Aún cuando el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco no prohibió ver El Código Da Vinci, sí aseguró que la cinta es negativa y que trata de ridiculizar a la religión católica.
A un día de se estrene en México la película basada en el libro del escritor estadunidense Dan Brown, Aguirre Franco dijo que los feligreses tienen libertad de decidir si ven el filme y señaló que la Iglesia no le hace propaganda: “No vamos a detener a nadie que no vaya a ver la película por negativa que ésta sea”.
Aguirre Franco fue consultado sobre el estreno de la cinta El código Da Vinci y mencionó que últimamente las estrategias comerciales buscan ridiculizar las diferentes religiones y que ahora lo hacen con la católica.
“Es una ridiculización, una deformación de los evangelios y de la historia, pues simplemente decimos que es una estrategia comercial, ahora se hace escándalo para tener publicidad, eso es lo que se está haciendo”, expresó.
Indicó que antes se usaba lo satánico para llamar la atención y ahora las productoras han entrado para ridiculizar la religión.
Aguirre Franco añadió que a diferencia del islam, que ha decretado pena de muerte contra quienes atentan contra la religión, la Iglesia católica no ha dado ninguna sentencia sólo que “todo mundo sepa que es una estrategia comercial, que es una forma de atraer a los espectadores al cine a base de escándalo”.
Agregó que se debe fortalecer la fe de todos los creyentes para que no sean “fácil presa” de los engaños y de su forma de presentar la verdad “por ejemplo decir que Jesucristo tuvo relaciones (sexuales) con la Magdalena y que de esas relaciones vino un hijo, bueno eso es una blasfemia contra Cristo, el Dios hecho hombre, que vino para redimirnos del pecado pero sin cometer el pecado”.
Aburre en Cannes la cinta de Ron Howard
Aspira a ser la producción de Hollywood más notable del año y llega precedida de una enorme expectación que se ha visto avivada por la controvertida temática –cuestiona la versión oficial del cristianismo–, pero El código Da Vinci, la película de Ron Howard escogida para inaugurar ayer el prestigioso Festival de Cannes (17 al 28 de mayo), sencillamente aburrió.
Al estreno mundial del thriller religioso El Código Da Vinci acudieron, entre otros, el astro de Hollywood Tom Hanks, los actores franceses Jean Reno y Audrey Tautou y el autor del bestseller en que se basó el filme, Dan Brown.
Con más de 13 mil participantes, mucho glamour y mucho arte, Cannes se convierte una vez más en la capital del cine hasta la entrega de la Palma de Oro el domingo 18 de mayo.
El código Da Vinci, dirigida por Ron Howard, se rodó en París y Gran Bretaña. La película recibió duras críticas en su primer pase de prensa, por lo que se duda de que alcance el anunciado éxito de taquilla.
Sin embargo, el filme ya tiene un lugar en el Libro Guinness de los Récords, ya que todo el equipo llegó hasta la Costa Azul en el tren especial Da Vinci, que recorrió sin escalas la distancia desde la estación de Waterloo en Londres. Nunca antes un tren había recorrido esa distancia sin detenerse.
Este año compiten por la Palma de Oro figuras reconocidas como Pedro Almodóvar, Ken Loach, Nanni Moretti o Aki Kaurismaki con jóvenes cineastas como Sofia Coppola, Richard Linklater, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu.
En total, son veinte las producciones de 13 países que participan en la sección oficial a concurso. (DPA / Cannes).