Fernanda Torres / Agencia Reforma

León

Arturo Ripstein se quitó el sombrero para recibir y agradecer la Medalla de Plata de la Filmoteca de la UNAM y la Cruz de Más Cine Por Favor, del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), ayer en el homenaje que le rindieron como uno de los mejores cineastas del país.
En un discurso lleno de picardía y anécdotas, el realizador de 80 años agradeció a las dos personas más importantes de su vida, quienes lo acompañaron a la gala en el Teatro Bicentenario: su esposa y colega Paz Alicia Garciadiego y su hijo, el también director Gabriel Ripstein.
Dijo que a lo largo de más de 50 años de carrera ha trabajado con grandes guionistas, como su pareja, con quien ha hecho 15 películas desde El Imperio de la Fortuna en 1986, y con otros célebres escritores como Gabriel García Márquez, Juan Rulfo o José Emilio Pacheco, aunque también proyectos fallidos.
“Siempre he dicho que el genio de un director de cine consiste en rodearse de la mejor gente posible. Cuando uno habla de cine se habla del argumento, he tenido la buena suerte de trabajar con grandes escritores y unos horrorosos en una películas que me encargaban, uno no está libre de pisar caca”, señaló, con su peculiar estilo.
En el recinto se proyectó un video con la semblanza de Ripstein y su filmografía, que rebasa los 40 títulos, como El Lugar Sin Límites (1978) y El Santo Oficio (1974).
La actriz Arcelia Ramírez, a quien dirigió en Las Razones del Corazón (2013), y Sylvia Pasquel, protagonista de su filme El Diablo Entre las Piernas (2019), le dedicaron unas palabras y compartieron anécdotas de los rodajes.
Sarah Hoch, fundadora y directora ejecutiva del GIFF, enfatizó que para el Festival es un sueño cumplido rendirle homenaje en vida.
“Es un sueño hecho realidad, de muchos años. Lo hacemos con tanto cariño y respeto, ha sido un honor tener tus películas a lo largo del festival y esta noche es la culminación de tanta celebración”, recalcó.