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Jueves 18 de Abril de 2024

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Espectáculos  

Se va la leyenda del cabaret Wanda Seux a los 72 años; sufrió un derrame cerebral

La vedette se encontraba en estado vegetativo. La paraguaya fue una figura de las películas de ficheras de los años 80

Froylán Escobar / Agencia Reforma Ciudad de México

Septiembre 03, 2020

La actriz Wanda Seux en imagen de archivo Foto: Agencia Reforma

Froylán Escobar / Agencia Reforma

Ciudad de México

La sonrisa y belleza de Wanda Seux quedarán plasmadas en los corazones y memoria de todos aquellos que convivieron con ella.
Así lo consideran sus amigos cercanos, quienes lamentaron el deceso de la vedette de 72 años, ocurrido ayer a las 15:00 horas, en La Casa del Actor, debido a un paro cardiorrespiratorio y derrame cerebral.
El cuerpo de la actriz fue velado en una funeraria de Sullivan y sus restos serán cremados, según confirmó su amigo íntimo Alfredo Cordero, con quien compartió la última década de la actriz.
Juana Amanda Seux Ramírez (su nombre real) nació el 3 de enero de 1948 en Paraguay.
En su juventud se mudó a Argentina para trabajar, y gracias al apoyo de Hugo López, ex representante de Luis Miguel y Roberto Carlos, Seux llegó a México, donde fue pieza clave del espectáculo nocturno del país.
“La Bomba de Oro”, como era conocida, participó en varios montajes teatrales como Colitas pintadas (1974), Las inolvidables de la noche (1999) y Divas por siempre (2017).
En la televisión estuvo en los programas Variedades de medianoche (1977), mientras que en pantalla grande su rostro brilló en cerca de 20 filmes como Entre ficheras anda el diablo (1984 y ¡Qué buena está mi ahijada! (1987).
En 2016 destacó en el documental Bellas de noche, escrito y dirigido por María José Cuevas.
La Barbie de las Vedettes, como también le llamaban, superó el cáncer de mama y siete infartos cerebrales; el último la dejó en estado vegetativo.
“Pienso que para Wanda irse fue lo mejor, porque ya tenía mucho tiempo en coma, estaba sufriendo mucho. A mí no me gustaría estar conectada a tantos aparatos o que me dejaran así como estuvo ella sufriendo.
“Gracias a Dios que ya está descansando. La recordaremos guapa, inteligente, como una señora muy educada”, dijo Lyn May, una de sus grandes amigas.

Fue la rubia del destape

En el ocaso de su carrera, Wanda Seux sufrió carencias, pero hace décadas saboreó la fama y la gloria.
Su andar por los cabarets, ver brillar su nombre en marquesinas y destacar en el llamado “cine de ficheras”, hicieron de esta paraguaya una de las rubias consentidas del destape.
Junto a la Princesa Lea, Cristina Molina y la Princesa Yamal, formó parte del grupo de las vedettes de blonda cabellera.
A diferencia de muchas de sus compañeras, la también actriz figuró por tener uno de los cuerpos menos voluptuosos, pues sin las curvas de Lyn May, Rossy Mendoza o Grace Renat, sacó partido a esa característica en cine y televisión.
Desde que fue puesta en programas como Variedades de medianoche (1977), conducido por el recién desaparecido Manuel El Loco Valdés, cobró popularidad.
Curiosamente, sus primeros trabajos no estaban ambientados en el cabaret, pues tuvo intervenciones en cintas de aventuras como El arracadas, La hora del jaguar y A fuego lento, estas entre 1978 y 1980.
Luego, vendrían las comedias de contenido sexual que se identificaron como “cintas de cabareteras”.
A principios de los 80 se cotizó gracias a los argumentos de Buenas y con movidas, Escuela de placer, La golfa del barrio y El macho biónico.
Hizo una pausa en cine para, en 1985, estar en el programa Salón de belleza, comedia de regular éxito y que alternaba con sus shows y giras por México.
La vedette siguió en el género de cine tan de moda y, aunque, como muchas, no era bajada de “encueratriz”, acumuló seguidores a los que deleitó en El lechero del barrio, Objetos sexuales y El vergonzoso.
Llegó a estar en las telenovelas Alcanzar una estrella, a principios de los 90; después intervino en Atrévete a soñar, y posteriormente en La familia P. Luche, hasta que en los últimos años apareció en 40 y 20 y Simón dice.
Uno de sus trabajos más recordados llegó con el documental Bellas de noche (2016), donde se mostró tal y cual era.
Dejó ver el paso de los años. El brillo se había alejado.
Mostró añoranza con las luces y lentejuelas, así como su amor por los perros, sus achaques y las carencias que la obligaron a llevar una vida muy austera.
Wanda Seux dejó de ser “bella de noche” y de día, pero dejó claro por qué fue el sueño de los hombres para quienes fue la “güera buenota” de la pantalla… y del burlesque.