EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Espectáculos  

Tiene buena recepción en Venecia el drama distópico Nuevo orden, del director mexicano Michel Franco

En su filme, que compite por el León de Oro, el cineasta alerta sobre los peligros de las desigualdades sociales

Redacción / Agencia Reforma Ciudad de México

Septiembre 11, 2020

El actor Diego Boneta, la actriz Mónica del Carmen, el director Michel Franco y el también actor Darío Yazbek, en la sesión de fotos antes de la presentación de Nuevo ordent Foto: Tomada de Internet

Redacción / Agencia Reforma

Ciudad de México

El Festival de Cine de Venecia comenzó hace unos días a pesar de la pandemia de Covid-19, ya se han presentado diferentes películas y la presencia de los mexicanos en la Mostra de Venecia no podía faltar.
En la 77 edición, Michel Franco presentó su más reciente producción, Nuevo orden, la cual es protagonizada por Diego Boneta. Después de que se presentará la película mexicana Selva trágica, de la directora Yulene Olaizola, el cineasta mexicano Michel Franco presentó el jueves su distopía sobre una sangrienta revolución social a modo de advertencia actual con la que compite por el León de Oro.
Franco empezó a planear su filme hace cinco años y terminó el guión hace tres, pero no imaginaba que el duro mundo de Nuevo orden se pareciera tanto al actual. La película es una drama distópico que cuenta la historia de una rica familia mexicana que celebra una boda en su mansión, mientras en las calles resuenan los ecos de durísimas protestas sociales, fruto de la desigualdad y de las ansias de venganza.
El país vive una auténtica subversión, con sus calles manchadas de pintura verde, el símbolo del levantamiento, y en sus mazmorras los pobres y desheredados encarcelan a los ricos, arrebatándoles todos sus bienes.
El director cuenta esta impactante trama a través de los ojos de una de las hijas de la familia pudiente, a punto de casarse, interpretada por Naian González Norvind, y de sus trabajadores domésticos. Se trata de una cinta perturbadora con aires de crítica social y actual sobre la caída de un sistema político y el nacimiento de uno nuevo con la bandera de la revolución, puede que más injusto.
El cineasta aseguró que el de su película no es un planteamiento realista y previó que las sociedades no van a llegar a eso, pero advirtió de los peligros que conllevan las desigualdades. En este sentido mencionó movimientos como los chalecos amarillos en Francia, el Black Lives Matter en Estados Unidos o las fuertes protestas en Chile, Colombia o Hong Kong.
“Cada país por motivos distintos afronta situaciones de este tipo y la gente está descontenta por todos los lados. Temo que los Gobiernos no tomen la posibilidad de controlarlo”, apuntó.
La actriz Mónica del Carmen, que da vida a la asistente Marta, explicó que la cinta ayuda a cuestionarnos incluso nuestra perspectiva de la desigualdad.
“Vengo de una comunidad de indígenas en el estado de Oaxaca y he vivido cerca de personas para las que es difícil acceder a la salud, a la justicia, al bienestar, algo a lo que todos tendríamos que tener derecho”, aseguró durante la presentación.
Franco, único latinoamericano en competir por el León de Oro, es consciente de pertenecer a la clase privilegiada, pero expresó su deseo de que nadie en México se sienta directamente atacado porque su último trabajo no es pro izquierda ni pro derecha. “Es un futuro cercano que no ha sucedido ni va a suceder, no hay que tomarse mi imaginación con mucha libertad”, recomendó.
Pero al mismo tiempo, aseguró que si la cinta ha creado conmoción entre la prensa y crítica veneciana es porque está poniendo el dedo en la llaga en temas que están ahí.
“Hay 60 millones de pobres que generación tras generación han visto que no hay manera de salir adelante ni mejorar, el sistema está hecho para que nada cambie”, refirió.
Una situación que además se ha visto agravada por la pandemia de coronavirus, según agregó el actor Diego Boneta, Daniel en la ficción, uno de los hijos de la familia rica. Hace unos días Boneta recibió el premio Segusa Award junto a Cate Blanchett.

También triunfa Selva trágica,
de la mexicana Yulene Olaizola, en la Mostra

La película de la directora mexicana Yulene Olaizola, Selva trágica tuvo su exitosa premiere mundial en competencia en la sección Horizontes en el prestigiado Festival de Cine de Venecia, que se realiza en estos días en Italia.
La cineasta mexicana viajó desde la Ciudad de México para estar presente en su estreno mundial, junto a la protagonista de su película, la beliceña Indira Andrewin, su coguionista y productor Rubén Imaz, y el productor Pablo Zimbrón.
El miércoles pasado, en la sala Darsena de la Biennale de Venezia se presentó la película con público, teniendo una grata recepción entre los asistentes.
“Estamos muy emocionadas de poder ver la película todos juntos, los productores Pablo y Rubén y con Indira. Es la primera vez que estamos juntos en una proyección. Estoy muy agradecida con todos los colaboradores, el sonido se escuchó increíble, la música me hizo vibrar, la foto, el color y la calidad de la proyección estaban perfectas”, comentó la directora sobre el estreno.
El equipo de Selva trágica, comandado por Yulene Olaizola, tiene días intensos con la prensa y crítica internacional que ha descubierto la cinta que además se presentará en competencia en San Sebastián, en el New York Film Fest y en Biarritz, de Francia.
Esta película se sitúa en la frontera entre México y Belice, en 1920 y sigue a un grupo de trabajadores mexicanos de chicle que se adentran en la selva para obtener el prodcuto producto. Ahí se encuentran con una mujer beliceña y esto provoca la tensión del grupo.
Así el largometraje de Olaizola recuerda a Xtabay, un personaje mitológico maya que se encuentra en la profundidad de la selva maya.
Previo al estreno en Venecia, en una entrevista con la revista Elle México, la directora Yulene Olaizola dijo que “hace ocho años que viajé a esa región y pude conocer un poco la frontera entre México y Belice y el sur de Quintana Roo, desde entonces es una zona que me interesa y a la que seguí regresando. Tiempo después leí Trópico, una novela de Rafael Bernal, conocido por El complot mongol, que se desarrolla en la industria del chicle en la década de los años 20, justo en esa frontera entre México y Belice”.

Da positivo a Covid-19 el actor Leonardo Ortizgris, protagonista de Tengo miedo, torero

Este 2020 pintaba para ser uno de los mejores años del actor mexicano Leonardo Ortizgris: cintas por filmar, montaje de obras de teatro en España y una película, Tengo miedo, torero, en el Festival de Cine de Venecia.
Sin embargo, la pandemia impidió el desarrollo de muchos de estos planes al ganador del Ariel por la cinta Museo.
A seis meses de su cuarentena, que transcurre en España, el histrión está viviendo de sus ahorros, ya que no tiene trabajo y, por desgracia, resultó positivo en una prueba de Covid-19.
“La mayoría de la economía mexicana y latinoamericana no puede ahorrar, vivimos de créditos, de estar patinando la tarjeta. La gran mayoría de la población está empeñando, endeudándose con los bancos, porque no hay ahorros.
“No es mi caso, aclaro, pero muchos compañeros actores se las están viendo negras, porque no tenemos un sistema que nos apoye, estamos muy abandonados (los artistas)”, afirmó el actor en entrevista telefónica.
Al haber salido positivo a la prueba de Covid-19, Ortizgris no pudo viajar a Italia a la Mostra, donde Tengo miedo, torero, participa en las Jornadas de los Autores.
Dirigida por Rodrigo Sepúlveda, la cinta adapta el libro homónimo del chileno Pedro Lemebel y plasma el romance entre el guerrillero Carlos (Ortizgris) y la Loca del Frente (Alfredo Castro), un homosexual pobre, todo en la época de los 80, en Chile, durante la dictadura de Augusto Pinochet.
La situación, aseguró el también intérprete de la serie Diablo Guardián, lo mantiene frustrado, triste y, un poco molesto.
“Tenía no sólo la emoción de participar en el festival, sino que llevaba la bandera del crew chileno en mi mano para hablar de la película, ser casi un corresponsal de la banda chilena que no iba a poder asistir por el tema del Covid-19, ya que los viajes están siendo un martirio”, comentó.
El mexicano aclaró que no tiene síntomas como tos, fiebre o problemas para respirar, simplemente, se realizó la prueba de laboratorio como requisito previo a su asistencia al evento.
Diez horas antes de volar a Venecia, le informaron el resultado y el viaje se cayó.
“No tengo idea (cómo sucedió el contagio). Básicamente, con la onda de la pandemia, mi familia estamos casi siempre junta, es incómodo salir a la calle, porque son muchas las restricciones, con el calor que hace en Madrid. Salir a la calle y caminar con el cubrebocas no se antoja, no es práctico, no dan ganas.
“Karla (su pareja), León (su hijo) y yo, estamos en casa, vamos al parque, estamos en espacios abiertos, usando cubrebocas obligatorio, si no, te multan. No puedo sentir irresponsabilidad, porque, la verdad hemos sido muy respetuosos con las medidas”.