, y organizarnos como ciudadanos. Construir espacios de resistencia como este, donde podamos preservar ideales y sueños, espacios de diálogo y encuentro, de paz, de crecimiento cultural y espiritual”, dijo el intérprete de 61 años, en la Sala Guillermo del Toro de la Cineteca FICG.
Giménez Cacho, hijo de españoles radicados en México, recordó que él se formó en un país en el que las políticas públicas daban lugar a la cultura, y en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde una generación de creadoras y creadores lo tenían expectante con sus trabajos y había mucho teatro.

Reprueba el control de contenidos por internet a partir de algoritmos

“La diversidad está severamente amenazada con esta manera de producir de las plataformas”, dijo Giménez Cacho durante la presentación del libro biográfico Les juro que yo no soy así.
El intérprete de 61 años compartió este martes, en el Conjunto Santander de Artes Escénicas, que la realidad de ahora es mucho más compleja que cuando Televisa dominaba la televisión mexicana y decidía sobre los contenidos que consumiría todo el público, ya que esa misma naturaleza se replicó después a nivel internacional con las plataformas de streaming, que delimitan la oferta de producciones audiovisuales a través de los algoritmos.
“Luego de Televisa llegaron las plataformas y al principio dijimos ‘se acabó el monopolio, habrá libertad y diversidad. Podremos hacer como Argentina, donde hay un grupo de actores que desarrollan una serie, van y la venden y se produce, cosa que en Televisa no es posible’.
“Ahora la realidad creo que es más compleja y esta sensación de Televisa se volvió planetaria. Ahora las redes y plataformas tienen sus algoritmos que dicen ‘eso no se vende y eso no se va a hacer, hay que darle a la gente lo que va a comprar, ¿y qué es lo que va a comprar? Lo que conoce, así que no le vas a vender nada que no conozca’. Ese va a ser el futuro del aburrimiento, la homogeneidad y la muerte”, reprobó Giménez Cacho.
El actor señaló que se está perdiendo la búsqueda de la trascendencia o el perfeccionamiento de la labor en la dirección o en la actuación y hasta de las mismas obras que ahora están en plataformas.
“Sí lamento que en las series se puede percibir una tendencia que el nivel de calidad y la actuación baja, se va perdiendo porque empiezan a faltar esta mística o esta pasión. Ahí anda, pero lo predominante de repente es la apariencia, los rostros, la cinturita y la nalga. Eso es lo que hay”.
Su carrera está narrada de forma gráfica y biográfica en el libro Daniel Giménez Cacho. Les juro que yo no soy así”, escrito por el cineasta Roberto Fiesco y editado por el FICG y el Centro Universitario de la Costa, de la UdeG.

Los artistas, excluidos de la Cuarta Transformación, señala

“Como miembro del gremio cultural, me siento como muchas compañeras y compañeros: fuera del cambio. Excluidos y excluidas de la Cuarta Transformación. Quizás vivimos uno de los momentos más tristes en el sector cultural, porque la cultura no se entiende, no es prioritaria”, afirmó Giménez Cacho en entrevista un día antes de la ceremonia.
El actor, director y activista, lamentó los recortes del actual gobierno a iniciativas que fomentan el desarrollo de quienes construyen la indentidad nacional a traves del arte.
“Siempre hemos tenido que pelear por presupuestos, pero en este sexenio los recortes han sido monumentales. La mayoría de la gente que se dedica al arte y la cultura vive en condiciones muy precarias. Lo hacen por una necesidad de expresión, por un gusto, por una pasión”, refirió.
El histrión se siente traicionado por un movimiento que él, como ciudadano y profesional de la cultura, apoyó y defendió dentro y fuera de su trinchera.
Ahora, sostiene que el panorama “es desolador”.